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'TRON: Legacy', crítica: cumpliendo los cánones de los blockbusters de ahora

Cualquier descripción que yo pudiera hacer aquí sobre el nivel de espectacularidad que alcanza el aspecto visual de 'TRON: Legacy' se quedará muy corta, cortísima.

Es de esas cosas típicas que te resultan difícil de explicar con palabras, y siempre acabas diciéndole a tus colegas algo así como 'tíos, tenéis que verlo'.

Ni un segundo de lo que dura la película, y son oficialmente 7500, se libra de la excelente mano de todo el equipo de dirección cinematográfica, de edición, dirección artística, diseño de vestuario, maquillaje, departamento artístico y de sonido, y por supuesto todo el grupo de efectos especiales y visuales.

Todo ese conglomerado de profesionales ha creado un nuevo mundo digital, completamente actualizado respecto al ofrecido por la cinta original ochentera de culto de Steven Lisberger, y llevado a la máxima potencia.

Adrenalina de la más pura que se pueda encontrar. Un absoluto placer para los sentidos.

Todavía no me puedo quitar de la cabeza las coreografiadas luchas de discos, la infartante carrera de motos y la batalla de naves fundiendo arsenal. En fin, cualquiera de los vehículos que lucen esplendorósamente en el filme merecen un 'oooh' gigantesco.

Ah, y no me puedo olvidar del acierto total en darle a Daft Punk la tarea de componer la B.S.O. de la película. Absolutamente brutal la combinación de sus temas con la sucesión vertiginosa de escenas. Corta la respiración.

El 3D, aunque no supone ninguna innovación, es un elemento fundamental, en cuanto a profundidad de campo, para aprovechar una experiencia CGI de tal calibre. Yo me aparte un par de veces por si me daba en los morros alguno de esos discos de identidad tan icónicos.

Lo dicho, 'tíos, tenéis que verlo'.

¿Pero, no hay ningún 'ay' en este trabajo visual?. Bueno sí, y creo que ya lo habíamos intuido a través de los avances trailísticos: C.L.U., el doble 'pixelado' del antaño jovenzuelo Jeff Bridges, a.k.a. Kevin Flynn.

La verdad sea dicha, se nota el esmero de recrear al mozuelo Bridges por ordenata, consiguiendo incluso en algunos planos, sobre todo laterales, que te creas que es el auténtico Jeff retrospectivo en carne y hueso.

Sin embargo, hay que reconocer la artificialidad del resultado. Es un gran avance en la representación de un ser humano en CGI pero sigue sin transmitir vida.

Se aprecia mayormente en los primeros planos, y ATENCIÓN SPOILER en algunas escenas corales, en las que participa junto a TRON, FIN DE SPOILER que recuerdan más a un videojuego consolero.

Se podría haber asumido que este C.L.U. a imagen y semejanza de Kevin tiene ese aspecto por ser digital, un programa, pero, tal y como ocurría en la cinta original, la Red está poblada de otros programas que no tienen aquella 'textura informática'.

Y, además, los guionistas Edward Kitsis y Adam Horowitz ATENCIÓN SPOILERS han hecho coincidir al Kevin original y a C.L.U. en varios flash-backs, utilizando para ambos el modelo en CGI del joven Bridges, con lo cual el esfuerzo pierde credibilidad FIN DE SPOILERS

No quiero imaginarme el impacto que hubiera sido para el conjunto de la película, visualmente y en cuanto a la trama, haber recreado al Jeff treintañero con los patrones utilizados para 'El curioso caso de Benjamin Button', con aquel impresionante Brad Pitt yogurín. Desde luego, este C.L.U. hubiera sido más amenazante e inquietante.

Y hablando de la trama. Cuando tituleo que este filme cumple con los cánones de los blockbusters de ahora, creo que me entendéis a lo que me refiero: CGI cegador y argumento simploncete.

La clave está en saber contar una historia. Hoy en día se numeran con los dedos de una mano las cintas palomiteras que tienen un guión de peso, y no digo nada de si tiene algo original, así que los que triunfan en Hollywood son los buenos contadores (y montadores).

Lo tengo asumido, así que me muevo ya en términos de 'carisma' en ese aspecto, y en 'TRON: Legacy' no lo he encontrado.Y se lo merecía por ser la secuela de un largometraje de culto que supuso una revolución en su tiempo por su originalidad.

Hay un buen trabajo de guión en cuanto a la premisa inicial de la película, con ese Sam Flynn (Garrett Hedlund), el experto en tecnología de 27 años e hijo de Kevin Flynn (Jeff Bridges), investigando la desaparición de su padre, y adentrándose en el mismo mundo de programas donde se encuentra su progenitor desde hace 25 años.

Las referencias permanentes a la película original de 1982, y el continuismo temporal, hará las delicias de sus fans. Recomiendo un revisionado de ese clásico filme de Lisberger, con ojos condescendientes, antes de zamparse esta secuela.

Mientras que Sam está intentando sobrevivir en la Red, y hasta que da con su susodicho padre gracias a su leal confidente Quorra (Olivia Wilde), la cinta alcanza cotas impresionantes, salvo el detallito de C.L.U.

Pero, desde que ambos se reencuentran, y Flynn senior le cuenta lo que le ha ocurrido todos esos años y su plan para el futuro, el objetivo argumental se vuelve terriblemente simplón, y sólo queda disfrutar del espectáculo CGI arrasador.

El despropósito se consuma [ATENCIÓN SPOILER] al meter con calzador un giro de la trama resolutivo, en el que interviene TRON y Kevin Flynn, crucial para alcanzar la escena final de la forma en la que se llega [FIN DE SPOILER].

Aún así, la historia en general entretiene. Y después de lo dicho, ya es más que suficiente.

Contribuye a que funcione también la presencia de Garrett y Olivia, y sobre todo la del gran jefe Bridges. En contra de lo que se oye, Hedlund no me ha parecido tan sieso, aunque sí es cierto que le falta algo de chispa.

Mi frikada del día fue pillarme ipso-facto esta réplica del disco de identidad de Sam Flynn

Aunque no deja de estar al servicio de la explosión CGI de la película, lo mismo que la Wilde. El único que impone es Jeff, con esa indiscutible aura de veterano actor oscarizado de la lista A.

El hecho de que también dijera sí para repetir Bruce Boxleitner (Alan Bradley), que sigue estando en forma, favorece el referido continuismo argumental.

Mencionar el esporádico cameo, tan sólo anécdotico, de Cillian Murphy, como el hijo de Ed Dillinger, el villanete de la primera entrega.

Y el de Michael Sheen, que yo hubiera preferido que se hubiera quedado en la mesa de montaje, encima por no ser nada determinante en la trama. Chirriante. Sus payasadas sobran.

No sé, es posible que quede mejor en versión doblada, yo la he visto en V.O. subtitulada. Ya nos contaremos, porque repetiré.

En fin, que el resultado final ha sido un blockbuster palomitero total, como decía, con los cánones del cine pensado para la nueva generación de espectadores, y además entretenido.

Siendo así, os lo váis a pasar de escándalo.

TRON: Legacy, trailer oficial
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PD anecdótica: El merchandising de la película es bestial, y la Disney tiene ya en las tiendas de todo el mundo para la venta tazas, mochilas, relojes, libretas, colonia, figuras articuladas con los personajes del filme con iluminación incorporada, réplicas de las motos de luz, coches, naves, etc, etc, etc.

Fuente: David Cárdenas – tublogdecine.es

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