Consenso para las decisiones TI
Una de las tendencias que más cobra importancia por estos días es la participación de todas las áreas operativas del negocio en la toma de decisiones en materia de tecnología. Y es que si la plataforma de tecnología es un soporte fundamental y estratégico para toda la empresa, es interés común que ésta responda a las necesidades de toda la organización.
Las operaciones son sistemas vivos, dinámicos, que se alimentan de información diversa proveniente de las distintas unidades que componen la empresa. Es así como cada unidad debe proporcionar la información necesaria que permita "interconectar" cada pieza, en busca del objetivo común. Por eso es más que justificado, necesario, que los "dueños" de los distintos procesos faciliten la información y velen y se involucren en la materialización de la automatización de procesos y su interacción con los procesos de las demás unidades. Sólo así puede garantizarse un objetivo común, que se alimenta y multiplica con los esfuerzos individuales.
El otro escenario es que cada quien "reme para su lado". Es la garantía perfecta para que la empresa cuente con un conjunto de procesos, que pueden ser los más expeditos, desde una óptica individual, aislada, pero que no necesariamente se interconectan entre sí, de la forma más adecuada, mucho menos permiten un resultado eficiente de la gestión.
Bajo estas premisas, la visión de cada unidad, de sus procesos, debe ser representada por cada "cliente-unidad" a la hora de estar frente a la toma de decisiones sobre una aplicación, software o servicio TI en particular. No sólo porque estas decisiones afectan el conjunto de la organización sino porque lo ideal es que sean seleccionadas bajo la figura del consenso, dando prioridad a lo que así lo merece.
Si las áreas del negocio no se involucran en esta dinámica mucho menos otorgarán importancia a las prioridades en función del bien común sino que se corre el riesgo de propiciar un terreno perfecto para la lucha de intereses, fatídica para el negocio y para el clima organizacional. Lo que sucede es que no todos los proyectos pueden ser ejecutados al mismo tiempo, ya sea por razones presupuestarias, de recursos humanos y técnicos, en fin. Es cuando la figura de un ente, en el que todas las áreas allí representadas, asume dicha toma de decisiones, garantizando el éxito en cada ejecución.
Fuente: Mariam Larrazábal – El Nacional
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Fuente: Mariam Larrazábal – negociosytecnologia.net