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Death to Spies, video juego de espionaje

Es impresionante la cantidad de videojuegos que aparecen en la Segunda Guerra Mundial, una fuente de inspiración inagotable para los desarrolladores. Casi todos los meses aparece una nuevo FPS en el que nos invitan a liberar Europa del nazismo. Curiosamente, no es el caso de Death To Spies, un título de espionaje que sustituye la infiltración tradicional. Amigos espías, es hora de afilar los cuchillos, nos vemos justo detrás de las líneas enemigas.

Death To Spies nos pone en el pellejo de un soldado americano al que le gusta hacer ruido mascando chicle, más bien en el papel de un espía ruso desdichado. Capturado por los Nazis al principio de la aventura, el hombre ve obligado a contar sus aventuras furtivas a los carceleros. Y es ahí donde tendremos que intervenir. Nos toca descubrir las aventuras del espía a lo largo de 11 niveles, toda una vida. Nuestras armas serán el teclado y el ratón, todo para descubrir la forma en que el Ruso es capaz de penetrar en el centro de las líneas enemigas con el fin de ocultar documentos secretos, de secuestrar funcionarios, de liberar presos soviéticos, o incluso de realizar algunas maniobras de sabotaje.

Death To Spies se presenta en realidad como una mezcla entre Splinter Cell y Commandos. Con perspectiva en tercera persona, todo será bueno si conseguimos avanzar en el juego: arrastrarse por el suelo, asesinar silenciosamente a un centinela que estaba colocado en el peor sitio, robar uniformes… Pero no será fácil, los soldados enemigos permanecerán alertas y no dudarán en venir a ver lo que pasa en caso de ruido sospechoso. Mejor, cuando robes un uniforme, mira primero que no esté manchado de sangre y que el resto de tu equipamiento corresponda a su nueva identidad. Resulta de lo más divertido saludar a un funcionario con nuestro uniforme del Wehrmarcht, con una metralleta del ejército ruso en la bandolera. El mínimo ruido se paga caro y los errores graves con la vida. Death To Spies no va dirigido a gamers de gatillo fácil, pese a que de vez en cuando tendremos que usar las armas.

Como en Comandos, el mapa nos indicará la posición de los guardias más cercanos así como la zona que barre su mirada. Su postura (de pie, puesto en cuclillas o dormido) influirá por supuesto sobre su capacidad para detectarnos. ¿Movilidad o discreción? Cruzar una carretera, subir hasta un mirador para estrangular a un centinela torpe, transportar un cuerpo detrás de la espalda de los guardias, es tu sangre fría la que determinará el éxito.

Desde un punto de vista puramente técnico, Death To Spies corre el riesgo de fracasar ante los jugadores más exigentes. Los gráficos son buenos, pero no brillan especialmente. Las texturas son gruesas y los distintos efectos visuales parecen de hace algún tiempo, pese a todo la arquitectura compleja de algunos niveles y su eficaz jubabilidad nos dejan predecir un agradable futuro para el título. Clásico pero bien construido, Death To Spies podrá sin duda alguna seducir a los aficionados al género.

Fuente: gameover.es

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