Especialidades médicas

El estrés de nuestras vidas

El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente.
En esta reacción participan casi todos lo órganos y funciones del cuerpo, incluidos cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular.

El fisiólogo y médico vienés Hans Selye fue el responsable de acuñar el término. En 1950 publicó la investigación "Stress, un estudio sobre la ansiedad". A partir de esta tesis, el estrés o síndrome general de adaptación (conocido por las siglas SGA) pasó a resumir todo un conjunto de síntomas psicofisiológicos.

El estrés produce cambios químicos en el cuerpo. En una situación de estrés, el cerebro envía señales químicas que activan la secreción de hormonas (catecolaminas1 y entre ellas, la adrenalina2) en la glándula suprarrenal.
Las hormonas inician una reacción en cadena en el organismo: El corazón late más rápido y la presión arterial sube; la sangre es desviada de los intestinos a los músculos para huir del peligro; y el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo metabolice más energía.

En este contexto, Jorge Larriva Sahd, investigador del Instituto de Neurobiología de la UNAM, recibió la "Neurona de Plata", máximo galardón que otorga el Instituto Santiago Ramón y Cajal de España, por sus trabajos al descubrir 7 tipos neuronales relacionados con el estrés.
Cabe señalar que esta es la primera vez que la distinción de esa institución perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de ese país, se concede a un científico del continente americano.

En este sentido, sus estudios de los últimos 8 años le llevaron a distinguir distintas neuronas en la sustancia blanca del cerebro y bulbo olfativo, donde se describieron 7 tipos neuronales en un área cerebral que globalmente se conoce como septum, y la forma como están organizadas en circuitos, para el funcionamiento del individuo vivo.
"Estas neuronas descritas y su organización", precisó Larriva Sahd, "tienen relación con las respuestas cerebrales de adaptación, en particular al estrés".

Estas neuronas parecen tener relación con la capacidad de reclutamiento de estímulos heterogéneos que provocan una respuesta general de adaptación, como aumento de la frecuencia respiratoria, sudoración e incremento de la velocidad del metabolismo, entre otros, a fin de responder de manera adecuada.

Larriva Sahd hizo énfasis en que uno de los objetivos centrales de la neurociencia es establecer la secuencia de células y la forma en cómo participan en las diferentes conductas y reflejos de los seres vivos.
"Ese conocimiento es necesario para diseñar estrategias que permitan administrar drogas o aún restituir los receptores neuronales, en circunstancias de lesión o enfermedad, para restablecer la función nerviosa", puntualizó.

Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Morelos (CCyTEM).

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Notas del editor:

(1) Las catecolaminas son un grupo de sustancias asociadas al estrés y la obesidad que incluyen la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina, las cuales son sintetizadas a partir del aminoácido tirosina. Contienen un grupo catecol y un grupo amino.
Las catecolaminas pueden ser producidas en las glándulas suprarrenales, ejerciendo una función hormonal, o en las terminaciones nerviosas, por lo que se consideran neurotransmisores. El precursor de todos ellos es la tirosina, que se usa como fuente en las neuronas catecolaminérgicas (productoras de catecolaminas).

(2) La adrenalina, también llamada epinefrina, es una hormona vasoactiva secretada en situaciones de alerta por las glándulas suprarrenales. Es una monoamina catecolamina, simpaticomimética derivada de los aminoácidos fenilalanina y tirosina. A veces es llamada "epi" en la práctica médica.
La adrenalina es una hormona de acción, secretada por las glándulas adrenales en respuesta a una situación de peligro. Su acción está mediada por receptores adrenérgicos, tanto de tipo α como β. Entre los efectos fisiológicos que produce están:
– Aumentar, a través de su acción en hígado y músculos, la concentración de glucosa en sangre. Esto se produce porque, al igual que el glucagón, la adrenalina moviliza las reservas de glucógeno hepático y, a diferencia del glucagón, también las musculares.
– Aumentar la tensión arterial: esto se produce en las arteriolas, en las que tiene lugar una vasoconstricción que provoca un aumento de la presión.
– Aumentar el ritmo cardíaco.
– Dilata la pupila para tener una mejor visión.
– Aumenta la respiración, por lo que se ha usado como medicamento contra el asma.
– Puede estimular al cerebro para que produzca dopamina, hormona responsable de la sensación de bienestar, pudiendo crear adicción.

Los especialistas recomiendan cinco reglas muy básicas para mantener a raya al estrés:

1. Mantega reposo adecuado.
Establezca una hora regular para dormir. No acumule varios períodos de vacaciones, prefiera descansos cortos pero continuos para cambiar de ambiente.

2. Propóngase unas metas diarias viables y cúmplalas.

3. Cuide su vida social.
Es importante tener actividades alternas al trabajo. No relegue los amigos a un segundo plano.

4. No dependa del alcohol, de las drogas o de la automedicación para hacerle frente a un problema.

5. Practique ejercicio con regularidad, mínimo treinta minutos, tres veces por semana.

Fuente: Yair Rodríguez González – lajornadamorelos.com

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