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Emir Kusturika visita Caracas

El pasado viernes 18 de abril, la ciudad de Caracas tuvo la oportunidad de contar con la presencia del aclamado director de cine serbio, Emir Kusturica, quien con tal sólo diez películas filmadas, actualmente posee el record mundial por recibir la mayor cantidad de galardones en el festival de Cannes, incluyendo dos Palma de Oro en 1985 y 1995, dos premios de jurado en 1985 y 2004, y el premio por mejor director en 1988.
 
Emir Kusturika (Weltexpress)Este ex soldado yugoslavo, luego de graduarse de la famosa academia de artes de Praga en 1978, se inicia en el mundo cinematográfico a los 23 años para realizar de manera interminable, según cuenta él mismo, una misma película. Su misión es contar historias acogedoras que llenen al espectador, sean las mismas fuertes o crudas, sin tener que someterse bajo el régimen del mundo moderno y específicamente, la industria de Hollywood.

Durante una rueda de prensa llevada a cabo en el Celarg, Kusturica narró los crímenes cinematográficos que está cometiendo esta ciudad californiana. Para Emir, es inentendible cómo una industria que creó clásicos como "Taxi Driver" y "Raging Bull", hoy en día sólo piensa en producir películas de entretenimiento basura sin tomar en cuenta las millones de historias que suceden día a día en el mundo. Historias que por ser reales, fácilmente pueden conectar a personas a través de las películas, haciendo al mundo entero más unido y sensible.

Kusturica dejó a toda la sala con un planteamiento muy interesante: "Supongan que baja un hombre del planeta Marte a la tierra y por suerte cae en la ciudad de Los Angeles. Si a este marciano lo pusieran a ver todas las películas que produce esta ciudad, terminaría con una concepción errada de lo que es el mundo hoy en día. Juraría que todos somos felices, que no existe ningún problema entre Palestina e Israel, que no hay pobreza, hambre ni miseria en Africa, etc, cuando en verdad no es así."

Por lo tanto, Emir propone que todos debemos luchar para que Hollywood no acapare las salas con estas películas de mero entretenimiento, sin dejar espacio a películas cultas, interesantes y verdaderas -y entretenidas también- que pueden unirnos más que films como 27 Dresses o Harold and Kumar 2. Nuestro granito de arena viene al exigir mejores películas a sus creadores, al promover festivales o apoyar a cineastas independientes de cualquier país.

Aunque puede sonar extremo este discurso, a mi manera de ver, Kusturica hace bien al iluminarnos con este problema, pues desde hace unos años, las salas de cine nos narran cada vez más historias vacías y menos entretenidas, cuando realmente existen profesionales con la capacidad y las ganas de abrirnos un mundo lleno de, desde sueños y fantasías, hasta dramas y miserias.

Fuente: Juan I. Avella – recordreport.net

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