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Para ensambladoras no sólo se debe exonerar de impuestos a los bienes de capital

Algunos representantes de empresas ensambladoras de computadores venezolanas aseguran que las medidas que el Gobierno Nacional tomó para favorecer la industria nacional, se transformarán en sal y agua si no son acompañadas de la agilidad en el otorgamiento de divisas.

Fábrica de computadoras VIT en Paraguaná, VenezuelaPara los ensambladores locales el único beneficio que podrían tener para crecer es la decisión del Gobierno de colocar más del 90% de los componentes para el ensamblaje de computadoras a dólar preferencial de 2.60 Bs sobre dólar.  «Es un beneficio condicionado, porque si no liquidan a tiempo las ensambladoras tendrán que ir al mercado permuta y bajo las condiciones del país, estarán en desventaja con las casas que importan las computadoras ya ensambladas desde el exterior», explica un experto que prefiere reservar su identidad.

El mismo vocero aclara un punto relacionado con la Gaceta Oficial Número 39.291, publicada el 23 de octubre. «El decreto que se anuncia sólo toca bienes de capital, es decir, aquel que utiliza una empresa que instalará o creará una fábrica. Una vez que la instale, tendrá que importar sus componentes y pagar los impuestos, llámalo I.V.A. o impuesto de importación».

Para el experto, la industria nacional que se piensa promover en el país está tomando un camino, por lo menos, equivocado. Comenta que las condiciones están poco claras y aun no se genera un estímulo cierto a la industria ya constituida.
«Las importadoras de computadoras pagan 5% de aranceles, lo mismo que los ensambladores locales por algunas piezas y partes. Ellos se ven beneficiados por varias vías, pues  incorporan en una caja los teclados y los mouse. Al momento de calcular los aranceles sólo cancelan un computador; dejando en evidente desventaja al ensamblador local, que debe pagar impuestos diversos, dependiendo el tipo de pieza o componente que importe».

La empresa que importa componentes debe pagar distintos aranceles: Los paneles de monitores y tarjetas madres están en un 5% del costo del producto; los case plásticos rondan el 20% y el de teclados y mouse el 15% sobre el costo del producto. «Es un beneficio para el importador no para el fabricante local».  Afirma el experto.

La salida pasaría por unificar el cobro de impuestos de todos los componentes necesarios para el ensamblaje de PC. Luego, incrementar el impuesto de importación de los computadores ensamblados fuera del territorio nacional. De la mano con esta medida, propone sincerar algunos acuerdos de cooperación regional, como los llamados acuerdos ALADI.

Este acuerdo, creado para favorecer el intercambio de materias primas con México, lejos de estar trayendo un beneficio para el país, ha servido sólo al mercado de la nación azteca. Que no importa ningún componente tecnológico venezolano y por el contrario sí nos vende.

Fábrica de computadoras Siragon en Valencia, Venezuela«Los impuestos de importación deben hacer la diferencia, porque es injusto que los locales paguen los mismos impuestos que los que traen el equipo ensamblados.  Si esto se lograse ejecutar y se acompaña con la celeridad en la entrega de divisas a Bs 2.60, sí se daría un impulso a nuestra industria.  En pocas palabras, el decreto y las medidas recientemente anunciadas poco benefician a la industria nacional, pues al sólo exonerar IVA y aranceles a quien quiera instalar una planta, pero no mantener las preferencias, es poco el estímulo. Si a eso se le suma la poca confianza de las empresas en CADIVI la posibilidad de tener más fábricas ensambladores se puede desvanecer».

El experto advierte que si la política de otorgamiento de dólar preferencia no es regular o se diluye en el tiempo; las empresas terminarán yendo al mercado paralelo, y allí el ensamblador local tendrá todas las de perder, pues cualquier posible beneficio se visualizaría en bolívares.

Fuente: Heberto Alvarado – hormigaanalitica.com

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