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La actriz Verónica Cortez, descubre su conexión en esta versión interpretativa de Yerma

Una entrega más de La Escuela del Espectador de Venezuela
Por: Julio C. Alcubilla B.

La pasión  de Federico García Lorca, una vez más es motivo de grandes reflexiones. Yerma, es una obra que propone lo visceral en la evolución de los personajes, los cuales han de evolucionar en el tiempo dramático en que transcurre. 
Yerma empieza de una manera y acaba de otra… Horas antes de ver el montaje, Verónica Cortez  quien encarna a Yerma me ofrece declaraciones plenas de valiosos aportes introspectivos produciendo expectativas e interrogantes para esta segunda temporada. 

¿Al enfrentarte a la interpretación de tu personaje, cómo fue tu preparación, cuáles tus principios para documentarte y abordarlo?
La obra siempre la he estudiado mucho, desde la Escuela Nacional de Teatro, en la cual estudié. Es una obra por mi conocida, abordada de muchas maneras, ya sea en lecturas dramáticas o cuando estaba estudiando y estaba jovencita, en las pruebas finales de cada lapso académico; es decir es una obra que conozco bien. En esta etapa de mi vida, la conceptualización del personaje habita en mí, abordándola de una manera más intuitiva y hasta inconsciente.
En principio se hizo una edición de la obra para que llegara a una hora cuarenta y cinco minutos, dejando la columna vertebral de la historia. Y a partir de allí surge una relación en la cual yo lo que hago es leer el texto repetida veces y dejo que el personaje empiece a bullir dentro de mí.
Dentro de este proceso yo comencé bajo la batuta de un director y luego se cambió a otro y aquí es cuando comienza la gran aventura. Porque era un proceso que yo pensaba lo tenía muy dominado y esto me permitía sentirme plena en mi zona de confort, confiada y segura. Sin embargo al cambiar a Dimas González, este señor se encargó de desbaratarme todo lo que yo había conseguido. Yerma comenzó a surgir a punta de arañazos.
Comenzó esa etapa de desconstruir todo lo que había establecido muy fuertemente, tanto en lo anímico como en lo corporal del personaje. Dimas me propuso todo lo contrario a lo que había desarrollado, adentrándome en un proceso en extremo fuerte, que hasta se me olvidaba la letra. Imagínate la figura de un castillo de naipes que comienzan a desbaratarse y comenzamos a conseguir otra Yerma., una reconstrucción verdadera y hasta dolorosa.

¿Cómo se compara esta Yerma, con la llevada a cabo por otras actrices que te han precedido en la escena nacional e internacional?
Vi muchos videos que en principio en su mayoría me parecían muy sobreactuados, también identifiqué muchos trabajos amateurs, de gente muy joven o estudiantes. Uno que otro me pareció interesante, hay una Yerma en Italia, que además de ser muy hermosa la actriz, me impactó su estilo y vitalidad. Y una norteamericana, que acaba de representar este rol y ha ganado grandiosos premios. Es una actriz muy joven pero que presenta un desgarre maravilloso.
Sin embargo no pretendo compararme con nadie, simplemente yo hago la Yerma que es mi Yerma. Es lo que fluye dentro de mí, esa coincidencia, esa necesidad vital que tengo de ser Yerma. Porque algo de mi tendrá Yerma y algo de Yerma tendré yo, tenemos una conexión muy fuerte. 
Cuando uno escoge un personaje, cuando deseas hacer un personaje de la manera que yo deseo hacerla, que es tan obsesiva como es obsesiva Yerma.  Por algo es, verdaderamente es una necesidad anímica y psicológica que está en mí. Hago catarsis con este personaje, hay una parte de Verónica Cortez que está muy asociada con Yerma.
La que tiene que ver con obsesiones fuertes, soy una persona bastante obsesiva, tengo también mucho de neurosis, de esa neurosis que tiene Yerma. La pasión con la que quiero lograr mis objetivos y grandes sueños. Sólo que a diferencia de Yerma yo no mato, aunque puedo llegar a ser letal, si me llego a enfrentar con una oposición fuerte contra mis grandes sueños y obsesiones. 

A partir de tus comentarios, logro percibir que tu trabajo intuitivo es muy marcado, ¿Qué le cedes a Dimas González como director, como negociaste la escena y en que partes te distanciaste?
Allí no hubo ninguna concesión, ningún acuerdo, eso fue una arbitrariedad de Dimas (risas), me propuso la línea interpretativa y yo me entregué totalmente. Con un director como Dimas merece ser uno completamente obediente. Confío mucho en Dimas González, siempre me ha ayudado a lo largo de toda mi carrera para que yo pueda ser mejor actriz y mejor ser humano. Me ha hecho mucho coach interpretativo, siempre hemos estado unidos. Cada vez que tengo una duda histriónica, siempre recurro a Dimas, nunca me abandona.
Yerma es como estar al borde de un precipicio y lanzarte con toda la confianza al vacío sabiendo que no vas a fallecer, porque alguien te espera. 

¿En cuanto a la manera de decir, en cuanto al texto, que consideras aportar al personaje. Qué le quitas o lo cedes a la Yerma de Lorca?
Tu pregunta me ayuda a recordar que en uno de los encuentros que tuve con Dimas, inclusive me puso a hablar frente a frente con Yerma, darle la mano a Yerma y que Yerma me diese su mano. Te he confesado que tengo mucho de Yerma y también Yerma me requiere, es como si fuésemos grandes amigas.
De pronto la fuerza, la determinación, la grandeza que tiene Yerma yo la necesito, yo se la pido y ella me pide mi cuerpo, mi entrega y pasión. Allí estamos como dos hermanas, viéndonos frente a frente y dándonos. Yo le pido a Yerma todo lo que tiene de grande, porque yo lo necesito y lo quiero y lo se lo arrebato. Y Yerma me lo da con mucha generosidad y ella me exige toda la comprensión y mi sangre, mi sensibilidad en cada función.
Lo visceral de Lorca, se hace más visible al comprender que Yerma evoluciona como personaje dentro de cada función. En el tiempo dramático existen cinco años en que la obra transcurre. Yerma empieza de una manera y acaba de otra. ¿Existe realmente una Yerma que evoluciona en la escena por cada función?
Mi Yerma nació sietemesina, en un proceso muy rápido, muy atosigante en el cual tenía que deslastrarme de muchos vicios, de muchas manías, de muchos acomodos que tenía como actriz. Y nos encargamos Dimas y yo de sacar esta propuesta, conscientes de que esto requiere un tiempo, y esta Yerma fue madurando en cada función. Agarrando cuerpo y ya en la primera temporada, mi Yerma estaba dando como niña sus primeros pasos, no puedo decir nunca que era un proceso que ya estaba completo. 
Tanto así que en esta segunda temporada, seguimos trabajando, tenemos sesiones privadas, íntimas. Ahora mi Yerma tiene otros elementos, está agarrando realmente cuerpo, seguridad, presencia y un vuelo que en lo particular me sorprende en lo sensitivo. 
Creo que el teatro tiene esto de benévolo, siempre nos da una oportunidad de reivindicarte, de redimirte, de mejorar. En cada función uno tiene la oportunidad que tuvimos la vez pasada, esto nos lo da en teatro, cada vez podemos indagar y no quedarnos con lo que ya tu logras. Siempre tenemos una oportunidad para descubrir algo más. 
Yerma por otro lado es una mujer atormentada doblemente: por un lado debido a su maternidad castrada y su frustración por ser madre. Y por el otro lado, por los convencionalismos sociales de su tiempo. Bajo mi punto de vista los silencios de Yerma son los silencios eternos, ¿Cómo interpretas al silencio de Lorca en Yerma?
En la primera temporada el ritmo que yo utilicé era muy atropollante, seguramente debido a la inseguridad que yo tenía como actriz. Ahora estoy respetando mucho más el texto, mi proceso interno y por supuesto que hay cambios, que hay silencios y que estos dicen mucho. Hoy en día reconozco que los mismos están surgiendo de manera mágica y muy personal.
En otro sentido, Yerma al decir el texto, el cómo decirlo hayamos que el texto órbita entre lo poético cargado de una contundente ira. Yerma no intenta complacer al espectador, más bien lo hiere. ¿Cómo habla tu Yerma?
Pareciera que Dimas y tú se hubiesen puesto de acuerdo, porque Dimas González ha tomado mucho en cuenta de lo expuesto por ti. En primer lugar porque el proceso teatral que hemos vivido parte de acotaciones técnicas, físicas y luego termina con registros muy personales. Incluso me ha criticado en que siempre he necesitado con mi interpretación en otros montajes, complacer al público, buscar la aprobación.
 
Confieso que esto ha sido una necesidad en mi vida, sin embargo esta necesidad de ser aprobada se puede deslindar del personaje de Yerma que llevo a la escena. Esperando sinceramente que esto no manche toda la crudeza, la sinceridad y fiereza que tiene que tener Yerma. Esto sin embargo es una lucha constante personal y artística. 
Al tu confesarme hace algunos años que deseabas hacer Yerma, hubo algo que consideré como relevante. Ese ímpetu castrado en la sexualidad de Yerma. En lo particular he considerado que tu personalidad impone un reto a la sexualidad, porque amerita que sea trascendente. Esto se une a Yerma, ¿Cómo ves a Yerma en la sexualidad?
Yerma es una mujer muy ardiente, tiene esas hormonas a flor de piel, estas son una fuerza vital, que necesita el apareo con un hombre. Yerma aborda dentro de su supuesta timidez la sexualidad de su marido, con el deseo de que la fertilice. 
Yerma busca a ese hombre, lo toca, pero este no desea nada. Y se conserva a pesar de lo que siente por esa posibilidad del otro hombre, Víctor, que la colma de las más hermosas y calientes sensaciones. Pero sin embargo continúa siendo una mujer decente… 
En una próxima entrega, la entrevista con el director Dimas González, posteriormente se publicarán mis valoraciones del hecho teatral, luego de ver el espectáculo en la tarde de hoy. 
Este montaje cuenta con  una puesta en escena impredecible donde se rescata el mensaje de optimismo y enseñanza que toda gran tragedia teatral tiene en su propósito catártico. La batuta en este rol, la tiene el laureado director  Dimas González.
Armando Zullo (Premio Municipal) en el diseño escenográfico, David Blanco (Premio Municipal) en el diseño de luces e Iginia Rodríguez en el diseño de vestuario.
Dimas González,  ve a Yerma con una puesta en escena sorprendente e interesante, plena de luz, música y alegría. Invitando al espectador a reencontrarnos con la vida a través de esta tragedia, para que a partir de la catarsis Yerma, logremos reconstruir una vía para la  con conciencia, tolerancia, diálogo y optimismo. 
El reparto está conformada por actores de primera línea dentro del gremio teatral como lo son: Verónica Cortez, Wilfredo Cisneros, Asdrúbal Blanco, Marienela González, María Brito, Alida Pérez, Marxlenin Cipriani , África Méndez, Alyd Salazar  y Cristina Colmenares.
HORARIO: SÁBADOS Y DOMINGO 5:00PM en BOD

Fuente: Julio C. Alcubilla B.-Periodista-Crítico de Artes Escénicas- Moderador de TV- Locutor.
www.recordreport.net

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