Miscelánea

Una Especie en Desarrollo

Los seres humanos no tenemos nada de especial. La tierra no está detenida en el centro del universo. Esto lo argumentó Galileo en 1543, pero pagó muy caro el haberse atrevido a desafiar a Salmos 93:1 "ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible". La idea de que no somos el centro del universo fue tabú para la Iglesia Católica hasta que Benedicto XVI levantara la prohibición sobre esta herética observación científica en 1757. Durante más de 200 años, nuestro planeta pecó porfiadamente contra la santa iglesia.

La idea de que estamos al centro de un universo que existe, más aún que fue creado exclusivamente para nosotros es uno de los errores más profundos en que ha caído nuestra especie, una falacia que Douglas Adams ha puesto en evidencia en toda su magnitud:

Es como si imaginaras una poza de agua despertando un día en la mañana y pensando, "Este es un mundo interesante en que me encuentro -un interesante hoyo en que me encuentro- que encaja muy bien, ¿cierto? De hecho ¡encaja tan bien conmigo que debe haber sido hecho para tenerme en él!". Esta es una idea tan poderosa que cuando el sol sube en el cielo y el aire se calienta y, gradualmente, la poza de agua se comienza a hacer más y más pequeña, todavía se aferra frenéticamente a la idea de que todo va a estar bien, porque este mundo está hecho para tenerla en él, fue construido para tenerla en él; así que el momento en que la poza desaparece la toma más bien por sorpresa.

Si el día de mañana nuestra especie desapareciera, otros primates u otras especies en otra rama del árbol de la vida saltarían metafóricamente por sobre nuestros cadáveres y ocuparían nuestro lugar. A nuestros ancestros sólo les tomó 3-4 millones de años llevar nuestros cerebros desde 2 tazas (400ml) a casi 1 litro y medio en la actualidad, aunque a los primeros homínidos 1 litro les bastaba para manipular herramientas. Comparado con los 200 millones de años de la historia de los mamíferos, 3-4 millones de años es muy poco tiempo.

¿Y qué haría otra especie con 1 litro o más de cerebro como el nuestro? Nadie lo sabe. Salir del del frío, del hambre, del fango, parece una meta razonable para un ser inteligente. ¿Cómo? A falta de una cultura y técnica desarrolladas: Usando intensivamente a la naturaleza, a las especies menos avanzadas y a los miembros más débiles de la propia especie. Probablemente no es la única forma de hacerlo, pero es muy efectiva: Establecerse en un lugar, poner granos en la tierra, reproducirse, hacer la guerra, cultivar el campo, cosechar su fruto. Unos 12-14 mil años más tarde, liberar a los esclavos.

Las religiones jugaron un papel en la historia primitiva del hombre, transformando las esperanzas de los humanos y su tarea de dominación en un imperativo. Por ejemplo a los judíos Dios les dijo directamente que no tuvieran contemplaciones (Génesis 1:28) "Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometédla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven en la tierra". Y ellos hicieron caso, y sus herederos los Cristianos continuaron haciendo caso.

También el resto de los pueblos, a los que Dios no les habla, arrasaron con la tierra, el aire y el mar como si siguieran una orden divina.

Dominar la naturaleza es una forma de salir del fango. Y no hay para qué detenerse en acabar con los depredadores del humano, porque muchas otras especies tienen algo que les podemos quitar, algo que pueden ofrecer a nuestros apetitos. Pero llega un momento en que tenemos otras formas de continuar.

Y otras formas de continuar existen. Empíricamente al menos, la curva ambiental de Kuznets muestra que las sociedades contaminan más con el tiempo, pero llegado a un cierto punto de desarrollo, se estabilizan. Se dan cuenta de los efectos negativos de su acción desatada y deciden autolimitarse, a un cierto costo y hasta un cierto punto, y comenzar a contaminar menos. En el terreno de la desigualdad económica hay evidencia de que algo similar ocurre en algunos países.

No creo que nuestra especie tenga algo de particular, en el sentido de que el camino que hemos seguido hasta ahora ha sido dictado por una solución a una cierta necesidad, y a la falta de formas mejores o más evidentes de hacerlo. Era muy difícil entre tribus rivales el llegar a acuerdos de no-agresión, una forma más segura de vivir era atacar primero, y una buena parte de los adultos morían a manos de otros en ataques o contraataques entre tribus vecinas. Era muy difícil entre varios países ponerse de acuerdo en dejar en paz a las civilizaciones relativamente atrasadas que encontraron en América. La forma fácil de resolver el problema fue que cada uno intentara agarrar lo más que pudiera. Era muy difícil poner de acuerdo a las personas en un conjunto de reglas que fueran buenas para todos. Era más fácil decir que habían caído del cielo e imponerlas por la fuerza.

Pero ya no estamos para eso.

Nuestra especie no es particularmente sedienta de sangre, ni malévola, ni estúpida. Simplemente está en un momento muy temprano de su evolución. Una gran mayoría de los humanos no ha salido del fango por completo. Los que lo han hecho, lo han hecho hace poco y la mayoría están todavía demasiado deslumbrados para mirar hacia atrás, demasiado atosigados, con la boca llena de los manjares que compra su nueva riqueza.

Todo esto cambiará. Llegará el momento en que consideraremos espantosa nuestra forma actual de organizarnos, en que miraremos hacia atrás y veremos claramente que la esclavitud no había sido derrotada aún, que continuamos abusando de los otros hombres y de los otros animales; que continuamos supeditando nuestra vida a supersticiones estúpidas que perpetúan estos abusos. Que nuestros avances no son más que los primeros pasos de un camino muy largo, al final del cual está un humano que es irreconocible para nosotros, pero que podemos comenzar a construir ahora. Tenemos un litro y medio de cerebro de nuestra parte, y algunos logros recientes en los que apoyarnos para continuar avanzando.

Fuentes: The Salmon of Doubt, Wikipedia: Heliocentrism, Salon, Ralph Holloway, Paradies (detail).

Fuente: Carlos Castillo – chato.cl

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