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Postales de Bohemia, Conny cuenta y canta, la obra que nos permite revivir…

Katty Rubesz, dramaturga y Directora, nos presenta un trabajo teatral que nos promueve sentimientos, recuerdos y añoranzas, colocando al espectador de nuestro país, en un pasaje de vivencias emotivas. En el que la música en vivo, las actuaciones, las voces, son portadores de un mensaje, que intenta reconfortarnos con el país que hemos sido y nos impulsa  al reencuentro de nuestra venezolanidad; en un espectáculo de factura emocional.
Por: Julio C. Alcubilla B.
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Posiblemente si me propongo  a olvidarme de la experiencia vivida, de las emociones experimentadas el día de ayer, en su penúltima función de ésta temporada (hoy es la última función); e intento  comprometerme con mi rol objetivo crítico, hilvanando así posiciones de mis antecesores, los cuáles alegan que ésta pieza propone una semblanza muy vernácula, o que induce al actual espectador a realizar una búsqueda de los personajes históricos que la sustentan, e incluso, que su efecto más trascendente, es para aquellos que como yo, estamos entrando a la tercera edad… Dejaría de apreciar las razones que me motivan probablemente, ésta crítica generosa, intentando mostrar ante mis lectores,  lo leído en el trabajo escénico de un colectivo, que propone su esfuerzo en la interpretación actoral, que nos permite jugar con cada uno de sus personajes y nos seduce por las voces de su canto. Que sin ser académicas nos entretienen, bajo  el delicioso acompañamiento musical en vivo.

Un trabajo actoral convincente, que en muchos momentos se hace trascendente. En ésta obra revivimos el humor, la alegría de lo que hemos sido los venezolanos, la conexión con nuestro pasado, conocemos o reconocemos, hasta el punto de intimar, con las personalidades y el intelecto de 5 personajes iconoclastas de la bohemia del siglo XX.

Postales de Bohemia,  Conny cuenta y canta,  es la referencia para unirnos en nuestro arsenal histórico: Conny Méndez, el personaje central, la iniciadora de la metafísica en Venezuela, se desdibuja de su rol místico, para mostrarnos su identidad de artista y cantautora. Junto a ella, cuatro personajes emblemáticos de la época, que arman la representación de la idiosincrasia de un tiempo y modo de nuestra historia. En el que a través de un espejo se expone la controversial y "Divina" poetisa mexicana Pita Amor; la primera humorista gráfica de Venezuela Ana Jacinta Crespo (Ninón, nieta del General Joaquín Crespo); Francisco Delfín Pacheco, uno de los músicos pioneros del género cañonero caraqueño, (abuelo de la dramaturga y directora) y el poeta gastronómico oriundo de Lara, Rafael Michelena Fortoul, alias "Chicharrita".

Más allá de la lectura "sensible,  en ese recordar la Venezuela que hemos sido y probablemente, el país que estamos perdiendo", es una obra que nos entretiene, propiciándonos momentos de humor, despertándonos el amor, la alegría y hasta la catarsis colectiva… pues el espectador sale de la escena, envuelto en una magia. Katty Rubesz, toma a cada uno de los personajes construyendo una trama que es catapulta de anécdotas, vivencias, confidencias y amores frustrados, los cuáles se conectan y llevan al espectador, a un rol de amigo cercano. Logrando afianzar nuestro sentido de pertenencia, allanando nuestra lectura humana, invadiendo casi siempre nuestras emociones. 

A modo de definición, luego de revisar mis notas, redactadas, como es mi costumbre… en esa penumbra que como espectador me tomo como licencia… resumen en parte mi experiencia: "gestualidad envolvente", "voz que se proyecta en escena, a través de un verbo sin complicaciones y un canto, para el alma", "un trabajo dramático claro, sin estridencias lingüísticas". "Ruperta, su entrada, es la de la nana, la de la madre sustituta, la que siempre nos consintió a través de su cocina y aromas", "El texto despierta la risa espontánea, un trabajo de recopilación de frases, pensamientos y estudio, de cada personaje, para hacer de ellos un retrato de lo que ha sido nuestra sociedad", "Las creencias de Conny Méndez, se hacen poesía en la escena", "Las canciones hilvanan la acción  y sustituyen en equilibrio al texto dramático, permitiendo que la escena se enriquezca y conectándonos con su discurso". "Uno  tras otros los parlamentos jocosos, picantes, intelectuales y por momentos punzantes, nos muestran un ritmo chispeante, que mantiene al espectador atento y divertido", "El texto nos invita a pasearnos al pasado de Venezuela, sus costumbres añejas, huelo a canela, clavo, papelón, dulcitos criollos, en franca conversación con la personalidad de estos personajes que me rodean y la poesía costumbrista que me acerca al contacto". "Cada personaje es balance del otro y a la vez catapulta de sensaciones teatrales"…. Así se suceden un grupo más de mis valoraciones, escritas en el momento que veía la obra…El vestuario, se aproxima a la época, flanqueado por una cromática basado en la estética del contraste. Esta obra, lo que no nos presenta en la producción  técnica, considerando éste punto, como aquel que busca un registro de características trascendentes;  lo logra, en esfuerzo actoral, vocal, musical… y nos permite, a través de un formato musical, reflejo de nuestra idiosincrasia como ya he apuntado, reconocer el trabajo de cada uno de los actores y actrices  en el elenco…

Logré entrevistar a Katty Rubesz, antes de la función, me permito acercar al espectador a sus declaraciones más importantes, referentes a su concepción dramatúrgica, que luego verán desplegadas en la publicación de la entrevista completa, en una segunda entrega,…"Parto de la premisa, de que quise rendirle un homenaje a mi abuelo, Francisco Delfín Pacheco, autor de "El Cumaco de San Juan", "Ruperta" y piezas musicales de aquella época del género de música cañonera, del mismo siglo XX. Pero a partir de él, consideré que me faltaban más personajes, que fueron emblemáticos en la Venezuela del siglo XX y que de alguna manera, fueron olvidados".

Lo esencial de cada personaje…
CONNY MÉNDEZ si bien es cierto que su factura física podría no hacernos pensar en la fisonomía de éste personaje, Conny Méndez vive en Norma Monasterios y se trasmite en la escena, su alma está presente, deambula en el escenario, nos contagia con su risa y amor. Su voz y canciones, nos comprometen e indiscutiblemente nos acercan, logrando entender la dimensión de éste personaje y su fuerza, más allá de lo terrenal, que nos permite reconocer que evolucionamos en lo trascendente… PITA AMOR, hace un rapto en la escena, nos toma a todos los espectadores como asalto, porque su fuerza, histrionismo y poder, nos hacen acólitos de éste personaje. Su voz al cantar, es referencia y grito del alma, es sensualidad manifiesta desdibujada, a través de un irreverente temperamento y controversial existencia. Pita nos sumerge en ese deseo morboso de ser mirones de su existencia, produciéndonos controversias. Nos lleva a la risa espontánea…se propone envenenarnos con su talento y lo consigue. RUPERTA, la referencia, el momentum, la buscada en nuestra memoria a través de una canción, Ruperta nos hace pedirle abrigo y dulces de su creación. ANA JACINTA CRESPO…verdades ocultas, lenguaje rico colmado de feminidad, es el personaje del análisis sensato, el que se reconoce y se acompaña, en su micro mundo de existencias románticas inconclusas. CHICHARRITA, la frase oportuna, el encantador de serpientes, el seductor latino, la voz de escuela, el que convence entre gestos, verbo y música, para elogiar el trabajo en la escena. FRANCISCO DELFIN PACHECO… más que una síntesis del personaje histórico, se nos muestra esa atmósfera reconstruida, a través de su memoria más bohemia, menos invasiva, más poética. Un joven talento lo acompaña, lo cual nos permite imaginar, quien le brinda su costumbrismo y quien lo nutre como expresión.

El elenco estuvo representado por: Marisol Matheus como PITA AMOR,  Norma Monasterios, como CONNY MENDEZ,  Claudia Nieto como ANA JACINTA CRESPO, Jesús Hernández como "CHICHARRITA",  Jean Manuel Pérez como FRANCISCO DELFIN PACHECO, Mery Rosales como RUPERTA. El Director musical Rafael Perez, Rafael Archila en el Saxo o Clarinete, William Rivillas en Contrabass Guitarra y Darmi Romero en la Percusión.

Fuente: Li. Julio C. Alcubilla B.-
Artes Escénicas

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