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Un plato pequeño para adelgazar


Según un estudio realizado en la
Universidad de Cornell 
en Nueva York, la cantidad de comida que ingerimos esta relacionada con el tamaño de los utensilios que usamos en la mesa. Los investigadores encontraron una relación proporcional estadísticamente significativa entre el tamaño de los utensilios para comer y el consumo de alimentos.

De acuerdo con el Dr. Brian Wansink, nuestros hábitos sobre el tamaño de las porciones de comida son marcados tempranamente: "Si le damos mucha comida a infantes de hasta 3 años, simplemente comerán hasta saciar el hambre", escribe el Profesor Wansink en su libro Mindless Eating (Bantam, Octubre 2006).

"Los niños no son influenciados por el tamaño de lo que les sirven", continúa Wansink, pero cuando superan los cinco años, "muy probablemente ingerirán todo lo que se les de. Si les dan mucho, comerán mucho".

El Director del Laboratorio de Marcas y Alimentos de Cornell explica que casi exactamente lo mismo ocurre con los adultos. "Dejamos que el tamaño de las porciones influencie el volumen de nuestra ingesta".

 
Parte del estudio, publicado en la edición de septiembre (2006) de la
American Journal of Preventive Medicine, consistió en invitar a 'focus groups' a "fiestas de helado", sin darles a conocer las verdaderas intenciones de la reunión. A cada invitado se le dio al azar una taza de 17 ó de 34 onzas, así como una cuchara de 2 ó 3 onzas.


Interesantemente, los invitados eran profesionales de la nutrición, por lo que podría pensarse que se cuidarían sirviéndose cantidades menores. Pero no ocurrió así en las pruebas. Pese a sus conocimientos y capacidad de decidir sobre el tamaño de las porciones, las personas quienes recibieron una taza más grande, se sirvieron mucho más helado que aquellos que recibieron una taza más pequeña.

Los investigadores observaron que con sólo aumentar el tamaño de la taza, las personas se servían 31% más helado que aquellos a quienes se les dio una taza de menor tamaño. Por otro lado, encontraron que aquellas personas que recibieron una cuchara más grande, aumentaban el consumo del postre en un 14,5 %.


Este estudio nos muestra la influencia que tiene el tamaño de los utensilios que usamos para comer en nuestro consumo diario y lo difícil que resulta resistirse a la tentación de servirnos más comida si usamos utensilios grandes. La conclusión es que debemos procurar utilizar utensilios pequeños en todas nuestras comidas.

Imagen de cabecera: 10 Tips to Help You Lose Weight Without Much Effort.


Nota del editor:

El tamaño de las porciones ha ido aumentando con el paso del tiempo y las crecientes necesidades de los fabricantes de alimentos procesados y de golosinas, en respuesta a la percepción sobre las cantidades que los consumidores consideran generosas o incluso apropiadas. Los paquetes de galletas, las barras de chocolate, las bolsas de papas fritas y refrescos ahora son más grandes.

El hecho es que la gran mayoría de la población de mundo desarrollado come demasiado, y, además, cada vez se mueve menos. Naturalmente, a medida que aumentamos las porciones, aumentamos las calorías que ingerimos y esto se traduce en un aumento de peso. Al subir de peso, ponemos en peligro la salud, pues se eleva el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y hasta cáncer.

Además de cambiar la vajilla por una que obligue a servir porciones más pequeñas, podemos agregar los siguiente consejos, muy casuales, para alimentarnos correctamente:
– Coma despacio, pues esto ayuda a que el cerebro envié la orden a al estómago de que ya está satisfecho.
– Evite comer frente al televisor y la computadora o mientras realizas otras actividades, pues desvían tu atención de lo que estás comiendo.
– Pare de comer antes de sentirse lleno y si la porción es muy grande, compártala.
– Cuando cocine grandes cantidades de alimentos, congele aquellos que no va a comer en ese momento, así no caerá en la tentación de servirse más con la excusa de que se van a descomponer.
– Acompañe tus comidas con vegetales y ensaladas, en vez de alimentos grasosos o postres.
– Cuando no pueda evitar comer una galleta o chocolate, come sólo una porción, esto evitará que consumas muchas calorías.
– Prefiera refrigerios saludables y bajos en calorías o trate de sustituirlos por frutas.
– Evite pedir enormes vasos de bebidas, pues tienen muchas más calorías que el tamaño regular, prefiera bebidas pequeñas o regulares y de preferencia aquellas libres en calorías.
– No se salte las comidas, esto ayudará a controlar la sensación de hambre en la siguiente comida.

Si considera necesario hacer una dieta o someterse a cualquier régimen alimenticio especial, procure no hacerlo sin antes consultar con un especialista en nutrición.

Fuente: M. Mager – saludytecnologia.net

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