Especialidades médicas

Degeneración macular

Qué es

Es una alteración degenerativa de la parte central de la retina conocida como mácula, que es la responsable de la visión central.

Afecta la parte de la retina es la que permite leer, ver la televisión o reconocer las caras de las personas. En la actualidad es la principal causa de ceguera legal en personas mayores de sesenta años. Sin embargo, la visión periférica se mantiene inalterada, por lo que los pacientes pueden manejarse sin ayudas para tareas cotidianas como la deambulación.

Su causa es desconocida, aunque se sabe que la edad del paciente es el principal factor de riesgo. Esta enfermedad sólo afecta a la visión central. Esta visión corresponde a una parte de la retina conocida como mácula. Su pérdida impedirá leer con ese ojo, o reconocer las caras de las personas. El resto de la retina normalmente se conserva funcionante gracias a lo cual se consigue una adecuada visión periférica que permitirá al paciente poderse manejar en la calle o en su casa incluso sin ayuda.

¿Qué tipos de degeneración macular existen?

Existen dos tipos de DMAE: una forma seca y otra húmeda.

La más frecuente es la forma seca, que tiene un curso más lento. En este proceso se produce una atrofia de la zona macular.

La forma húmeda, por contra, tiene un curso mucho más rápido y el pronóstico es peor. En esta forma se acumula líquido debajo de la mácula. El paciente refiere que las líneas rectas se ondulan, y disminuye la visión central. También puede notar cambios en la lectura del periódico, al ver la televisión o al mirar las caras de la gente. Si nota los objetos torcidos o la aparición de manchas negras que no cambian de posición, debe concertar una visita en el plazo de unos días. Pese a que no note cambios en su vista es conveniente realizar visitas periódicas.

Cómo se diagnostican

Si alguno de estos síntomas está presente es importante ser reconocido de manera urgente por un oftalmólogo especialista en retina. La angiografía fluoresceínica y angiografía con verde de indocianina,  permiten determinar la extensión de la enfermedad y el tratamiento más idóneo.

El uso de la tomografía óptica de coherencia (OCT), aunque no todos los centros sanitarios la tienen, ayuda a establecer el carácter de la lesión.

Tratamientos

El tratamiento mediante láser argón de las lesiones localizadas fuera del centro visual detienen la extensión del daño antes de que éste se afecte. Hay que señalar que pese a un correcto tratamiento con láser, el punto de escape puede volver a aparecer, siendo en algunas ocasiones necesario repetir la aplicación.

La terapia fotodinámica se emplea en los casos en que el origen de la lesión coincide con el centro de la visión. Tras la inyección de una sustancia fotosensibilizante en el brazo, ésta se activa con una luz que no produce quemadura en la retina. Las reacciones químicas a que da lugar la sustancia inyectada provocan el cierre de la lesión, con lo que en un gran porcentaje de casos se consigue estabilizar la visión e incluso ocasionalmente mejorarla.
Este tratamiento puede requerir varias sesiones (hasta cuatro al año en ocasiones) hasta que finalmente la lesión queda inactiva.

La tomografía óptica de coherencia (OCT) nos ayuda a decidir con exactitud la necesidad de retratar las lesiones evitando tratamientos innecesarios. Actualmente, la terapia fotodinámica se realiza en la mayoría de los casos en combinación con otros farmacos como, la triamcinolona intravítrea, que potencian su efecto y reducen el número de sesiones de tratamiento.

También se dispone de nuevos fármacos antiangiogenicos como el Macugen® o el Avastin® que consiguen estabilizar la visión e incluso mejorarla en la mayoria de los pacientes.

Termoterapia transpupilar

La termoterapia transpupilar se utiliza en aquellos casos en que no se ha sido capaz de localizar el origen de la exudación mediante las angiografías. Funciona mediante una luz de láser que no llega a quemar la retina, sino que tan solo eleva su temperatura unos pocos grados.

Se ha comprobado que esto conduce a una disminución de la exudación en casos seleccionados.  En el Departamento se realizan programas de autodetección precoz en los pacientes de riesgo mediante la rejilla de Amsler, ofreciendo la posibilidad de consulta inmediata bien por vía telefónica o mediante consulta preferente, en los casos en los que se sospeche que puede ser necesario algún tratamiento.

La rejilla de Amsler es una cuadrícula en la que observando con cada ojo por separado el punto central, se deben de ver las líneas rectas y sin defectos. En casos de enfermedades retinianas los cuadrados se observan torcidos o distorsionados.

Recuerde

– La disminución de visión en las personas mayores no debe ser considerada como un hecho normal y debe ser siempre evaluada.
– La visión de distorsión en las líneas rectas sugiere una enfermedad macular que debe ser evaluada por un especialista en retina en el curso de unos pocos días.
– El período prolongado de evolución puede impedir en muchos casos la aplicación del tratamiento.
– En la Clínica Universidad de Navarra disponemos de los más avanzados sistemas diagnósticos y terapéuticos para indicarle en su caso individual el tratamiento más adecuado.
– Es importante recordar por último que este proceso casi nunca causa ceguera total y que en la Clínica existe una creciente investigación científica en marcha sobre esta enfermedad.

Autor: Dr. Alfredo García Layana, Departamento de Oftalmología, Clínica Universidad de Navarra.

Encuentre más de la misma fuente en el portal de la Clínica Universidad de Navarra.

Fuente: Dr. Alfredo García Layana – cun.es

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba