Miscelánea

Ya no somos Homo Sapiens sino Homo @ludens

En la Game Developers Conference que se hizo en San Francisco, (Estados Unidos, evento del 19 al 21 de marzo 2014), Facebook reveló estadísticas impresionantes respecto de los usuarios. De los 1,300 millones de usuarios activos mensuales, muchos de ellos se dedican a jugar. Así es, aproximadamente un cuarto de todos los usuarios activos – 375 millones de personas – están por lo menos conectados a algún juego de Facebook, tomando como referencia un mes.

Hace tiempo que se acuñó la idea que nuestra especie, – más que ser criaturas racionales, – "homo sapiens"-, somos seres lúdicos; más juguetones que grandes pensadores, por decirlo así. Incluso hay un libro (un clásico) muy destacado, que lleva precisamente el nombre de "Homo ludens" (1938). Es del profesor, historiador y teórico de la cultura Johan Huizinga.

El libro de Huizinga resalta la importancia de la "significación del juego como fenómeno cultural". Y hace una acabada descripción de varias culturas, donde el juego se fue metiendo en las leyes, el arte, la poesía, la música y también la religión como algo esencial.

Esto tiene como trasfondo el empleo del ocio. Los latinos hablaban del nec-otium (negocio), como la negación precisamente de la inacción, del tiempo libre. Para los viejos romanos, el "otium" era lo que hacíamos sin estar ocupados en algo rutinario, un trabajo. Algo, por otra parte, a lo que se podían dedicar quienes no eran esclavos, o tenían suficiente patrimonio como para dedicar tiempo al arte, a la música, las cometencias o inventar cosas.

Indudablemente que sea de la esencia del hombre y del desarrollo social el jugar, es una tremenda hipótesis. Pero que la vida ya no es sueño sino "juego", está trayendo consecuencias, y  la evidencia de Mark Zuckerberg que entrega en el Game Developers Conference es una de ellas . Hay, por otra parte, bastante ocio y juego en el mundo actual, pero esto es un ocio tecnológico y muy rentable, ya que las cifras de ingresos por conceptos de software de juegos, sean estos de consola o en línea, son gigantes.

¿Qué más hay de trasfondo en tanto juego? Al parecer la hipótesis de Huizinga que "no somos tan razonables como gustaba de creer el siglo XVIII"…. y que "me parece que el nombre de Homo ludens, el hombre que juega, expresa una función esencial" comienza a tener evidencias. En un estudio interesante del Profesor español Jesús Gómez sobre "el homo ludens de Johan Huizinga", entra más en el detalle de la hipótesis. No es sólo el juego una función humana como el trabajar, pensar o sobrevivir, sino además un elemento crucial en la construcción de las sociedades.  Son precisamente los hábitos o costumbres,  aquellos manifestaciones que van haciéndose colectivas,  lo que va construyendo la cultura. Y el juego tiene un rol importante en la cultura.Y el juego está presente no sólo en la poesía o en la música, sino en las leyes, el deporte o en la guerra. Y no son sólo acabadas teorías de juego, sino algo básico de nuestra naturaleza. Se entra en un juego para competir.

Competir y salir airoso está en la base también de los negocios, y llega con todo a las redes sociales. Exaltando el carácter lúdico de casi 400 millones de seres humnaos, y de trasfondo todo una industria tremendamente competitiva.  Probablemente seamos el primer peldaño del "homo @ludens", el primer eslabón de un nuevo ser que vive conectado a plataformas comunes de juego vía Internet, software que está en constante evolución, con millones de participantes globales.

Estamos hablando de plataformas abiertas a toda la humanidad que se conecta a la Internet. La vieja "aldea global" será ahora una aldea ludica. Tendremos de manera creciente gente en línea jugando póker, backgammon o cualquiera de los muchos juegos; veremos a un chilote jugando con un maorí y/o con o un chino. El juego estará en el sustrato de la construcción de nuevos hábitos colectivos que darán paso a culturas extendidas, más transversales, con una serie de símbolos comunes. Tendremos que ver como evoluciona, porque el "homo @ludens" de la Internet recién comienza.

Fuente: Ernesto Evans – eldinamo.cL

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