Inclusión y ciber-libertad

Lo que se jugaba en Dubái

Desde el 3 al 14 de diciembre en Dubái se reunió la Unión Internacional de Telecomunicaciones o ITU por sus siglas en inglés, para revisar las reglas de juego de las telecomunicaciones luego de 24 años. En 1988, la última vez que fueron revisadas, la internet daba sus primeros pasos, por lo que escasamente nadie las tomaba en cuenta a la hora de ser regulados.

En 2012 internet llega a 2 mil millones de personas. Cada día gana más espacios, cada día cambia los modelos de negocios de industrias completas. Hace 20 años una librería estaría poco preocupada por una librería en línea, hoy deben ver por encima del hombro donde está Amazon y qué nuevo quiere vender y cómo… ¿Cuándo fue la última vez que mandó una carta? ¿Y un correo electrónico? Aún más allá, hoy cuando nos hablan de conferencias telefónicas o video conferencias no tenemos que ir a un sitio destinado a ese fin, solo colocamos uno de los varios programas pagos o gratuitos y realizamos una conferencia con personas alrededor del globo, con una calidad que no hace sino mejorar. Con el primero, los servicios postales, pasaron de manejar cartas a mover miles de paquetes con bienes adquiridos en línea.

Pero todo esto son más que aplicaciones, son necesariamente también cables, satélites, líneas telefónicas, fibra óptica, centrales telefónicas, etc…, que significan grandes inversiones por parte de las empresas de telecomunicaciones.  Estas, en la mayoría de los casos, poco han entendido que su negocio es el transporte, y que cada día utilizamos más y más transporte, para más y más aplicaciones que miles de terceros generan. Más importantemente, no estamos en la época de Edison, con una perspectiva de negocio estable a 50 o 100 años, cada día tendrán que reinventarse en las formas de cobro por ese transporte, por que si no son los actuales, seguro surgirá un tercero que quiera hacerlo con modelos de negocio diferente. En computación hemos tenido un modelo de negocios diferente cada diez años y seguimos adaptándonos.

Los otros interesados en el contenido son nuestros gobiernos. Nuestra libertad de expresión es cada día mayor y mejor gracias a Internet. Cómo controlar el contenido, cómo controlar internet, para poderlo filtrar cómo y cuando quiera, son retos que han tenido la mayoría de los gobiernos totalitarios, incluso algunos que los no que no lo son tanto.

Tal vez nunca se hayan preguntado quién o qué dicta las pautas de Internet. Es decir… ¿acaso hay alguien que gobierne Internet? ¿Hay gente encargada de hacer que las cosas funcionen en el web que usamos a diario? ¿Quién toma las decisiones?

Curioso, ¿no?: la aprovechamos todos los días, desde el sitio en que nos encontremos, y nos sirve para el trabajo, el ocio, la educación, la salud, la religión… Pero lo que ocurre detrás de la pantalla puede que sea un gran misterio. Solucionar la duda es fácil gracias, obviamente, al web.

Esta red de redes, abierta y colaborativa, sin un centro definido, ha permitido que todos nos beneficiemos con su existencia. Al expandir su presencia, con los años, ha generado su propio modelo de gestión, uno que no exige membresías y que permite que todos (investigadores, negocios, sociedad civil, academia y gobiernos) participemos basados en nuestros conocimientos. Un entorno que se autorregula, de abajo hacia arriba (en inglés, bottom-up); y, un punto clave, al ser global es trans-jurisdiccional. Desde sus inicios se entendió "Internet governance" basados en el concepto de "gobierno sin gobiernos". Así que, para ser parte de la web hay que habitarla" (Pablo Arrieta en Publimetro).

Estos dos factores han llevado a que los gobiernos (y muchas telefónicas a través de sus entes reguladores) hayan llevado a la mesa de los tratados las solicitudes para:  1.- que internet sea controlado directamente por los gobiernos de los países; y, 2.- que los contenidos sean parte del transporte.

En caso de llegarse a acuerdos para esto, lo segundo lo veríamos a corto y mediano plazo con cobros a Google, Facebook, Twitter y cualquier otro gran generador de tráfico en internet, pero a largo plazo lo notaríamos en la falta de actores nuevos, de innovación, de soluciones, ya que la barrera de entrada estaría cada vez más alta.

Lo primero puede degenerar en muchas cosas, una balcanización de internet –por lo tanto de alguna manera la degradación y posible desaparición de la internet global como la conocemos-, climitada a redes intranet de países, con contenido y navegación a los sitios permitidos por ese país (modelo Cuba o China). Si, por supuesto, probablemente también poco spam, mucho menos malware, importante control sobre la indeseable la pornografía infantil; pero, al mismo tiempo, muy poca innovación y muy poca libertad de expresión. 

Solo pido que las telecomunicaciones se dediquen a eso, a las telecomunicaciones, al transporte, bastante cambió también el mundo en estos 22 años para ellos, roaming, números únicos, móviles, datos a alta velocidad, y un largo etc…. Son muchos retos para abarcar.

La internet libre ha demostrado que funciona y es para todos, siendo apropiadamente controlada por entes como IETF, IAB, ICANN e incluso el IGF, donde no solo están presentes gobiernos, empresas y sociedad civil, los usuarios, a través de nuevas formas de gobierno, llamados multi-stakeholders (modelo de gobierno conformado por diferentes actores, gobierno, empresas, sociedad civil) que la ordenan y gobiernan.

Esta vez, durante la reunión de la ITU en el WCIT 2012, U.S.A., La Unión Europea y otros países no estuvieron de acuerdo con el documento final de la ITU que daría poderes sobre internet a gobiernos, pero todos los usuarios debemos vigilar que estas indeseables intenciones no den fruto en el futuro.

Artículo relacionado: Internet se revela contra la intención de UIT de gobernarlo.


NdE

Derechos Humanos y la ITU

El tratado que resultó de la reunión en Dubái fue firmado por 89 de los 193 miembros de la ONU. Llama la atención que entre los que indicaron estar en desacuerdo con el texto se incluye a todos los países de la Unión Europea, además de EE. UU. de A. y un importante número de otros estados.

El subyacente pero trascendental tema de entregar o no el control de la internet a los gobiernos fue sin duda central en la motivación de los no firmantes, pero también destacó el no menos importante asunto de los Derechos Humanos.

Este tema surge al surgir un claro desacuerdo en cuanto a que un tratado de características «técnicas», como es definido por algunos delegados, debía o no recordar aspectos relacionados con los derechos humanos (DDHH).

ONG y algunos delegados consideraron que los DDHH deben ser tomados en cuenta, no solo en este tratado firmado en el ámbito de la ITU, sino en todo documento de cualquier organismo de la ONU. Otros, opinaron que los DDHH no tienen espacio en estos «tratados técnicos».

Algo de sentido común pareció prevalecer en una de las primeras propuestas del texto final, cuyo preámbulo contenía la frase: «Los Estados Miembro afirman su compromiso para implementar estas Regulaciones en un modo que respete y mantenga sus obligaciones en cuanto a derechos humanos y reconozcan el derecho de acceso de todos los Estados Miembro a las redes y servicios internacionales de telecomunicaciones» (1).

La frase sugerida es interesante en su redacción al acomodar la expresión «sus obligaciones», refiriéndose a lo que aparentemente son obligaciones particulares de cada gobierno sobre DDHH y no sencillamente una amplia y sin restricciones mención a los mismos; además de dar derecho de acceso a todos los Estados Miembro a las redes internacionales, lo cual aparentemente solo incluye a los gobiernos y excluye el derecho de las personas a tal acceso.

Pero estas aparentes buenas intenciones encontraron oposición de los Estados Miembro más interesados en el control y regulación.

Durante el debate un delegado (2) declaró que «El texto que hace referencia a derechos de acceso de los Estados Miembro a servicios de telecomunicaciones parece crear un nuevo lenguaje de derechos humanos. Debo decir a la conferencia que este no es el foro para crear nuevo lenguaje de derechos humanos. De manera que, aún cuando reconocemos que todos los Estados Miembro respetan sus obligaciones de derechos humanos, lamentamos no poder apoyar esta adición«.

Más claro fue otro delegado citado por la ITU (2): «Los Derechos Humanos son para los individuos no para los Estados. Lamentamos que algunos Estados Miembro tratan de politizar el tema de los Derechos Humanos. Por lo tanto, no podemos estar de acuerdo con los cambios propuestos«.

Y con la lapidaria frase «Los Derechos Humanos son para los individuos no para los Estados» este delegado dejó bien claro porque está muy bien fundada la preocupación de las personas y las ONG que defienden la posición de mantener la internet bajo control de la sociedad civil y no de los gobiernos.

Nota: Finalmente se permitió dejar en el texto del tratado una versión editada de la pequeña frase sobre Derechos Humanos, excluyendo la mención al derecho a tener acceso a las redes internacionales, parte del preámbulo incluye la frase: «»Los Estados Miembro afirman su compromiso para implementar estas Regulaciones en un modo que respete y mantenga sus obligaciones en cuanto a derechos humanos».

(1) El texto original el inglés dice así: «Member States affirm their commitment to implement these Regulations in a manner that respects and upholds their human rights obligations and recognize the right of access of all Member States to international telecommunication networks and services».

(2) Las citas incluidas aquí (parte del portal de la ITU donde se hace un reporte de la conferencia en Dubái) no identifica a los delegados cuyas opiniones son citadas.

Fuente: Ricardo Holmquist – ISOC Venezuela

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