Miscelánea y otros

Las mascotas minúsculas pueden conllevar peligros de salmonella

"Los roedores mascota pueden propagar bacterias. Deben ser considerados lindos pero contaminados", afirmó el Dr. Stephen Swanson, principal autor de un artículo que aparece en la edición del 4 de enero del New England Journal of Medicine. "Están en las escuelas, preescolares y centros de atención diurna de todo el país, y no queremos decir que no puedan estarlo, pero si los niños jóvenes los van a manejar, los padres y maestros deben tener en cuenta que estos animales pueden propagar bacterias".

La mayoría de los 1.4 millones de infecciones de salmonella que ocurren cada año en los Estados Unidos provienen de los alimentos, pero algunos provienen de contacto con los animales. También se han documentado casos relacionados a los animales provenientes de reptiles y anfibios, pollitos, patitos, gatitos y erizos.

Pero no ha habido una conexión real entre las "mascotas de bolsillo" como los hámsteres y los casos humanos de salmonella hasta un brote en agosto de 2004.

"Ese es el primer brote de etapa múltiple de salmonella jamás descrito por roedores mascota", apuntó Swanson. Mientras trabajaba como oficial de servicio de información de epidemias en los U.S. Centers for Disease Control and Prevention en el Departamento de salud de Minnesota, Swanson fue el autor principal de un informe de 2005 que conectó a los roedores por primera vez con los casos humanos de salmonella. Actualmente, es médico de enfermedades infecciosas pediátricas en el Centro médico del Condado de Hennepin en Miniápolis.

La pista comenzó el 30 de agosto de 2004 cuando una veterinaria de un distribuidor de mascotas de Minnesota notificó al Departamento de salud de Minnesota que dos hámsteres de un envío de 780 habían dado positivo en una prueba de salmonella, y que los animales morían en grandes números. Lo que la veterinaria no sabía es que la distribuidora de mascotas ya había enviado 243 de los 780 animales originales a 15 tiendas de venta al detalle en cuatro estados.

La cepa de salmonella involucrada era poco común, y los investigadores pudieron finalmente identificar 28 aislados que concordaban en humanos. De los 22 pacientes (o sus padres) que pudieron ser entrevistados, 13 (el 59 por ciento) había tenido contactos con roedores comprados en las tiendas de mascotas al detalle. Dos individuos (el 9 por ciento) se habían infectado a través de contacto con un paciente primario. Siete pacientes (el 32 por ciento) no parecían haber tenido ninguna exposición a los roedores.

Un niño de cuatro años de Carolina del Sur había estado hospitalizado por cinco días en junio de 2004. Nueve días antes de que enfermara, su familia había adquirido un hámster de una tienda de mascotas. El hámster murió dos días después.

En agosto de 2004, en Minnesota, un niño de cinco años se enfermó cuatro días después de que su familia comprara un ratón. El ratón murió a la semana de ser comprado.

Una mujer embarazada de 23 años de Missouri se enfermó después de comprar ratas y ratones vivos para alimentar a su pitón mascota. No se aisló la salmonella del cultivo de las heces de la serpiente, y los roedores y sus jaulas no estaban disponibles para ser evaluadas. El bebé de la mujer, nacido prematuramente después de que la madre enfermó, también tenía salmonella y pasó 56 días en cuidados intensivos antes de ir a casa.

Este no sólo fue el primer brote documentado, sino que la cepa involucrada también era resistente a varios medicamentos.

"Hubo un abuso diseminado de antimicrobianos dentro del sector [de las mascotas]", apuntó Swanson. "El uso de antimicrobianos contribuye potencialmente a la diseminación de tipos de salmonella resistentes a múltiples medicamentos".

El mensaje final: la gente puede y debe conservar sus mascotas siempre y cuando parezcan sanas. Pero los expertos señalan que unas sencillas medidas pueden salvaguardar la salud:

    * Lávese las manos con frecuencia, no sólo después de manejar la mascota sino también después de tocar las jaulas y camas.
    * No bese ni sostenga los roedores cerca de la boca.
    * No permita que las mascotas estén alrededor de áreas en que se consumen o preparan alimentos.
    * Manténgase alejado de una mascota que parece enferma o tiene diarrea, y no compre un hámster, ratón o rata que tenga alguna apariencia de enfermedad.
    * Los padres deben supervisar a los niños jóvenes que manejan mascotas y tienen contacto con sus ambientes.

Finalmente, tal vez sea aconsejable que ciertos individuos, como las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las mujeres embarazadas eviten el contacto con animales, ya que son una población particularmente vulnerable.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare – Derechos de autor 2007, ScoutNews, LLC

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Fuente: Healthday citado por medlineplus.gov

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