Exposición a manganeso reduce coeficiente intelectual
Niñas mexicanas de un municipio minero presentan un coeficiente intelectual (CI) más bajo que sus contrapartes de comunidades contiguas debido a su exposición crónica al manganeso en el aire, según un estudio publicado en la revista Environmental Health Perspectives (octubre 2010).
En el estudio participaron 172 niños, de siete a once años. Del total, 79 vivían en comunidades rurales a menos de un kilómetro de Molango, uno de los mayores depósitos de manganeso en el mundo, y 93 habitaban en comunidades a 80 kilómetros de distancia.
Ambos grupos compartían similares condiciones socioeconómicas y otros factores asociados con el desarrollo intelectual.
Los niveles de manganeso en muestras de cabello fueron 21 veces más altos en los niños expuestos que los de comunidades alejadas. Las niñas presentaron la más alta asociación entre mayor exposición al manganeso ambiental y bajos puntajes en CI, mientras que los niños presentaron poca evidencia de dicha asociación.
Yaneth Rodríguez, responsable del Departamento de Neuropsicología del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México y coautora del estudio, explicó a SciDev.Net que estas diferencias probablemente se deben a que cada sexo tiene distintas formas de metabolizar el compuesto.
El estudio destaca que la exposición al manganeso por aire es la más nociva, puesto que puede ingresar directamente al cerebro por vía nasal.
Camilo Ríos, responsable del Departamento de Neuroquímica de la misma institución y coautor del estudio, dijo a SciDev.Net que la actividad minera local en torno al manganeso provoca su elevada concentración ambiental, "por lo que es un problema en el que necesariamente debe intervenir la empresa".
El estudio es parte de un programa de manejo de riesgo en la zona, el que se desarrolla con apoyo del gobierno local.
Rodríguez dijo que entre sus metas está determinar sitios de monitoreo ambiental y elaborar una norma oficial para concentraciones de manganeso en el aire de la zona. El programa contempla tanto la participación de la comunidad como de la empresa minera.
Ríos comenta que aunque han sostenido reuniones con la empresa, ésta se resiste a participar de lleno, a pesar de que el año pasado vendieron US$ 20 millones por manganeso. "Es un excelente negocio; podrían tener la capacidad para resolver los problemas que se les ha planteado", afirmó.
En cuanto a la comunidad, Rodríguez comentó que "las familias son muy abiertas y cooperativas en este tema; realmente este punto fue muy satisfactorio para nosotros".
Enlace al estudio completo en Environmental Health Perspectives.
La imagen de cabecera muestra uno de los poblados en el distrito minero de Molango, ubicado en México central.
Fuente: Lucina Melesio – scidev.net