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La obra de teatro «Cándido y los incendiarios», se asoma al teatro de Bertold Brecht sin estridencias, asumiendo una propuesta sólida en un montaje develador.

Por Julio Cesar Alcubilla Bonnet
Récord Report Internacional en THP
Artes Escénicas

Aspectos que bajo mi análisis fueron considerados
En esta propuesta de Javier Moreno, se araña como lo propone Bertolt Brecht a la clase obrera, a través de un acento expresionista, expuesto en la semántica de los incendiarios una crítica nihilista de la sociedad burguesa, la cual sucumbe y es aniquilada por la barbarie.

Convirtiendo como ha destacado Brecht en su teatro épico, la Obra Espectáculo: encaminada a considerar al espectador, como un ejercicio didáctico, basada además en el dramaturgísmo realizado por el elenco y las ideas o conocimientos sociales, históricos, políticos de cada intérprete.

Estamos en presencia de un teatro social, de los grandes conflictos de lo humano, no exponiendo sólo la representación de los personajes, sino que se intenta alcanzar este logro a través del trabajo de dirección. Llegando bajo mi lectura a la meta en "Cándido y los Incendiarios", a ese realismo dialéctico, el cual expone a su vez una escena metodológica, más allá de lo representativo.
Este colectivo tiene un objetivo claro, persuadir al público, que esté expuesto a dar un giro a la cabeza, y lo logra.

El alcance logrado en lo referente a la representación, lo podemos describir: en primer lugar como una narración, en la que el espectador es un observador y en la que ese trabajo de actores, despierto, vivaz, logra que experimente más allá de sentimientos. Formando parte de las decisiones dentro de la escena. Concluyendo que no es una vivencia, sino una unión del mundo, que trasciende más allá del tiempo y la historia que lo sustenta. 


En el teatro épico, cada escena nos acostumbramos a verla dependiente una de la otra, Brecht evidencia en su propuesta que  cada escena sea en sí misma, como madre progenitora de teatralidad, solidez y logros sin estridencias, de equilibrio sin excesos.

Es un planteamiento general, cuya acción no persigue ser expresamente creciente, en identidad, sino avalada o manipulada por el ejercicio casi orquestal del montaje. Que además, su progreso se lee como curva, con cierto vértigo.

Se evidencia por otro lado que a través de los personajes: el hombre, la sociedad, es un proceso. Que el ser social determina el pensamiento más allá del sentimiento, es decir, se catapulta el pensamiento.

Javier Moreno, director y el elenco conformado por Francisco Obando, Mayte Pariás, Luis Carlos Boffill, Carlos Manuel González, Omar Lugo y Martha Track rozan las formas del teatro oriental, intentando alcanzar esa sensación de sufrimiento colectivo, de los integrantes de este reparto escénico, junto a sus personajes. Entre gestos y expresiones faciales, desplazamientos escénicos, en casi tres espacios escénicos, lo trascendente…

Javier Moreno, además no escapa de haber revisado al distanciamiento propuesto por Brecht, asumiendo al hecho teatral como una herramienta para organizar la escena y que de alguna manera el espectador identifique infinitamente o instintivamente, llegando incluso entre espacios escénicos a confundir la trama, la historia escénica con la realidad.

Actores y actrices no intentan a través de sus interpretaciones convencer al público, sugieren claramente como lo vio Brecht en el "El Gestus" o esa actitud física, que considera al texto, pero que al mismo tiempo se aleja de él.

Imponiendo de esta manera un método dialectico y además observamos en esta función de "Candido y los Incendiarios" como se introducen elementos narrativos con plausible logro. El escenario y sus dos claros y uno tercero no tan claro, espacios escénicos, son la plataforma idónea para narrar acontecimientos.

Hasta el punto que en la construcción de los personajes nos presentan muchas características que se contradicen entre sí, tales como: la unidad de la representación teatral, descubriendo que el lenguaje, el texto común, que se une al mismo tiempo a la música, y al texto depurado, efectista, prototípico, mas de un tiempo en la comedia inglesa, el cual surge como impacto desencadenante escénico, jocoso, a modo de clown.


Resaltando la importancia de la dialéctica, la cual es servida ante el espectador con sorpresa y variaciones. Que transitan al mismo tiempo entre la comprensión y el conocimiento, entre el arte y el disfrute, y el legado aprendido. 

Finalmente, "voluntad y representación" definen el logro de este montaje acercando al espectador con fuerte herencia, más allá de su visión reflexiva. 

Es esta una propuesta escénica que además no olvida  el "solipismo" en el cual la comunicación con el espectador no se establece en lo profundo, pero si destaca lo caótico de una sociedad indiferente, manipulada y manipulable por sus estereotipos, mitos y moralidad pacata como sangre, o excremento que se come y se disfruta. En la imagen  despojo de la sociedad burguesa.

Profundizando así en ese nihilismo, emanado del materialismo vulgar, que suele engendrar  cualquier arrebato extremo.

"El hombre no es más que un cuerpo rodeado de una visión cósmica, que propone la revisión de la trasformación perpetua de lo material. Establecida por la omnipotencia de la imagen del cielo, absoluto material eterno. A través de una conexión mítica, paralizante, la cual invita al espectador a penetrar con su mirada". "En un espacio en el que la presencia de la imagen del cielo, queda diluida para esa conexión corpórea vitalista"…"mi alma hermano, es un gemido de los trigales, que se mecen al viento y el centelleo de los ojos de los insectos que se posan frente a mí, y quieren devorarme mi existencia.

Como conclusión final y sirva la misma para recomendar el espectáculo, con el reconocimiento de un esfuerzo logrado sin mayores estridencias.

Perfeccionado en cuatro roles masculinos con mayor ahínco, balanceado y solido en el resto del elenco, todos alcanzan lo que Marcel Duchamp descubre acerca de la realidad interpretativa en lo referente a la reflexión del texto dramático, el cual alcanza ser coreográfico o musical. Colocando al gesto como un motor en la relación con el espectador y por el otro como reflejo de la musicalidad interior del interprete, que canta para que la teatralidad eleve percepciones, catapulte conciencias y deje esa huella indeleble profundamente placenteras.

¿ESTO ES TEATRO O NO?
Max Frisch, el autor del texto
Su obra aborda los problemas humanos como la identidad, la individualidad, la responsabilidad y el compromiso moral y político. A los que asume y expone con ironía.

Su estilo fue cambiando con el tiempo, en sus primeros trabajos destacaba, la imaginería poética de Albin Zollinger, con el cual imitó hasta cierto punto, ese lirismo imaginativo. 

De esto Frisch se deslastraba posteriormente, concibiéndolo poético. Desarrollando y dando a conocer, su elemento más destacado, el escepticismo subyacente en cuanto a la adecuación del lenguaje.

¡No tengo lenguaje para mi realidad! Lo que es importante: lo indecible, el espacio en blanco entre las palabras, las cuales es costumbre que las insertemos como problemas colaterales. Parte central de lo que queremos decir. 

Para Werner Stauffacher, el lenguaje de Frisch, busca la realidad indescriptible de la humanidad, un lenguaje de visualización y exploración, pero que nunca revela el secreto subyacente de la realidad.

Bajo mi punto de vista, luego de mis investigaciones, en "Cándido y las incendiarias", Frich se centra en el tema de la liberación, cada persona posee un individuo único, justificado desde el interior, el cual necesita ser realizado y expresado.

Sin embargo, para ser efectivo, este individuo ha de colocarse o asumir un proceso de autorrealización, constituyendo esto en un acto liberador. 

Solo dentro de un lapso limitado de una vida humana individual. La existencia personal puede encontrar a un cumplimiento que pueda excluir al individuo de la infinita inmutabilidad de la muerte.

Al profundizar en los personajes de Frisch, los roles masculinos, están representados por prototipos de hombres intelectuales en mayoría, o egocéntricos e inciertos con respecto a la propia imagen de sí mismos, que suelen juzgar además,  incisivamente a la situación real. 

Sus relaciones interpersonales son superficiales, hasta el punto del agnostísmo.

Logramos evidenciar que en este montaje y representación escénica, llevada bajo la batuta de dirección de Javier Moreno, con este sólido colectivo de actores y actrices. Los roles masculinos, al desarrollar una relación más profunda que involucre a las mujeres, pierden el equilibrio emocional.

Por otro lado, según Mona Knapp, Frrisch al centrarse en los personajes masculinos, los femeninos son virtualmente cambiables, cumpliendo una función estructural y enfocada.

Como dato curioso de los biógrafos de Frisch, este autor análoga a una muerte corporal, en la cual su miedo a las mujeres, corresponde con el miedo a la muerte, lo que significaba que su reacción a la relación, era de huida y vergüenza.

Frisch posteriormente ve a la muerte, como el reflejo de la osificación de la comunidad humana, convirtiéndose en un dispositivo para modelar vidas que simbolizaba Alemania. 

Luego del día de la Victoria, Frisch evidencia una transformación, poniendo de manifiesto una conciencia pacífica comprometida, esto lo vemos en esta obra.

Sin embargo, posteriormente en 1998, Sonja Rüegg, consideró la estética de Frisch está impulsada por una realidad anti ideológica crítica.

Finalmente en sus últimas obras, un factor característico en la vida de Frisch, se refiere a la forma en que los periodos de intenso compromiso político, se alternan, con los de retroceso en las relaciones privadas. Siendo considerado esto, como una sucesión de oscilaciones, igualmente visible en este montaje, entre la resignación de un viejo republicano, entre la franqueza pública y la melancolía interna. 

Declaraciones de Max Frisch a los 73 años, el 07de marzo en 1.984
"Acepto ser llamado un pesimista existencial, la situación actual del mundo, es desesperada porque no sabemos si habrá futuro".
"Mis tres temas básicos son la relación hombre-mujer, la identidad, y el grupo en relación con el individuo"

"La utopía es una región culturalmente muy antigua, sobre la cual no sabemos nada y de la que podemos imaginar todo lo que deseemos"

Ficha Técnica
Cándido: Francisco Obando
Babette: Mayte Paria
Ana: Martha Track
Zippo: Carlos Manuel González
Acerrín Luis Carlos Bofill
Viuda, Cerifeo,Profesor y Policía : Omar Lugo
Escenografía: Valentina Herz
Diseño Gráfico, Fotografía, Promoción y medios: Rosana Valera y Daysi Álamo

Analizando para el aporte final crítico de este hecho teatral, lo comparo con la comedia británica, ese humor británico en el que confluyen, la sonrisa inteligente, lo absurdo y lo surreal con algo de excentricidad.

Los cuales transitan entre la finura satírica, basada en el sobreentendido y la forza desbocada y procaz.
A su vez, este montaje, no parece haber analizado o estudiado la época de los 60 y a Peter Cock, en el que la mordacidad antiestablishment.

Fuente: Julio César Alcubilla Bonnet/Récord Report enbTHP/ARTES ESCÉNICAS

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