Glosario Financiero

¿Qué es la deflación?

La deflación, en términos económicos, es la caída mantenida y generalizada de los precios de bienes y servicios durante un cierto período de tiempo (al menos dos semestres según el FMI). Es el opuesto a la inflación.

La deflación puede ser causada por diversos motivos que veremos a continuación y puede tener consecuencias más graves que la inflación.

Causas de la deflación

La deflación es producida por una caída en el gasto personal, una caída en el gasto gubernamental o una caída en las inversiones, que lleva a un desequilibrio entre la oferta y la demanda en el que siempre queda la demanda por debajo de la oferta.
Demanda insuficiente

El mejor ejemplo de deflación por caída en la demanda es la Gran Depresión que tuvo lugar en Estados Unidos y durante la cual el IPC cayó 24% en el período 1929 – 1933. La causa fue la reducción drástica del poder adquisitivo de las familias estadounidenses tras el derrumbe y colapso del sistema financiero.

Oferta excesiva

Un exceso de oferta viene de un exceso de producción y de la capacidad productiva de las empresas sin que esto se materialice en el cumplimiento de las expectativas que llevaron a la subida de la producción y también se puede producir por una mayor competencia. Estos hechos suelen venir en ciclos expansivos de la economía durante los cuales el consumidor tiene mayor poder de gasto. Por ejemplo, la liberalización de sectores básicos de la economía como el transporte, la energía o las comunicaciones, así como los planes de libre comercio cada vez más globales, que se dio de forma general en los países industrializados durante la década de los 90 llevó a un aumento de la competencia entre las empresas que desembocó en el aumento sostenido de la oferta de las empresas de dichos sectores.

Efectos de la deflación

La deflación, más allá de la práctica caída en los precios, genera efectos negativos en la economía que suelen entrar en un círculo vicioso de efectos desaceleradores.

Por ejemplo, pongamos el caso de que el poder de gasto del consumidor cae, lo que lleva a una caída en la demanda. Los productos comienzan a bajar de precio en un intento de dar salida al stock. A medida que se desarrolla este ciclo, los consumidores siguen gastando menos, lo que lleva a más bajadas en los precios en un intento más desesperado de los comerciantes para dar salida al stock y al menos cubrir los gastos de las empresas. Los consumidores bajaran aún más la demanda al entender que los precios siguen bajando y podrán conseguir el mismo producto a un precio inferior en un futuro próximo.

Con este círculo en desarrollo, cada vez circula menos dinero con los consecuentes efectos negativos: una deflación prolongada es insostenible y es muy difícil de corregir. Las empresas comienzan a tener pérdidas al no poder darle salida a los productos y tener que hacer frente a los mismos gastos fijos con menores ingresos, esto llevará a recortes en platilla aumentando el desempleo, lo que alimentará la deflación.

A todo esto se le añade un aumento en los intereses a los que han de hacer frente los deudores. Aunque los tipos de interés no varíen, la caída en los precios hace aumentar la deuda de un crédito de forma proporcional.

El círculo deflacionario es cortado cuándo los precios han caído los suficiente para que consumidores y empresas puedan comenzar a nivelar de nuevo la oferta y la demanda o cuándo las posibles políticas puestas en marcha tengan el efecto buscado como veremos a continuación.

Medidas contra la deflación

Desde los gobiernos y autoridades económicas del país que se encuentra inmerso en un círculo de deflación se tiende a poner en marcha políticas y medidas dirigidas a aumentar la demanda para intentar ajustarla a la oferta. No obstante, la mayoría de economistas y expertos coinciden en que las medidas de prevención de la deflación son en las que se debería centrar un gobierno dado que una vez instaurado un proceso de deflación corregirlo es muy difícil.

Medidas en política monetaria: La propuesta más común contra la deflación desde las autoridades monetarias es la bajada de los tipos de interés. Con esta medida se busca que las entidades bancarias y financieras dispongan de fondos con mayor facilidad de forma que se fomente el crédito a familias para que aumente el gasto.

Medidas gubernamentales: Entre las medidas contra la deflación que pueden tomar las administraciones y gobiernos destaca el aumento del gasto público para poner dinero en movimiento y dinamizar la economía.

Normalmente, las medidas tomadas consisten en una combinación de ambas, facilitando el crédito y aumentando el gasto público.

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Fuente: efxto.com

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