Vinos, gastronomía y destilados

Bodegas Castaño y La Monastrell

Antes de abordar esta enriquecedora entrevista, me permito ofrecer a nuestros lectores, una síntesis de la historia y desarrollo de la uva Monastrell, en el mercado vitivinícola del mundo. 
Por: Julio C. Alcubilla B.
Twitter: @editorglobal
También reconocida con los nombres de Morastel, Morrastell o Vermeta, esta cepa es una variedad de uva tinta que se reconoce por sus racimos cónicos y apretados, con granos de tamaño medio, redondos, muy jugosos y azucarados. Los cuáles son capaces de producir mostos que desarrollan vinos tintos bastante alcohólicos, característicos por un intenso color rojo oscuro. Esto se debe a que la gruesa piel de sus bayas es rica en antocianos, los cuáles son pigmentos hidrosolubles que se haya en las células vegetales y son los responsables de otorgar ese atractivo color rojo intenso, púrpura o azul, a los granos de las uvas. Su pulpa carnosa, blanda, incolora destaca por ser baja en taninos, éstos son a su vez sustancias orgánicas vegetales, que se haya fundamentalmente en la piel de la uva y en las pepitas. Los mismos son los responsables de esa sensación de astringencia y aspereza, que percibimos al tomar vino, más perceptible en las encías y en la lengua. 
La uva Monastrell desarrollada en España, de la región de Murcia, con Denominación de Origen YECLA; es reconocida por ofrecer vinos más silvestres. Sin embargo en los años calurosos, es capaz de dar vinos con mucha graduación y alto nivel de tanino, además de acentuado sabor alcohólico. Suele ser ideal para las mezclas con otro tipo de uvas, en particular tiene notable afinidad con la Garnacha, lo cual le permite en boca, notar mucha suavidad y estructura. Su mezcla con cepas de increíble acento especiado, desarrolla vinos de mesa de alta gama o finura, como con Syrah o Merlot. En España es la segunda variedad más importante, después de la Tempranillo.
Esta cepa de España en el mercado vitivinícola del mundo no tuvo un gran comienzo, pues fue considerada por mucho tiempo como una uva para ser vendida a granel y ser fundamentalmente mezclada. Durante muchos años se le consideró  como una rústica casta mediterránea, la cual daba color y grado a otros vinos norteños más flojos, con los que se mezclaba. Sin embargo, hoy por hoy, ha sido redescubierta, reevaluada y prestigiada a través de algunas grandes botellas. Su desarrollo mal encaminado, en tiempos no muy lejanos para los mercados del mundo, se debió en parte a errores, incluso de notables investigadores. 
Una misión agrícola francesa, que llegó a España, hace más de un cuarto de siglo, planteó ciertas dudas acerca de su calidad, las cuáles hasta hace poco tiempo, la Universidad de California-Davis, en la experiencia e informe de la doctora Carole Meredith, al desarrollar el sistema de identificación del ADN de las cepas, (el cual aclara los orígenes de todas las castas del mundo), anunció que las cepas Monastrell y la Mourvèdre eran diferentes. Llegando a la conclusión posteriormente la misma Universidad, de que lo que se había estudiado como material vegetal de Monastrell, enviado por la Universidad de Montpellier, estaba incorrectamente identificado pues se trataba no de la cepa Monastrell sino de la Moristel. 
En tal sentido la uva Monastrell empezó su proceso de reconocimiento y comercialización, por la primera región fuera de España, entre los siglos XVI y XVII, muy poco tiempo después de que en España  se diera a conocer éste nombre. En la Provenza francesa, más específicamente la zona costera entre Toulon y la península de Bandol, en la cual siempre fue identificada como Mourvèdre,  al estar relacionado este nombre con el comercio marítimo con el puerto de Sagunto, que en lengua valenciana se llamó antes Morvedre y en español Murviedro.  Por igual  posiblemente de allí llegaron tanto el vino como las estacas de la plantas de Monastrell.  Para 1941 se le concede la Denominación de Origen Bandol, la cual no tenía la menor reputación y su producción de vinos solo alcanzaba cada año, a un poco más de 200.000 litros de vino.  La mayoría rosados hechos de forma rústica, provocando que las uvas  Monastrell fueran desapareciendo. 
Posteriormente  Lucien Peyraud, hijo de un comerciante en seda de Lyon que tenía una enorme vocación vitícola, casado con Lucie Tempier, hija a su vez de un viticultor de Bandol, se percató desde el primer día del enorme potencial de la Monastrell, desarrollando  un nuevo estilo de vino, el  denominado "Bandol tinto". El cual tuvo crianza en roble, demostrando de ésta manera esa  sorprendente capacidad de envejecimiento en botella de la Monastrell. La cual de joven produce esos vinos poderosos, probablemente animales, quizás rústicos, pero que los mismos se van afinando y a lo largo de diez años de edad son tan finos y complejos como los más grandes burdeos. Prueba de ello,  Lucien Peyraud expuso al mundo sus grandes vinos del Domaine Tempier, de los cuáles aún subsisten botellas desde hace más de 45 años, que siguen estando maravillosas. 
A esto probablemente se le debe el primer despliegue de la cepa Monastrell, en el mercado del mundo y se podría reconocer aún más su trascendencia, si se aceptara que en los años 50 del siglo XX, Jacques Perrin propietario de una de las mejores bodegas de la zona vinícola del Ródano, en Francia, el Château de Beaucastel, experimentaba con todas las castas procedentes de España. Perrin consideraba que los grandes vinos de zonas cálidas, para adquirir verdadera personalidad y complejidad, no podían ser monovarietales, sino ensamblajes que incorporaran los caracteres de varios tipos de uva. Introdujo así la Monastrell, considerando que la viña más vieja de Monastrell, hallada en el mundo, fue al Sur del Ródano en Laudun, no lejos de Châteauneuf-du-Pape, una referencia que avala uno de los mejores vinos del mundo. Estas cepas fueron plantadas en los años 40 del siglo pasado, por un exiliado republicano español, quien se había llevado los esquejes o  gajos procedentes desde Cataluña. Avalado esto por el gran difusor del mundo del vino, el norteamericano Robert Parker, quien coloca a la  cepa Monastrell en el primer plano mundial, en los veinte cinco últimos años. Por ésta razón Jacques Perrin, le dio lugar trascendente en el ensamblaje de sus afamados tintos de Beaucastel, considerando que ésta es la bodega que más importancia concede a esta uva, en Châteauneuf-du-Pape.
Pese a ello, debido a la confusión de nombres, pocos norteamericanos y australianos se habían fijado mucho en el hecho de que una uva que en sus países se llama, mourvèdre era la misma monastrell. Hoy por hoy, los esfuerzos de las nuevas bodegas de Jumilla, Yecla, Bullas, Alicante, Valencia, Almansa y la decidida promoción del vino de Monastrell por importadores como Steve Metzler, Jorge Ordóñez, Dan Kravitz o Eric Solomon en Estados Unidos, han logrado vinos capaces de competir en el mundo, producidos a partir de la cepa Monastrell. 
Entrevistamos para nuestros lectores, en la reconocida tienda de licores finos Licoteca, Venezuela, ubicada en Caracas en la Av. Mohedano con calle Chaguaramos, a Ismael Torro, Export Manager de Bodegas Castaño, España, procedente de la región de Murcia. Quienes impulsan tras el eslogan "El Arte de La Monastrell", a la Denominación de Origen (DO) Yecla. Nos dieron a degustar dos estupendas etiquetas de ésta bodega: "Dominio Espinal y Hécula", ofreceré luego de sus declaraciones, notas de cata de ambos vinos.
Bajo su punto de vista, qué propiedades ofrece la uva Monastrell, para vinos de alta o media gama, considerando, que tuvo un comienzo de vinos pobres o a granel?
"Bueno fue concebida en un comienzo para vinos a granel porque históricamente nos dedicábamos a ello. Lo que ocurre es que la familia Castaño, pertenecientes a la región de donde provengo, Murcia, Levante en España, ha potenciado mucho la variedad Monastrell, como bien dice. Y en los años 80, viendo el potencial que tenía, vendiendo vinos a granel, la riqueza que estaba generando y la aportación para hacer copage con otros vinos, la familia Castaño decidió lanzarse al embotellado de vinos Monastrell 100%. Y desde los años 80 a hoy en día, pues hemos ido creciendo poco a poco, asentándonos muy bien en el mercado y distribuyéndolos por todo el mundo. Al día de hoy estamos en cifras como el 91% en exportación".
"Por otro lado, considero que el tema del vino es algo muy personal para el consumidor, a cada persona le gusta una variedad o concepto de vino distinto. Lo que nosotros aportamos desde la Monastrell, sobretodo es que al estar siendo producidos en la zona, de veranos muy cálidos, con baja precipitaciones e inviernos muy fríos; permite que la planta se asiente muy bien, nuestra vid es una de las plantas más resistentes que existen, a la falta de humedad ocasionada por pocas precipitaciones, como es en nuestra zona. A terrenos muy pobres por fallas orgánicas y demás, uniéndose ello a que en verano tenemos temperaturas muy altas, que nos permiten maduraciones muy importantes. Logrando vinos muy estructurados, potentes y de colores muy atractivos,  destacando las principales cualidades de la cepa Monastrell. La misma al tener una maduración importante, la cual se caracteriza por ser una variedad de ciclo vegetativo más tardío, representando que tarda más tiempo en madurar. En España ésta cepa en años normales, diferimos en nuestro país de la climatología cada año, por ello empezamos a realizar la vendimia, la segunda quincena del mes de Septiembre, para alcanzar a conseguir una Monastrell con un buen grado alcohólico. 
Luego contamos con una variedad que tiene colores muy potentes y atractivos, sin hacer grandes maceraciones, lo cual nos lleva a ser rica en antocianos y polifenoles, lo que nos aporta esa consistencia y esas capas medias altas. Luego por ese aporte de temperatura, logra una apreciación que le gusta mucho a la gente,  ese toque dulzón en boca, muy agradable sin ser empalagoso. Estas serían las cualidades que cada vino y cada zona, debe vender".
Revisando un poco, las catas internacionales, de las dos etiquetas que vamos a degustar hoy, describen al Hécula 2010 con una expresión en boca bastante afrutada, incluso llega a ciertas notas tropicales. Cabe decir, que esto me llamó mucho la atención, ¿Cómo se logra esto en un vino español?
(risas) "Realmente las apreciaciones son muy personales, cada uno encuentra su inspiración, dependiendo del lugar adonde pertenece. Estas conclusiones de un sabor tropical en boca, lo veo un poco arriesgado, aunque respetable".

¿Qué define la Denominación de Origen Yecla y cómo ésta impacta al mercado mundial?
"Dentro del panorama de denominaciones de origen de España, como curiosidad vale decir, que es la única denominación de origen de nuestro país, que solo engloba un término municipal. Es decir, en la población de Yecla, lo que se produce en viticultura, es solamente lo que se hace bajo el amparo de la DO YECLA. Es una denominación de origen con una trayectoria muy larga e interesante y que poco a poco, está consiguiendo un peso muy interesante a nivel mundial, sobretodo con vinos de Monastrell y algunas otras, de la mano de bodegas muy comprometidas".
Entiendo que tu principal etiqueta con éxito en el mercado mundial, es Hécula 2012, considerado con una expresión muy particular, ¿por qué?
"Hécula 2010, 2011 o 2012, nos permite considerar que el vino es un producto vivo, además de la evolución que puede tener el vino en botella, cuando nos referimos a un año en concreto, deberíamos de revisar la climatología y condiciones que hubieron ese año. Esto ha de ser fundamental para que una cosecha x, esté a un nivel o a otro en la apreciación del catador".
En el proceso de explotación inicial del mercado mundial, que simbolizó el gran reto de Bodegas Castaño y que significa la gran meta, en la actualidad, observando al consumidor de Latinoamérica?
"Nosotros ya estamos bastante asentados en todo el mercado de Latinoamérica, trabajamos en los países de un cierto volumen y con una cierta cultura de vinos. Nuestro trabajo duro, se enfoca en competir,  debemos incluso competir con vinos españoles que históricamente están muy posicionados, además con vinos del nuevo mundo, más cercanos a sus latitudes".
Para algunos especialistas enólogos, cada año la intuición es la principal aliada en el proceso de producción, ¿Cómo define el trabajo del enólogo en Bodegas Castaño?
"En bodegas El Castaño, tenemos un enólogo que ha estado con nosotros por más de veinte y cinco años, se llama Mariano López Fernández, el cual es un profesional de casa, que conoce mucho el viñedo. Considero que un enólogo, lógicamente puede desarrollar un trabajo muy importante en bodega, pero no podemos olvidar que la materia prima es fundamental. Esta no solo se ha de trabajar cuando hacemos la vendimia y llega a las bodegas, sino que ha de lograrse con buenas técnicas de viticultura, haciendo todo el proceso vegetativo, sabiendo el momento óptimo de la maduración, además de muchos factores".
Finalmente, comprendo que la etiqueta Hécula, es su bandera de exportación y reconocimiento mundial. ¿Cómo compararlo en la cata, con respecto a su otra referencia Dominio Espinal?
"Hécula como bien dices siempre ha sido nuestro buque insignia, históricamente es el vino que a nivel mundial nos ha dado un fuerte reconocimiento, y sobretodo estamos doblemente orgullosos, por ser un vino 100% Monastrell. Decidimos en tal sentido, para esta nuestra etiqueta insignia, potenciar toda la estructura de un vino, dándole un toque muy ligero en barrica, no más de seis meses, para lograr un vino de concepto más moderno. Que nos presenta una simbiosis importante entre la fruta y el corto paso que lleva en barrica, logrando una característica muy importante, que la fruta esté por encima más que la madera, en definitiva, que sea un vino con mucho equilibrio, en el que la fruta predomine mucho":
Respecto a la gama de Dominio Espinal, hablamos de un blend, en el cual mezclamos dependiendo de las añadas, por ejemplo con Cabernet o con Syrah logrando un vino más básico, pero en el cual conseguimos una suavidad y aterciopelado, muy apropiado para un vino más de diario. Indicado para aquellas personas que se están iniciando, que aún no tienen muchos conocimientos de vino, o quizás para los que buscan mayor economía. Estamos asentados desde hace bastante tiempo en Venezuela, con la empresa Euroamericana de vinos, la cual tiene sede en Valencia y distribuye para todo el país, con la cual hemos alcanzando grandes satisfacciones. Un poco más de seis años nos ha permitido crecer año tras año y al final, si me permites la expresión, nos estamos abriendo un hueco en ésta locura del mercado. En la que cada vez existen más bodegas, más vinos, más referencias y al final el mercado es el que es, y el cliente venezolano está aprendiendo y apreciando los vinos, y se hace cada vez más exigente, estamos convencidos de que tenemos un producto de calidad".

Catas Personales

Estimados lectores, me permito ofrecerles mis notas de cata…Dominio Espinal Tinto 2011: Su composición basada en un 85% de uva Monastrell y un 15% de Syrah, provenientes de los suelos arcillosos de Bodegas Castaño, producto por igual de la fermentación maloláctica en cubas de acero inoxidable y estabilización por frío. El cual es un proceso que permite que la acción de bacterias, transformen el ácido málico del vino en ácido láctico, permitiendo obtener un vino más redondo con menos percepción de la acidez.  Para el caso de Dominio Espinal 2011, su graduación se efectuó a 13,5º, luego tuvo paso por barricas de roble, un solo mes. Esto me hizo comprender un final en boca, con cierta astringencia en el retrogusto, esa sensación persistente de cierta acidez, un largo menos placentero, sin embargo notablemente frutal. He de notar, que fue degustado en la tarde, a eso de 6 p.m., y no había consumido ningún alimento desde el mediodía, seguramente esto fue determinante en mis valoraciones. 

Estamos en definitiva, ante un vino que nos seduce por ese color rojo de cereza brillante o de confitura noble de frutas rojos. En el primer paso por nariz su expresión algo mineral, frutal, ligeramente especiada, refrescante y a la vez elegante, con ciertas notas a frutas y algunas especies dulces, se intensifica al final en una segunda prueba en nariz, por ese particular acento a ciruela fresca. En boca un vino con destacable estructura, cierta complejidad, taninos suaves, envolventes, aunque amerita cierta preparación en boca, para ser consumido con platillos ricos en especies o de alto contenido graso. Una interesante oferta, que probablemente consideraría esperar evolución en botella, algunos años más.

Hécula 2010
A la vista, este vino nos invita con un impacto en el que destaca su atractiva brillantez de cereza intensa, con cierta corona granate. Yo no conocía ésta cepa y sin duda alguna, su expresión visual me hace reconocer que la Monastrell es una cepa que debo conquistar…o permitirme ser conquistado por ella.  Su breve paso por madera, elaborado según mis investigaciones con uva de parcelas distintas y con una edad media de 35 años, junto a su crianza de 6 meses en barricas de roble francés y americano.  Me conectan frente a un vino amable, elegante, expresivo, fácil de beber y hasta cierto punto adictivo. Por su acento frutal e indiscutible frescura,  unida a un  equilibrio pocas veces disfrutado, estamos frente a un vino memorable.

En nariz, destaca por ese olor peculiar de mermelada de frutas negras, ciertas notas a licor de ciruelas o mora, develando poco a poco ciertas notas especiadas, que se combinan con las tostadas y hasta ese peculiar olor de la hierba fresca, propia del mediterráneo. En boca el Hécula 2010, me ofrece desde el inicio un potente ataque, intenso, de diversa lectura. Nuevamente el acento frutal nos envuelve, unido a la sabrosa experiencia de su frescura, resaltada por taninos amables que nos procuran un final generoso, que invita y se mant

Fuente: Julio C. Alcubilla B.-
VINOS/DESTILADOS y ARMONÍA

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