Relación mente-cuerpo, cáncer-inmunidad

30/08/2008

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Desde inicios de la humanidad el tema mente-cuerpo, ha captado gran interés. Hans Selye, creador de la teoría del estrés (síndrome general de adaptación), padeció en carne propia sus implicaciones. Le diagnosticaron reticulosarcoma histiocítico, un tumor usualmente fatal. Sin recurrir a cirugía o cobaltoterapia, Selye atribuyó su asombrosa total recuperación, a su fé y determinación a estar sano, a fin de culminar su obra.

Algunos investigadores aducen que el estrés crónico deprime al sistema inmune, y que esto predispone al cáncer

Selye suscribía de modo general, que el cáncer pudiese ser una respuesta equivocada del organismo al confrontar estados desordenados de comunicación intercelular, desarrollándose en estas circunstancias una marcada disolución del tejido linfoide y atrofia del timo. Eventualidad etiquetada como oportunismo evolutivo, mediante el cual el organismo bajo estrés, responde a necesidades, empleando cualquier medio disponible, incluyendo estados cancerosos. Asi, el cáncer seria un vestigio (equivocado), de primitivos propósitos regenerativos.

Experimentalmente, algunos químicos que causan cáncer al ser aplicados a la piel, regeneran miembros amputados si son inyectados en remanentes de piernas de salamandras o nuevos cristalinos, si son inyectados en ciertas partes del ojo. Son conocidas las notas de Galeno en el sentido de que las mujeres melancólicas son más susceptibles al cáncer, que otras.

Gendron, médico británico decía que los desastres de la vida causaban cáncer y Herbert Snow, trás revisar las historias de 250 pacientes del London Cancer Hospital, concluyó que la pérdida de un pariente cercano influía en el desarrollo del cáncer de útero y mama. El antropólogo Vilhjalmur Stefansson, que notara ausencia de cáncer en poblaciones aisladas de esquimales, señalaría mas tarde un incremento en su incidencia, al entrar en contacto con la civilización blanca. De otro lado, que la depresión de la función del sistema immune predispone al cáncer, es demostrada por la instalación del Sarcoma de Kaposi en pacientes con SIDA.

Ultimos trabajos, presentados en la Conferencia Anual del American Psychological Association (Boston), avalan mucho de lo anterior. Janice Kiecolt-Glaser y Ronald Galser (Ohio State University), presentaron allí, 3 trabajos:
1) Administraron vacunas contra la influenza a personas que cuidaban a personas crónicamente enfermas (trabajo estresante), constatando que solo el 38 % de ellos, desarrolló adecuadas respuestas de anticuerpos, contra un 66 % de personas relajadas, empleadas como controles.
2) Hicieron pequeñas heridas con instrumentos de biopsias de piel a un grupo de cuidadores, notando que la cicatrización de sus heridas demoraba 24 % más de tiempo, que el empleado por no cuidadores.
3) Produjeron pequeñas lesiones en la boca de 11 estudiantes de odontología distribuidos en dos grupos, a) relajados, en vacaciones de verano, y, b) varios dias antes de un examen dificil, en invierno, notando que el último grupo demoró el doble de tiempo para curarse.

El Dr. Hans Seyle, creador de la teoría del síndrome general de adaptación, habla de las enfermedades asociadas con el estrés[FLASH]83[/FLASH]

Kiecolt-Glaser, creen que el estrés torna menos efectivo al sistema inmune haciendo que el cuerpo libere citoquinas proinflamatorias, iniciadores de respuestas contra infecciones. Cuando el cuerpo produce estas citoquinas por largos periodos de tiempo, como resultado de estrés crónico, disminuye nuestra habilidad para luchar contra infecciones y cicatrizar heridas, incrementándose el riesgo de desarrollar osteoporosis y enfermedades cardiacas y autoinmunes, incluyendo la diabetes tipo 2 y el riesgo de empeorar alergias. Asi pués, identifique sus fuentes de estrés y evítelas: Duerma suficiente, ingiera una dieta apropiada, evite demasiada cafeína y otros estimulantes y tome su tiempo para relajarse.