Testimonios

Piratería en franquicias ahuyenta a los inversionistas

Pérdida de inversionistas y la creación de una mala imagen son dos de las consecuencias a las que se enfrentan las franquicias que han sido víctimas del robo de información, la cuál más adelante es utilizada para crear modelos de negocios similares, comentó Enrique Alcázar, director de la Consultora Alcázar & Aranday.

De acuerdo con el especialista, la piratería en la franquicia se da en varios niveles, pero "es en el copiado del modelo de negocio y marca los rubros la que más afecta a los franquiciantes, pues los inversionistas defraudados por franquicias piratas no confían en este modelo". 

Esta forma de piratería la realizan principalmente los empleados que han trabajado dentro de la empresa y tienen acceso a información privilegiada, la sustraen y con ella comienzan un negocio similar al original, creando confusión en los inversionistas. 

Esto se da por "la poca cultura de protección de sus marcas y de información confidencial", la cuál es mínima en el país, afirmó el consultor. 
Una de las formas más sencillas de detener a un negocio es comunicarle que está usando la imagen de una franquicia y exponer las consecuencias que tienen por hacerlo.

Las consecuencias son que además de las multas que impone la autoridad, el demandante está facultado para cobrar hasta un 40% de las ventas que haya tenido durante el tiempo que cometió la infracción.

Todo de Cartón, un testimonio

Todo de Cartón es una franquicia que comenzó su negocio con la primer patente de una caja de cartón que ahora se conoce como archivo muerto. Con 25 años de experiencia en la industria de las soluciones para organizar y almacenar diferentes materiales de oficina, es una de las empresas que sufre la piratería en cuanto al modelo de negocio, su propuesta y su marca.

Entrevistado por El Economista, Diego Elizarrarás Cerda, director general de la firma, recordó que en una ocasión, uno de sus extrabajadores, encargado de "llevar la imagen del negocio en la Ciudad de Guadalajara, eventualmente se separó del negocio y abrió uno con una imagen muy similar su propia empresa lo que confundía a los clientes".

Esta situación provocó que algunos de sus clientes  dejaran de hacer compras con ellos ocasionando una reducción en las ventas en los establecimientos de sus franquiciatarios dentro de esa ciudad.

El daño se hizo evidente cuando se dieron cuenta de que recibían solicitudes para abrir nuevas franquicias de cualquier ciudad de la república, menos de Guadalajara.
Una vez que se percataron de la existencia y como una forma de frenar el daño a la franquicia, "decidimos abrir una oficina de representación en la ciudad y relanzar el concepto para que fuera reconocido por los inversionistas", dijo Elizarrarás Cerda.

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Fuente: Omar Becerril – pymes.economista.com.mx

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