Política y economía

La OMS y China: el deber incumplido

(read version in English here)

A pesar de las críticas que muchos podrían arrojarle, la ONU es una enormemente importante organización que permite el encuentro de gobiernos de muy distintas, a veces opuestas, tendencias, en todo sentido, desde lo político, cultural, religioso, sociológico y de otra índole, gracias a lo cual se han logrado evitar conflictos y, en algunos casos, también se ha podido armar colaboración para atender emergencias humanitarias.

Dicho esto, hay que recordar que la ONU es una organización de gobiernos, no necesariamente -o casi nunca- representandolo a Usted, o a las personas en general; la ONU es un "club", subrayamos, de gobiernos. Por ello es posible y permisible, que, dentro de la ONU, paises de gobiernos tan opuestos como las cerradas dictaduras de China o Cuba, formen parte de la Comisión de Derechos Humanos (2018-2021), junto con sólidas y abiertas democracias como las de Austria o Dinamarca.

Esta resumida explicación de la razón de existir de la ONU llega para intentar hacer entender porqué es solo natural que ocurra lo que vemos en la Comisión de Derechos Humanos, del mismo modo que lo es para comprender las políticas y acciones que frecuentemente observamos de otras oficinas de la ONU. Recuerde, la ONU es una organización necesaria, primero y principalmente, para permitir que se entiendan todos los gobiernos del mundo, su función principal no es promover los deseos particulares de libertad y democracia de Usted, respetado lector… De ahí que, si observa algún desliz contrario a su opinión, el mismo no es necesariamente opuesto a los objetivos de la ONU.

Toda esta perorata viene a propósito de las comunicaciones que se han visto desde inicios del año 2020 en la OMS, una oficina, recordemos, de la ONU. Desde donde se ha visto una tendencia de apoyo reciente a las declaraciones y políticas de China, con consecuencias negativas para la imagen de la OMS, y, particularmente, a la credibilidad de su actual Director General, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Aunque, repetimos, la rai·son d'ê·tre de la ONU es permitir e incentivar el entendimiento entre gobiernos, comprendemos a quienes se han preocupado por esta situación, por apreciar que relacionan a la OMS únicamente con cuidar la salud de todas las personas, siempre colocando esto por encima de cualquier motivación o preocupación de índole política o, mucho menos, económica.

Es para ellos que hemos escogido un estupendo artículo escrito por Michael Collins, investigador del Consejo de Relaciones Exteriores, quien con su texto se adelantó meses a muchos acontecimientos dentro de la OMS…


La OMS y China: incumplimiento del deber

Por Michael Collins (*) – Council on Foreign Relations

La débil respuesta de la OMS al mal manejo de China del brote de COVID-19 ha lavado la imagen de China a expensas de la credibilidad de la OMS. Ha llegado el momento de un liderazgo claro de la OMS basado en la ciencia y no en la política.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se fundó en 1948 con el objetivo elevado de garantizar el logro del mayor nivel posible de salud para todas las personas. En los años posteriores, la organización ha sido fundamental para controlar o erradicar las enfermedades transmisibles e invertir en la capacidad de atención médica en todo el mundo. Sin embargo, la OMS se enfrenta ahora a una creciente crítica internacional por la enorme influencia china en la respuesta de la organización al brote de COVID-19.

El Director General (DG) de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha sido un defensor abierto de la respuesta al COVID-19 del gobierno chino. El 28 de enero, Tedros se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, en Beijing. Después de la reunión, Tedros elogió a China por "establecer un nuevo estándar para el control de brotes" y elogió al liderazgo superior del país por su "apertura a compartir información" con la OMS y otros países. Sin embargo, en Wuhan, el epicentro del brote de COVID-19, los funcionarios chinos estaban ocupados arrestando y castigando a los ciudadanos por "difundir rumores" sobre la enfermedad, mientras que los censores en línea controlaban el flujo de información. A pesar de la creciente evidencia del mal manejo del brote por parte de China y la creciente indignación interna de China por la censura del gobierno, Tedros permanece impasible. El 20 de febrero en la Conferencia de Seguridad de München, Tedros se redobló en sus elogios a China al afirmar que "China le ha comprado tiempo al mundo".

En contraste con sus efusivos elogios a China, Tedros ha criticado rápidamente a otros países por sus respuestas al brote. Llamó a las naciones a no limitar los viajes con China y advirtió contra la "recriminación o politización" del brote. La cobertura nacional de noticias chinas destacan de manera destacada los elogios de Tedros a Xi Jinping y las críticas a los gobiernos extranjeros.

Más preocupante es la demora de Tedros en declarar al COVID-19 una emergencia de salud pública de interés internacional (PHEIC). El 23 de enero, el comité de emergencia de la OMS se dividió sobre si declarar un PHEIC. Con la autoridad final en manos de la DG, Tedros decidió esperar a pesar de admitir que "esto es una emergencia en China". Una semana después, se declaró PHEIC. En ese momento, los casos confirmados de COVID-19 se habían multiplicado por diez con 7.781 casos en 18 países. John Mackenzie, miembro del comité ejecutivo de la OMS, declaró públicamente que la acción internacional habría sido diferente si no hubiera sido por la ofuscación "censurable" de China de la extensión del brote.

La influencia de China en la OMS también es evidente en el tratamiento de Taiwán por parte de la organización. Desde que China se adhirió a la ONU en 1971, ha bloqueado periódicamente la membresía de Taiwán en la OMS debido a que la isla gobernada democráticamente, (la consideran) parte de China. De 2009 a 2016, China permitió a Taiwán unirse al órgano de toma de decisiones de la OMS, la Asamblea Mundial de la Salud, como observador, bajo el nombre de "Taipei Chin". Después de la elección del presidente Tsai Ing-wen en 2016, las relaciones a través del Estrecho se enfriaron y China bloqueó completamente la participación de Taiwán.

La exclusión de Taiwán tiene consecuencias muy reales durante las emergencias sanitarias mundiales. Primero, la OMS es una fuente de información indispensable para los departamentos de salud de los países. Sin membresía, Taiwán depende y debe confiar en el departamento de salud de China para obtener información sobre brotes, a menudo con demoras que varían de varios días a semanas. China ha recibido información durante el brote de COVID-19, pero no hay garantía de que la cooperación futura deje a Taiwán en una situación precaria.

La OMS ignora a Taiwán: el mundo paga el precio.
A pesar de su respuesta temprana y decisiva contra COVID-19, Taiwán fue excluida de la reunión de emergencia de la OMS el 22 de enero.
Más tarde, cuando se les preguntó directamente sobre la estrategia de Taiwán y sus resultados positivos, la OMS no aceptó la pregunta y cerró la conversación con la frase "ya hemos hablado de China"…

En segundo lugar, la inclusión de Taiwán por parte de la OMS como parte del territorio de China exagera la magnitud del brote en la isla que lleva a consecuencias económicas y diplomáticas inmerecidas. Los casos continentales de COVID-19 ahora están (en febrero al momento de escribir esta nota) por encima de 70.000 con más de 2.500 muertes. Taiwán solo ha reportado 32 casos confirmados hasta la fecha. Sin embargo, varios países, incluidos Italia, El Salvador, Mongolia, Vietnam y Filipinas, utilizaron la clasificación de países de la OMS como justificación para restringir los viajes desde Taiwán. Mientras que Filipinas y Vietnam eventualmente revirtieron sus prohibiciones de viajar a Taiwán, la continua exclusión de la nación isleña de la OMS significa que es probable que se repita ese error.

La inacción del Dr. Tedros contrasta fuertemente con las acciones de la OMS durante el brote de SARS de 2003 en China. Luego, el Director General de la OMS, Dr. Gro Harlem Brundtland, hizo historia al declarar el primera advertencia de viajes de la OMS en 55 años que recomendaba no viajar hacia y desde el epicentro de la enfermedad en el sur de China. El Dr. Brundtland también criticó a China por poner en peligro la salud mundial al intentar encubrir el brote al aplicar su habitual libro de jugadas arrestando a los denunciantes y censurando a los medios.

¿Qué ha cambiado en las casi dos décadas desde la epidemia de SARS? Como siempre, es importante seguir al dinero. Desde su fundación, la OMS ha requerido contribuciones presupuestarias voluntarias para cumplir con su amplio mandato. En los últimos años, la OMS se ha vuelto más dependiente de estos fondos para abordar los déficits presupuestarios. Las contribuciones señaladas de los países han crecido solo 3% desde 2014. Las contribuciones voluntarias extrapresupuestarias han crecido 18% de $ 3,9 mil millones en 2014-15 a casi $ 4,7 mil millones en 2018-19. Esta dependencia de las contribuciones voluntarias deja a la OMS altamente susceptible a la influencia de países u organizaciones individuales.

Por su parte, las contribuciones de la OMS en China han crecido 52% desde 2014 a aproximadamente $ 86 millones. Esto se debe en gran parte al aumento de las contribuciones señaladas de China, que se basan en el desarrollo económico y la población de un país. Sin embargo, China también ha aumentado ligeramente las contribuciones voluntarias, de $ 8,7 millones en 2014 a aproximadamente $ 10,2 millones en 2019. Si bien esto palidece en comparación con la contribución de Estados Unidos en 2018-19 de $ 893 millones, las crecientes contribuciones de China se deben a su influencia en las Naciones Unidas, que viene aumentando, mientras el liderazgo de los Estados Unidos está disminuyendo. En el futuro, China podría parecer un socio más confiable para las organizaciones que dependen del apoyo financiero de los miembros como la OMS.

China también fue un aliado importante de Tedros en las elecciones de DG de la OMS en 2017. Meses antes de las elecciones, Tedros fue invitado a hablar en la Universidad de Pekín, donde pidió una mayor cooperación entre China y el Sur Global en temas de salud. El apoyo de China a Tedros valió la pena de inmediato. El día después de su victoria electoral, Tedros confirmó a los medios estatales chinos que él y la OMS continuarán apoyando el principio de "Una China", que reconoce al gobierno de Beijing como el gobierno chino legítimo. Tres años después, el apoyo duradero de Tedros a la respuesta de China a COVID-19 muestra que su temprano apoyo para él todavía está pagando dividendos.

La débil respuesta de la OMS al mal manejo de China del brote de COVID-19 ha lavado la imagen de China a expensas de la credibilidad de la OMS. La tasa de infección en China parece estar disminuyendo, pero el riesgo de una pandemia mundial está aumentando. Ha llegado el momento de un liderazgo claro de la OMS basado en la ciencia y no en la política.

 (*) Michael Collins es investigador asociado de Estudios de Asia en el Consejo de Relaciones Exteriores.

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Foto de cabecera: dw.com/Picture Alliance/AP photo/Naohiko Hatta

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Fuente: THP / cfr.org

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