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«Yo prometo» en el celular

El SMS como herramienta para conversar con los electores fue magistralmente utilizada por la campaña de Obama. Aunque no es la primera campaña en utilizarla, es la que más impacto y más profundamente la ha incluido en sus estrategias de campaña.

La campaña de Obama entendió que se debe construir comunidad; que se debe estar dispuesto a entregar para poder recibir el permiso de los usuarios. Que no basta con enviar miles de SMS para motivar a los usuarios.

Uno de los "trucos" utilizados para aumentar la cantidad de suscritos fue entregar la primicia del nombramiento del Vicepresidente a quienes se suscribieran al canal de noticias por SMS. De esta manera se lograron varios objetivos:

1) Se creó al expectativa por el nombramiento del Vice.
2) Se creó la sensación de ser especial al pertenecer a la comunidad móvil; podrías enterarte antes que CNN sobre quién sería el VP.
3) Se aumentó la base de datos de relacionados.

En todo momento se enviaba a las personas suscritas, información sobre la campaña, como organizarse para apoyar al candidato, posición en temas claves. Incluso se utilizaba como forma de disminuir el impacto de campañas negativas por parte del adversario.

Creo que existe un gran potencial del uso del SMS por parte de los políticos para establecer conversaciones con sus electores.

De acuerdo a un estudio realizado por académicos de la universidad de Michigan y de Princetown, el SMS es una de las formas más costo/efectivas para movilizar a los votantes. En este estudio realizado en el 2006, se logró aumentar en un 4.2% la intención de voto utilizando mensajes de texto.

Se me ocurre que a escala local (alcaldes, intendentes, etc.) mucha gente estaría interesada en recibir notificaciones sobre:

Inauguraciones de obras en mi comunidad
Problemas de tráfico
Alertas de seguridad
Distribución de presupuesto
Siempre sujeto a que yo pueda suscribirme y desuscribirme cuándo así lo desee a estos "canales de SMS".

Lo importante es que se entienda que la conversación debe establecerse para que ganemos los dos (los políticos y los electores) y no existe conversación cuándo sólo me piden mi voto y no están dispuestos a oirme.

Fuente: Roberto Matute – movilidadalfuturo.blogspot.com

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