Logran explicar por qué se producen atascos de tráfico sin causa aparente
Logran explicar por qué se producen atascos de tráfico cuando no hay cuellos de botella ni otras causas externas que los pudieran producir.
¿Se ha preguntado alguna vez qué provoca esos atascos de tráfico en las autopistas cuando no ha habido accidentes (ni siquiera en el otro lado), no hay obras ni ningún otro cuello de botella y la densidad de tráfico no parece muy alta? Un grupo de investigadores japoneses tiene la respuesta: Es Física pura.
Circuito experimental con veintidós vehículos circulando. Foto: Yuki Sugiyama |
Un experimento muy simple muestra que cuando la densidad de vehículos en una carretera supera cierto umbral la congestión de tráfico aparece debido a las inestabilidades inherentes de un sistema de partículas interactúantes. Es decir, bastan que haya unos pocos conductores inconsistentes sobre el asfalto para que se produzcan fluctuaciones que atasquen la carretera.
Dirk Helbing es un investigador que estudia la física de las interacciones sociales en el Instituto federal de Tecnología en Zürich (Suiza). Según él la causa de los atascos fantasma de tráfico es controvertida.
Unos creen que los atascos fantasma tienen una causa externa, como el tráfico de incorporación, la presencia de curvas, de cambios de rasante o incluso el cambio continuo de carril de los conductores idiotas. Sin embargo, otros mantienen que este tipo de atascos aparecen espontáneamente si la densidad de vehículos supera cierto valor crítico.
Yuki Sugiyama, físico en la Universidad de Nagoya (Japón), mantiene que las predicciones de estos modelos encajan con las observaciones del tráfico de las autopistas, pero nadie había realizado un experimento controlado.
Por tanto Sugiyama y sus colaboradores buscaron voluntarios que condujesen sus vehículos en un circuito especial de 230 metros de circunferencia (es increíble lo que pueden dar de sí unas condiciones de contorno periódicas) para así realizar un experimento que pusiera a prueba un modelo.
En un principio los vehículos fueron dispuestos a la misma distancia unos de otros. Además se dijo a los conductores que mantuvieran una velocidad de crucero de 30 km/h y una distancia de seguridad con el automóvil que estuviera delante. Al principio el tráfico era fluido y suave, pero como los conductores no mantienen exactamente la misma velocidad, al poco aparecían pequeñas variaciones en el espaciado de los vehículos. En menos de un minuto varios vehículos se apelotonaban en un punto de la carretera y los conductores tenían que reducir su velocidad o incluso detenerse según aumentaba la aglomeración. El umbral crítico en este caso era de 22 vehículos: si en el circuito se introducían 22 o más vehículos aparecían los atascos, pero eso no sucedía por debajo de ese umbral. Además este número era precisamente el que predecía el estudio teórico previo, algo que impresionó a los investigadores. Un artículo con los resultados fue publicado en New Journal of Physics.
Según Helbing, que no participó en el estudio, los investigadores del campo deberán de incluir a partir de ahora este efecto de la inestabilidad inherente en sus modelos de flujo de tráfico, y que este trabajo contribuye a la comprensión de situaciones en las que numerosos humanos interactúan entre sí. Aunque conseguir menos congestiones de tráfico a partir de este resultado requerirá de mucho más trabajo.
[FLASH]53[/FLASH]Video del experimento para encontrar evidencias de los mecanismos que producen congestión en el tránsito vehicular (Yuki Sugiyama y colaboradores)
Fuentes y referencias:
Traffic jams without bottlenecks.
Noticia en Science (requiere subscripción).
Fuente: neofronteras.com