BPM o la tecnología como herramienta de apoyo a la gestión de riesgos operacionales
Los nuevos desarrollos regulatorios, especialmente los relacionados con Basilea II, han convertido el riesgo operacional en un punto clave para los directivos TIC del sector financiero. Los riesgos operacionales han sido gestionados con soluciones específicas en las que los departamentos desarrollan varías políticas y procedimientos de soporte. Además, las incidencias de riesgo se han gestionado habitualmente mediante auditorias que no permiten identificar los potenciales riesgos con antelación como para evitarlos, las consecuencias asociadas a un fallo operacional son cada vez mayores. Los procesos de gestión de riesgo deben ser analizables de forma cuantitativa e incorporar una ligazón íntima con todas y cada una de las áreas que componen la institución.
El acuerdo aprobado en 2004 por el comité de Basilea introduce un marco regulatorio para la gestión de riesgos operacionales en instituciones financieras. La adopción de Basilea II supondrá, por tanto, que los bancos contarán con una gestión del riesgo operacional más extensa, sistematizada, flexible y eficiente, pero ello implica necesariamente una adaptación del software a los nuevos requerimientos. La implementación de Basilea II puede presentarse en un principio como un reto tecnológico problemático y costoso para las organizaciones financieras. Sin embargo, hay una buena noticia detrás de esta aparente dificultad, y es que esas inversiones en TIC pueden ser aprovechadas para proporcionar notables ventajas a la empresa, más allá de los requerimientos regulatorios. Para un número cada vez mayor de directores de sistemas, BPM (Gestión de procesos de Negocio) es la mejor herramienta para monitorizar y controlar los riesgos operativos, por su capacidad para coordinarla ejecución de las diversas tareas realizadas tanto por los sistemas de información como por el personal de una organización. BPM ofrece un método muy adecuado para afrontarla gestión del riesgo operacional.
El modo en que se gestionan los procesos en una organización determina el nivel de control que se tiene sobre el negocio. Los procesos de negocio relacionados con la gestión de riesgos operacionales están a menudo «errados» entre las aplicaciones. Los elementos de conectividad y las prácticas de trabajo del personal de la organización financiera; estos procesos han evolucionado a lo largo de los años y han podido crecer a través de fusiones y adquisiciones. Todo ello hace difícil comprender exactamente cómo funciona un proceso y quien es el responsable de cada uno de ellos. Por eso es fácil que ocurran fallos en la gestión de riesgos operacionales.
Las soluciones BPM comprenden un conjunto de herramientas que permiten crear, transformar y agilizar los procesos y tareas tanto internas como externas, generando una capa de procesos independiente que separe los del entorno tecnológico y de datos subyacentes. Gracias a esa capa, los procesos operacionales relacionados con el riesgo operacional pueden «salir a la luz» y ser claramente visibles para los gestores. BPM hace modelar y gestionarlos de forma dinámica para optimizar el control, la eficiencia y la flexibilidad. Permiten comprender cómo funciona la empresa, gestionar las operaciones más de cerca y ofrecen información sobre procesos críticos útiles para perfeccionar los mecanismos de control
Controlar el riesgo operacional a través del BPM
En el fondo de cualquier estrategia de riesgo operacional hay dos requerimientos clave e interrelacionados entre sí: la necesidad de automatizar y gestionar procesos de negocio y la necesidad de recopilar la información necesaria para tomar decisiones a tiempo y bien documentadas. Además de mejorar la eficiencia operacional y disminuirlos costos, la automatización proporciona un completo seguimiento de las actividades que llega hasta cada rincón de la empresa. Permite a las organizaciones identificar rápidamente en qué punto fallan los procesos con más frecuencia o dónde son habituales los errores humanos, en actividades como la introducción de datos en los sistemas informáticos. BPM permite a los gestores de riesgo saber quién hace qué y cuándo lo hace.
Los beneficios de la incorporación de BPM ala gestión de riesgos operacionales son muy reales y tangibles: una mejora de la eficiencia a través de la automatización de extremo a extremo. Mejora en las capacidades para cumplir con estándares y regulaciones del mercado; reducción de costos; BPM ofrece soporte a decisiones de negocios más efectivas y mejora el control de riesgo, proporcionando información de gestión precisa y en el momento adecuado.
La mayoría de las tecnologías, como BPM, han sido diseñadas con los beneficios empresariales en mente y el cumplimiento de las regulaciones en un segundo plano. Invertir para mejorar la gestión de los riesgos operacionales es un reto, pero también una oportunidad para que las empresas de servicios financieros puedan explotar su capital su capital de forma más efectiva, reducir costos y obtener una visión integrada de sus clientes y su negocio. Al proporcionar una rápida definición, automatización y monitorización de los procesos, BPM permite a las organizaciones estandarizar y emplear procesos de gestión de riesgos basados en los mejores modelos a seguir. BPM se convierte así en la piedra angular de la empresa ágil.
(*) El autor es consultor de la unidad de negocio de BPM de Software AG.
Fuente: Félix Arranz (*) – Computerworld Venezuela