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Crimen y Castigo, Dostoievski se devela entre cantos caribeños y memorables interpretes

Considerar el relevante trabajo de Crimen y Castigo de Dostoievski, versionado por Juan Souki; nos compromete a una revisión exhaustiva de sus códigos escénicos y nos permite a la vez,  recorrer un camino en el que rozamos su temperamento simbólico, que en éste montaje se hace seductor y caribeño, para acercarnos a un clásico de la literatura Rusa. Mediando entre la visión cinematográfica y la energía interpretativa. En ésta entrega mis valoraciones para la publicación de una ulterior entrevista, con éste notable de las artes escénicas
Por: Julio C. Alcubilla B. 
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La historia que inspira…
Antes de considerar expresar mi experiencia, luego de haber visto ésta obra teatral, recientemente llevada a cabo en el Teatro Chacao de Caracas; considero importante esbozar ciertas observaciones del texto de Dostoievski, investigadas por un servidor recientemente, ya que las mismas pudiesen haber sido analizadas, para la concepción de ésta propuesta. Estamos frente a una obra ciertamente realista, inspiradora, enérgica, en el que su protagonista quebranta el orden moral. Presenta el conflicto psicológico que se desata en un joven ante la idea de matar, un trance en el que las alucinaciones procrean emociones extremas en un asesino, develando códigos existencialistas del ser humano en sus situaciones límites.  
La historia se desarrolla en un macrocosmo, Rusia, y un microcosmo entre San Petersburgo y Siberia, durante un tiempo cronológico subjetivo. Aunque alude por igual a un transcurrir de la acción, desde el momento en que se realizó el crimen, hasta la sentencia para pagar el mismo en Siberia, año y medio aproximadamente. 
Escrita en 1866, Fiódor Dostoievski, la comenzó en Rusia, pero sus acreedores le hacían huir de la misma y terminó por escribirla en ése lapso, fuera de Rusia. Es probable que su situación personal, le inspirase un trance psicológico por igual, que le hizo drenar con el producto de ésta extraordinaria síntesis, de la literatura Rusa. Cuando profundizamos en los personajes principales que construye en su obra, comprendemos su vital trascendencia y hasta cierto punto, su contemporaneidad:Rodia RomanovichRaskoinikov, el personaje principal, simboliza al amor desdibujado por la ira, mira como Napoleón con la posibilidad de pasar sobre los otros y matar a cualquiera. Le invade la culpa por los problemas de los cercanos, huraño, soberbio y detestable.
             
Sonia Semiono vnaMarmeladova, una mujer que protege a los suyos y da todo por ellos. Sola, le gusta mostrarse amorosa. DuniaDunechka; una hermosa joven que daría todo por su familia, logra atraer a tres hombres durante el relato y muestra por momentos su carácter en negativo. Porfiri Petrovich; detective, logra esclarecer el crimen, un hombre calculador, intrigante profesional. DimitriProkofichRazumikin; enamorado de Dunia, hace todo por protegerla a ella; un buen amigo, a pesar de que no recibe nada a cambio. Hombre humilde, ingenuo, enamoradizo. Alionalvanovna, vieja usurera, la víctima.
La obra literaria, rescatada y versionada para éste montaje, bajo la dirección de Juan Souki, se sustenta en una narrativa psicológica sumergiendo a los personajes a su vez, en una ficción psicológica de potente y dinámica lectura. Caracterizada por un abordaje interpretativo que enfatiza el mundo interior de sus personajes, sus motivos y circunstancias,  develados en una acción que al nacer de lo interno, se desarrolla en el énfasis semiótico, externo. O aquella expresión artística que forma parte inseparable de cualquier época en la vida de los hombres, la cual el mismo le  ha dado forma concreta a sus inquietudes creativas, producto de su espíritu,  a través de símbolos  que definen su esencia. En definitiva,  una vía para comprender adecuadamente los diversos procesos de significación que constituyen lo trascendente, que en las latitudes de Souki, ésta semiología contempla un planteamiento cinematográfico,  que se une al teatro.
Una historia que se profundiza en un subtexto impulsado por el desarrollo actoral y propuesta escénica, en el que logramos evidenciar en el mismo, el ritmo de la novela policíaca creada por el autor. Su velo primario de la lectura interpretativa, se va despejando ante el espectador, hasta lograr por medio de la interpretación y deconstrucción de los espacios escénicos, comprender el desenlace que se avecina. En una suerte de partida de ajedrez, en la cual, los desplazamientos actorales, recursos semánticos, luces y elementos semióticos, nos inducen a esa lectura enriquecedora, que solo nos permite un espectáculo de impecable factura.
Realidad cruda, el drama, el estilo naturalista cotidiano, el lenguaje producto de la identidad de la época, nos envuelve y emerge como espejo, develando por igual en su forma y modo de decir, nuestra actualidad. Al profundizar en el planteamiento escénico y en el trabajo de dirección, nuevamente encontramos paralelismo, entre el autor y el director. Souki, al igual que Dostoievski, traza una línea en el tiempo, sin embargo su ritmo, se hace más estrepitoso, convincente, sin dejar que el espectador, decodifique las acciones sin permitirse reflexiones. Souki, no pretende ser expresamente profuso en su teatralidad, más bien  en su naturalidad, permite que el público logre esa simbiosis y se aproxime a ciertas conclusiones: "Los hombres podemos cometer errores que nuestra conciencia nos mantiene constantes". "Por más problemas que tengamos, no debemos rendirnos, siempre debemos procurar enfrentarlos y obtener de ellos, algo bueno". "Nunca debemos tomar el camino más rápido, porque la justicia, jamás se quedará de manos cruzadas".
             
Lo innovador de una propuesta 
San Petersburgo, en la visión de Souki,  logra volverse cálida, a través del ritmo del  sangueo caribeño o el canto a San Juan Bautista. Tal vez éste recurso, permita al público lograr mayor cercanía, entender el temperamento del autor interpretado por el director, o sea una excéntrica metáfora caribeña, del abordaje psicológico hecho clima, en la lectura del director. En todo caso, Juan Souki se arriesga,  ofreciéndonos una versión de Crimen y Castigo debeladora, natural, visiblemente cinematográfica, en el que el uso del espacio escénico y la iluminación, pareciese sumergir al público en un recinto único, provisto de una paleta de colores que lo conecta, entre el juego lumínico con el cine, el teatro, los videos y la acción. El delito, el deseo, el amor y la libertad, se hacen presentes, con un lenguaje artístico trascendente, inesperado, envolvente. La música, original de Xavier Losada,  parte fundamental del relato, permite que la obra se convierta en un musical, que no deja a un lado interpretaciones actorales comprometidas. Los elementos multimedia, son estrategias que sumergen por igual al espectador, en atmósferas visuales y sensitivas,  procurando actualizar el clásico de la literatura universal, escrito por Fiódor Mijáilovich Dostoyevski.

Al observar la puesta en escena de Souki, el planteamiento del espacio escénico, el diseño de iluminación, la música incidental, el vestuario, la concepción escenográfica derruida y el factor sorpresa, seducen al espectador, hasta un extremo, en el que no se precisa conocer la historia o ser un habitué del teatro para capturarnos. La energía por momentos volcánica, inunda la escena, matizada por el ensueño, la poesía, el realismo y la lectura motivadora de reflexiones.
El Elenco
Es probable que en mi intención de plasmar con palabras y valoraciones la experiencia, no logre ser tan  descriptivo en mis emociones… es posible que sea errático  en un trabajo de valorización crítica sobre el teatro, debido a que el mismo está sustentado en un abordaje emocional o evocativo de sentimientos. Sin embargo, se me hace poco posible no expresarme con acento de vivencias… "Román" Raskolnikov es Sócrates Serrano (Azul y no tan rosa, Las caras del diablo), representa a un estudiante de derecho que abandona su carrera en medio de la miseria y de sus tormentos; acusado por el investigador "Porfirio" Petrovich, interpretado por Carlos Sánchez Torrealba (del grupo Los Hermanos Naturales), del asesinato de dos ancianas prestamistas. Sonia, Prakriti Maduro (Habana Eva, Frida Kahlo: Viva la vida), una prostituta que comprende las angustias del protagonista. Todos plenos de histrionismo, versatilidad y compromiso, aunque sin duda alguna Sócrates Serrano y Carlos Sánchez Torrealba, sobresalen en su registro interpretativo y fuerza histriónica. 
                   
Sin embargo en éste trabajo actoral, no notamos connotados desniveles interpretativos, ejemplo de ello es la escena del detective "Porfirio" Petróvich, con Raskólnikov, en extremo lograda, por el manejo de la voz, la gestualidad y la proyección de los textos. Poniendo de manifiesto, lo incisivo, sarcástico y hasta la presunción de inocencia.
Sócrates Serrano sobre un personaje que lo tiene apasionado. "El Raskólnikov de esta escena se atormenta por lo que hizo y se atemoriza ante la autoridad… Viaja (durante la obra) en una transformación a través del amor, por su vínculo con Sonia (Prakriti Maduro).Un trabajo actoral que trasciende, por su lectura innovadora y natural.

Elenco

Sonia Prakrti Maduro
Román Sócrates Serrano
Porfirio Carlos Sánchez Torrealba

Ensamble
Nereida Machado
Carlos Fabián medina
José Alejandro Guédez
Carlos Dugarte
María Victoria Farias
Daniela Martínez
Amneris Ramírez
Suki Landaeta
María G. González
David Colmenarez
Alan Ohep
Aadre de Román Mirian Paredes
Elizabeth Maritza Puentes
Elena Felicia Espinosa
Equipo Artístico
Dirección Artística Juan Souki
Música Original Xavier Losada
Asistencia de Dirección Jorge Souki
Stage Manager Gonilla Álvarez
Letras Juan Souki
"Tambores de San Juan", "Tarma" y "Pastores de San Joaquín"
Folklore Venezolano
Arreglos y Asesoría Vocal
Betsaida Machado
Percusión y Asesoría Afro-Venezolana
Rafael González
Diseño Escenográfico
Jilan Jung
Diseño de Vestuario y Coordinación de Arte
Freddy Mendoza
Realización Escenográfica Ramón Pérez Pina
Funciones: sábados 19 y 26, a las 7:00 pm, domingos 20 y 27 a las 5:00 pm., y jueves 24 y viernes 25 a las 8:00 p.m., en el Teatro Chacao de El Rosal.Las entradas están a la venta en www.ticketmundo.com y en las taquillas del CCCH. 

Fuente: Lic. Julio C. Alcubilla B.- www.recordreport.net.-
ARTES ESCÉNICAS

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