4 tendencias que marcarán el futuro de la tecnología 5G
Como quinta generación de datos de telecomunicaciones, la 5G lleva mucho tiempo prometiendo revolucionar la forma en que nos conectamos entre nosotros a velocidades sin precedentes y con gran eficiencia.
Pero a medida que nos adentramos en el 2023, en donde Novibet se va posicionando como siempre en primer lugar, los expertos en el ámbito de las TI hacen muchas predicciones sobre esta tecnología en desarrollo. Van desde recomendar cautela en torno a su seguridad hasta anticipar su creciente uso en el trabajo a distancia e incluso en el metaverso.
Estas son algunas de las tendencias que las empresas y los consumidores deben tener en cuenta en relación con la tecnología 5G.
Seguridad
A medida que los países aumentan sus inversiones en proyectos de ciudades inteligentes basados en 5G para seguir siendo competitivos en una economía global, algunos expertos creen que esto presentará importantes riesgos de seguridad y justificará la atención de los profesionales de la ciberseguridad.
Simon Chassar, director de ingresos de la empresa de ciberseguridad Claroty, cree que vamos a asistir a la aparición del «IoT [internet de las cosas] 5G con su propio tejido de conectividad y comunicación» a finales de 2023. El IoT es una red colectiva de dispositivos conectados y la tecnología que facilita la comunicación entre dichos dispositivos y la nube, así como entre los propios dispositivos.
«Esto planteará nuevos retos a las organizaciones, ya que estos puntos extremos conectados necesitarán su propia versión de herramientas de seguridad y supervisión», afirmó Chassar.
La apertura de más puntos de acceso que los hackers puedan comprometer es un reto especialmente importante para el 5G.
Regulación
Siempre que una tecnología relativamente nueva empieza a generalizarse, surge la necesidad de que los gobiernos la regulen. El 5G no es una excepción a esta tendencia, ya que algunos expertos creen que los gobiernos de todo el mundo publicarán requisitos para garantizar la seguridad de la tecnología 5G.
En España, la nueva normativa sobre tecnología 5G publicada el año pasado establece requisitos de seguridad para su instalación, despliegue y funcionamiento. Como parte de esta normativa, se espera que España adopte un esquema de seguridad nacional destinado a preservar la seguridad integral de las redes y de los servicios 5G.
En general, las medidas podrán incluir la exigencia de certificación previa para el uso de equipos, software o servicios por parte de un operador, proveedor o usuario corporativo de 5G.
5G y trabajo a distancia
La aparición de la tecnología 5G generalizada llega en un momento conveniente, ya que las empresas y organizaciones de todo el mundo están fomentando el trabajo remoto e híbrido. Los modelos de trabajo flexibles necesitan una mayor velocidad de red para que una plantilla dispar pueda conectarse entre sí sin problemas.
La necesidad de modelos de trabajo flexibles coincide con una mayor disponibilidad de la capacidad 5G, que permite a los trabajadores operar de forma más eficiente en un mayor número de ubicaciones. Esto también puede tener un efecto secundario (vinculado a la IA) de aumentar las herramientas de supervisión del rendimiento de los usuarios para entender dónde se produce cualquier rendimiento perjudicial, dada la amplia difusión del consumo de medios que implicará, muchos de los cuales pueden estar fuera de las competencias corporativas.
5G, metaverso y edge computing
Otra área interesante en la que los expertos creen que el 5G desempeñará un papel clave es en el desarrollo del metaverso, una aplicación que requiere una red informática ultradensa y de baja latencia.
Según el proveedor estadounidense de equipos para centros de datos Vertiv, este año se producirá la unión del 5G y el metaverso para ofrecer velocidades a la altura de las exigencias de una tecnología muy sofisticada. Vertiv predice que veremos estas dos actividades cruzarse, con implementaciones en el metaverso aprovechando las redes 5G para habilitar las características de latencia ultrabaja que exige la aplicación.