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¿Tu negocio está protegido contra ataques cibernéticos?

Espías, agentes dobles o conspiraciones secretas. Así es como muchos se imaginan aún los ataques cibernéticos. Pero nada más alejado de la realidad pues convivimos con ellos aunque no siempre nos demos cuenta. La selva cibernética está plagada de riesgos: desde esos extraños correos en los que "el banco" te pide tu contraseña o el llamado phishing hasta sofisticados softwares maliciosos, como los criptogusanos que secuestran datos y cuentas bancarias.

Pero como suele ocurrir ante cualquier riesgo siempre hay opciones para antes y después del momento no deseado. Y ya que, como dice el famoso inversor Warren Buffett, es preferible aprender de los errores ajenos, a continuación exponemos las situaciones más comunes que debes evitar así como algunas opciones de seguros contra ataques cibernéticos que podrían ser  tu salvación ante un problema como este.

Qué son los ataques cibernéticos

Tendemos a pensar en los ciberataques bajo la analogía de las infecciones virales, que se propagan sin control ni objetivo aparente. A diferencia de estas infecciones, los ataques cibernéticos tienen como objetivo el acceso ilegal o robo masivo de datos personales. También tienen una mente que los crea y los dirige, ya sean personas (hackers), grupos delictivos e, incluso, empresas en actividades de ciberespionaje.

¿Algunos de los casos más sonados? En 2019 el gigante hotelero Marriott sufrió el robo de números de pasaportes de más de 300 millones de clientes. Y en marzo de este año Microsoft anunció la desarticulación de "la mayor red delictiva del mundo", millones de computadoras infectadas usadas para robar datos.

Pero, entonces, ¿qué puedes hacer por tu empresa si hasta las grandes corporaciones sufren ataques? Puedes hacer mucho.

Recomendaciones de seguridad

Lo primero es informarte y tener una higiene cibernética. Aquí algunos tips que puedes implementar:

● Controla mediante sistemas Mobile Device Management (MDM).
● Evita el uso de dispositivos personales en lugares corporativos o con redes públicas.
● Mantén actualizados los distintos softwares.
● Usa correctamente los servidores, firewall y proxyweb.
● Haz copias de seguridad de la información valiosa.
● Vigila el correo electrónico, que es el principal foco de riesgo, en especial los correos sospechosos con documentos adjuntos.
● Educa a tus empleados para que puedan detectar estos riesgos, usen contraseñas seguras y no compartan información de la empresa por medios no seguros.

Para un blindaje de alta calidad equípate con un gestor de dispositivos celulares (MDM) y consulta a un proveedor de servicios de seguridad gestionada (MSSP). Ellos se ocuparán de protegerte ante cualquier robo.

Pólizas anti-ataques

Finalmente, para una protección antes y después del ataque puedes contratar un seguro contra ataques cibernéticos. Estas herramientas te protegen a ti y a tus clientes, tus datos y recursos económicos, pero, sobre todo, protegen uno de los activos más importantes de tu empresa: la reputación de tu negocio.

Estas pólizas cubren en general gastos de extorsión (incluyendo pagos en bitcoin), infracciones de derechos de autor, transferencias fraudulentas de fondos, robos de datos privados, etc., incluyendo también cobertura a terceros, en el ámbito nacional e internacional.

Estos seguros también pueden ayudarte en momentos tan difíciles si tienes que parar tu actividad por causa de un ataque. Igualmente te ayudan con los costos de recuperación de la información perdida y con la atención a los afectados.

Si bien la inversión de una protección como los seguros pueden sonar exagerados, debes recordar la popular frase de que "más vale prevenir que lamentar". Cierto: podría parecer costoso, pero si tienes en cuenta los auténticos costes implicados, la reputación de tu negocio y confianza de tus clientes, lo realmente costoso es dejar de proteger tu empresa.

Si no tienes los suficientes recursos para contratar este tipo de apoyos, existen compañías –como Camino Financial– dispuestas a ayudarte. La falta de dinero no debe ser excusa para desproteger tu negocio.

Fuente: Ruben – caminofinancial

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