Estado vs. Mercado: Proyecciones económicas

Es imposible proyectar nuestra economía sin pensar en el comportamiento futuro del mercado petrolero. Las condiciones que han influido en su «boom» actual no son las tradicionales, es decir, no se trata de «shocks» políticos mundiales, aunque últimamente algo ayudan, sino de un alza sin precedentes en la demanda energética, apuntalada por países no convencionales, tales como China, India y Brasil, ello aunado a una oferta insuficiente de crudo que no proyecta resolverse en el corto plazo.

En este contexto, las proyecciones para nuestra economía son las siguientes:

1. No habrá una caída significativa en los precios petroleros en los próximos 18 meses. La cesta venezolana se mantendrá sobradamente por encima de los 50 dólares por barril, con altas posibilidades de dispararse a niveles desconocidos.

2. La producción petrolera venezolana se incrementará progresivamente hasta superar los 2,7 MMBD, principalmente explicada por la curva de aprendizaje de tres años que ha transitado PDVSA post paro, aún con los inmensos costos asociados a la terrible pérdida de experticia que representó sacar, por represalias políticas, a sus trabajadores más preparados y que le costó perder más de 30% de su capacidad. Por otro lado.

3. las empresas petroleras privadas se mantendrán en el país a pesar de los cambios de condiciones que les ha impuesto arbitrariamente el gobierno. La visión de cada una de ellas es ser la empresa petrolera más grande del mundo y no tienen otra opción que operar en la mina más grande del mundo, es decir aquí.

4. Con precios altos y exportaciones aseguradas, la posibilidad de una crisis fiscal se hace casi inexistente.

5. En el 2007 no hay riesgo de que Venezuela declare un «default» de deuda. Por el contrario, los bonos soberanos continuarán siendo atractivos y la capacidad de endeudamiento extranjero muy elevada.

6. Aún cuando este año la inflación cerrará cercana al 11%, en el 2007 les será difícil mantenerla bajo control, ante aumentos severos de liquidez, que se intensificarán a través de las misiones y nuevos proyectos de reparto de renta petrolera, los cuales el gobierno desarrollará para sostener su conexión líder-masa, incluso después de ganar las elecciones de Diciembre.

7. El gobierno radicalizará su control sobre la economía, y el foco serán los precios y el otorgamiento de divisas.

8. El gasto público seguirá en ebullición, reforzándose las misiones, que servirán de analgésico ante medidas económicas costosas (controles de importación que viene de cajón) y a la ineficiencia del gobierno para resolver los problemas clave de la sociedad (Vg.: la seguridad).

9. Durante el 2007, el gobierno devaluará,

10. pero no será superior a la inflación acumulada.

11. La lista Tascón cederá paso a la lista de sectores «piloto», puestos bajo el control del Estado y la de aquellos que podrán quedarse en manos privadas, no sin cierto velo controlador.

12. La realidad no será la misma para todos los sectores. Habrán algunos en amenaza constante, mientras que otros estarán llenos de oportunidades,

13. en un mercado caracterizado por un crecimiento de más de 7% de la demanda.

En definitiva, 14) el escenario económico para los próximos 18 meses es de crecimiento (más de 4% del PIB), pero estará signado por decisiones gubernamentales para cercar la economía, aunque no se llegue al extremo de «tomarla» radicalmente. 15) Veremos un entorno donde los derechos de propiedad privada estarán protegidos más por las relaciones políticas informales que por el marco jurídico local, el cual, por cierto, 16) será de nuevo modificado en función de los intereses del gobierno. 17) En este entorno, el empleado y asesor más importante del sector privado será el «lobbista», quien deberá conocer muy bien los intríngulis de la revolución.18) La inversión privada seguirá estancada ante los temores de control gubernamental, aunque 19) no se amenace «cubanísticamente» el patrimonio de las empresas, 20) todo esto bajo un esquema que dibuja perfectamente el modelo de la revolución: tanto Estado como sea posible y tanto mercado como sea ineludible.