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Cólera ¿Cuales son los síntomas, qué la produce y cómo se previene?

El cólera es una enfermedad infecciosa intestinal aguda, de comienzo brusco, que se manifiesta por diarrea acuosa y profusa, vómitos, deshidratación y colapso circulatorio.

Síntesis

El cólera se transmite a través del agua no potabilizada, frutos de mar, pescado, o por malos hábitos de higiene.

Los síntomas son diarreas muy abundantes que deshidratan rápidamente a la persona, vómitos, fiebre, calambres y trastornos renales.

Origen de la enfermedad

Es una enfermedad producida por un bacilo gram negativo, el Vibrio Cholerae (bacteria).

El germen presente en el agua y alimentos contaminados, ingresa al organismo por vía oral (a través de la boca). Una vez superada la barrera gástrica (jugos del estómago), ingresa al intestino delgado y origina secreción de agua y electrolitos, produciendo diarrea de tipo secretoria.

La bacteria Vibrio cholerae fue descubierta en 1883 por el médico y bacteriólogo alemán Robert Koch. El genoma de v.cholerae fue descifrado en agosto del año 2000.

El hábitat natural del vibrio (bacteria del cólera) son las aguas dulces y saladas. Son resistentes al
frío y sensibles al calor, desecación y acidez.

El único reservorio natural es el hombre, que puede actuar como portador convaleciente o crónico eliminando vibriones (bacterias) en forma intermitente con sus excretas (heces o materia fecal), contaminado agua de consumo, alimentos y otros vehículos de transmisión como moscas y cucarachas.

La principal vía de transmisión es la ingestión de agua o alimentos contaminados con el vibrio cholerae.

Manifestación clínica de la enfermedad

Manifestaciones comunes del cólera:

– Diarrea acuosa de comienzo súbito, abundante –hasta un litro por hora;
– Diarrea con aspecto de "agua de arroz";
– Diarrea con olor a pescado;
– Cólicos abdominales;
– Náuseas y vómitos.

Como consecuencia, ocurre rápidamente la deshidratación, y síntomas como los siguientes:
– Taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca),
– Piel y mucosas secas,
– Mucha sed,
– Ojos "vidriosos" y hundidos, falta de lágrimas,
– Somnolencia o cansancio atípicos, letargia, falta de orina.
– Además, en los bebés, las fontanelas se presentan depresibles.

La persona comienza en forma brusca con diarrea acuosa, profusa (abundante), sin esfuerzo, al inicio con partículas fecales y que pronto adquiere el aspecto de "agua de arroz", con moco, pero sin pus ni sangre y en número generalmente superior a 20 deposiciones por día.

Pueden presentarse vómitos copiosos pero no persistentes, calambres musculares en extremidades, pudiendo ser generalizados, y presentar una marcada deshidratación, con hundimiento de los globos oculares, lengua y mucosas secas. La piel de los dedos se arruga dando aspecto de manos de lavandera. Piel fría y pegajosa, hipotensión (tensión arterial baja), taquicardia (latidos acelerados del corazón) y con aumento de la frecuencia respiratoria.

 En muchos casos presentan diarreas leves, generalmente indistinguibles de otros tipos de diarrea y solo son reconocidas por el aislamiento del germen en la materia fecal, teniendo esto importancia epidemiológica por la permanencia del bacilo en la comunidad.

Se analizan muestras de materia fecal y vómitos en los primeros estadios de la enfermedad y antes de instaurar la terapia antibiótica.

Tratamiento

Se trata de la reposición de agua y electrolíticos y en la destrucción del germen causal. La hidratación se realiza de acuerdo al estado de deshidratación. En los deshidratados leves y moderados se utilizan sales de rehidratación oral (SRO), un sobre por litro de agua, que contiene cloruro de sodio 3,5 gr/litro, bicarbonato de sodio 2,5 gr/litro , cloruro de potasio 1,5 gr/litro y glucosa 20 gr/litro.

Tratamiento
– Hidratación se hará en forma oral o intravenosa.
– Los antibióticos específicos disminuyen el volumen y la duración de la diarrea. Los más utilizados son las tetraciclinas (durante 3 a 5 días), la doxiciclina (una sola dosis), trimitoprima – sulfametoxazol (durante 3 días), eritromicina (por 3 días), furazolidona (por 3 días) o norfloxacina (una sola dosis).

La rehidratación oral se debe comenzar de inmediato, no es necesario calcular la cantidad de líquido a suministrar porque la sed de la persona regula dicha cantidad.

Si la deshidratación es grave, vómitos incontrolables, generalmente requieren terapia endovenosa para lograr la rehidratación.

Los antibióticos son importantes en el tratamiento del cólera porque reducen la duración, número y volumen de la diarrea como así también la eliminación temprana de los vibriones de las heces.

Prevención

Las verduras y las frutas deben ser cuidadosamente lavadas.

Aunque la mosca común es considerda un vector importantes, las formas más importantes de contagio ocurren a través del agua y los alimentos contaminados por heces (en las que se encuentra la bacteria) de enfermos de cólera. En todo caso, las medidas de control sanitario son las únicas eficaces en la prevención de la enfermedad.

El agua, si no es potable, puede tratarse con lavandina.
El agua que consumimos no debe contener bacterias, ya que éstas son portadoras de diversas enfermedades, como por ejemplo el cólera.
Para evitar enfermedades hay que limpiar y desinfectar los tanques de agua, cañerías y cisternas, por lo menos dos veces al año.

Con la llegada del verano, las personas deben tomar mayores precauciones, sobre todo en la manipulación de alimen tos y agua.

 Limpieza y desinfección de tanques de agua

Para desinfectar  tanques de agua, hay que vaciarlo parcialmente dejando 10 a 20 cm de agua. Lavar el fondo, paredes y tapa, y rasquetear y cepillar con lavandina. Con el remanente lavar nuevamente todo.

Luego, vaciar completamente y enjuagar con agua limpia, eliminando los residuos por el desagüe del fondo del tanque, de manera que no pasen por la red de distribución. En caso contrario, retirar todo el agua del fondo con un balde y limpiar bien con trapo y esponja.

Limpieza de cañerías

Llenar el tanque hasta la mitad con agua limpia y agregar un litro de lavandina concentrada (el envase debe decir: 80 g de cloro activo p/litro) por cada 1000 litros de capacidad total del tanque. Llenar completamente con agua tratando de que se produzca una buena mezcla. Una vez realizada esta operación abrir todas las canillas hasta percibir olor a cloro y luego cerrarlas. Mantener llenos tanques y cañerías con esta solución, por lo menos durante tres horas. Posteriormente se elimina el agua clorada haciéndola salir por todas las canillas de la red interna, así también se lava y desinfecta. Finalmente se cierran todas las canillas y se llena el tanque para su utilización.

Se recuerda que el tanque debe estar provisto siempre de tapa o cierre hermético. Luego de una semana de realizada la desinfección del tanque y cañerías, se puede solicitar al laboratorio bromatológico la toma de muestras y análisis bacteriológico, para asegurar la eficacia del tratamiento

El agua

El agua, origen y base de la vida, se ha consolidado como medio indispensable para cualquier alternativa del futuro. No existe actividad humana: económica, industrial, social o política que pueda prescindir de este vital recurso.

Etimología de la palabra "cólera"

La enfermedad era conocida por los latinos, que la llamaron cholera morbus, y, antes, por los griegos, que la denominaron khólera. El nombre de la enfermedad deriva del griego kholé 'bilis'. De kholé, también se originó colecistitis, la inflamación de la vesícula biliar (v. atrabiliario).

En 1251, cólera aparece con el significado de 'bilis', y en 1572, con el sentido de 'ira'. En el Diccionario castellano, de Esteban de Terreros, publicado entre 1765 y 1783, se mencionaba la enfermedad con su nombre latino, 'cólera-morbo', y sólo en 1843 hay registro de la afección como cólera, simplemente.

Estos textos ha sido extraídos de los libros de Ricardo Soca La fascinante historia de las palabras y Nuevas fascinantes historias de las palabras.

Sin embargo, las inundaciones, las sequías, la pobreza, la contaminación, el tratamiento inadecuado de los deshechos y la insuficiencia de infraestructuras para la desinfección del agua, plantean serias amenazas a la salud pública, al desarrollo económico y social de los países en vía de desarrollo.

La mala calidad del agua, la falta de higiene y la contaminación ambiental, figuran entre las principales causas de epidemias, enfermedades intestinales y muerte.

¿Cómo cuidar el agua?

Cerrar las canillas cuando no se necesite el agua. Una canilla que gotea derrocha 46 litros de agua potable cada 24 horas.

Revisar el estado del flotante y las válvulas del depósito de los inodoros, evitará pérdidas de agua. Cuidar los sistemas cloacales. Evitar que sean arrojados en el hogar a través de ellos pañales, trapos, envases, productos contaminantes, algodones, esponjas y tierra.

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Fuente: scribd.com/rafacattalini

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