Hardware y Software

Jolla, el nuevo OS para smartphones

Hay un dicho en mi tierra que dice: no querías caldo, pues toma dos tazas. El mercado, léase algunos operadores móviles, en un acto de cierto histerismo suscitado por el pánico que empieza a provocar la visión de una plaza donde sólo existan smartphones Android y iOS de Apple, viene solicitando alternativas. En su día se especuló con que Nokia había puesto todos los huevos en la cesta de Microsoft por petición de los operadores europeos, que llevan meses en una relación amor-odio con Google y Apple. Pero de momento la apuesta de Nokia no acaba de cuajar en el mercado, quedando tan diluida como otras posibles alternativas como el BlackBerry de RIM o como en su día el WebOS, que HP adquirió de Palm.
 
Y cuando uno grita socorro en el mercado, lo normal es que éste vea una oportunidad de negocio y reaccione. Y así parece que empieza a suceder. Lo interesante, para darle a todo un tinte más dramático, es que la nueva plataforma que se anuncia para smartphones, Jolla, es una iniciativa abandonada de Nokia e Intel, MeeGo. ¿Se imaginan que Jolla se llega a situar en la tercera posición? Pues cuidado.
 
Para empezar, el proyecto es propulsado por un grupo de ex empleados finlandeses de Nokia, que con 10 millones de euros están creando un data center en Hong Kong para iniciar sus operaciones con unos 200 empleados. Para finales de año lanzarán el primer dispositivo con el nuevo OS, y también licenciarán la plataforma MeeGo a otros fabricantes, por lo que parece que habrá una marca propia, pero con la posibilidad de que terceros lancen el OS y le pongan su propio nombre y cambien la interfaz, es decir la interfaz (UI) Jolla no será licenciada, sino la parte que la hace funcionar. Esto se debe, principalmente a que MeeGo puede utilizarse en otro tipo de dispositivos que no son smartphones.
 
Otra importante diferencia que propone Jolla con respecto a las alternativas existentes, es la posibilidad de que los operadores puedan tener sus servicios en primera línea del OS, en lugar de aplicaciones OTT u obligarlos a convertirse en uno para poder tener una importante presencia en el smartphone. Este hecho haría una clara alusión a que los smartphones se han convertido en el mejor amigo de los OTTs y el peor de los operadores.
 
Por la parte negativa, al igual que ha pasado con Android -aunque Google le reste importancia y hable de exageración en el mercado-, la fragmentación es un riesgo importante con esta plataforma, si diferentes proovedores y operadores pueden utilizarla e incluso adaptarla a sus necesidades.
 
En definitiva, pronto veremos un nuevo OS que, por lo que parece, ofrece algo que los otros no han sabido, que es meter a los operadores en medio del negocio, en lugar de utilizarlos como un habilitador para el negocio de terceros. Si esto es así, los operadores ya no necesitarán más alternativas, porque como ya hemos dicho, su grito de auxilio no es para que haya más, sino para que haya uno que no amenace su negocio, sino que lo mejore.

Fuente: telesemana.com

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