Miscelánea y otros

Un estudio califica los efectos sobre la salud cardiaca de populares planes de dieta

El plan Ornish resulta superior al Atkins, pero los investigadores señalan que cualquier pérdida de peso es buena para el corazón No todos los planes de dieta son igual de saludables para el corazón, según un estudio que califica ocho programas populares para perder peso.
Las dietas que enfatizan una variedad de frutas y verduras puntuaron mejor que las que se enfocan en muchas proteínas.

El plan de dieta Ornish resultó el ganador, con el mayor potencial de prevención de los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca. La dieta de Atkins cayó en último lugar, detrás de la dieta de la Zona y de Weight Watchers.

"No me sorprendió que la dieta Ornish quedara en primer lugar, pues el índice usado está diseñado para medir los componentes dietéticos relacionados con el riesgo de enfermedad cardiaca", señaló la dietista Lona Sandon, vocera nacional de la American Dietetic Association.

Sandon aseguró que la moraleja para los consumidores es que "si la preocupación es la enfermedad cardiaca, hay que enfocarse en más frutas, verduras y que todos los granos sean integrales, además de limitar la ingesta de alimentos y grasas animales".

Los hallazgos aparecen en la edición de octubre del Journal of the American Dietetic Association.

Los investigadores de la Facultad de medicina de la Universidad de Massachusetts calificaron los planes diarios de comida y las recomendaciones alimentarias del Plan Ornish, la Dieta de la Zona, la de Atkins, dos planes de Weight Watchers, la Dieta de South Beach, la Nueva Revolución de la Glucosa y el plan Mi Pirámide de 2005.

Las calificaciones se basaron en el Índice alternativo de alimentación sana (AHEI por su sigla en inglés), que usa la ingesta diaria de frutas, verduras, grasas, fibra, nueces, soya y carnes blancas en lugar de carne roja para determinar qué tanto beneficio tiene una dieta para la salud cardiaca.

La puntuación más alta posible es de 70. Aunque ninguna de las dietas alcanzó una puntuación perfecta, tuvieron una variación de 20 puntos:

•Ornish, 64.6.

•La dieta rica en carbohidratos de Weight Watchers, 57.4.

•La Nueva Revolución de la Glucosa, 57.2.

•South Beach Fase 2, 50.7.

•La Zona 49.8.

•Mi Pirámide, 48.7.

•La dieta rica en proteína de Weight Watchers, 47.3.

•La dieta Atkins de 100 gramos de carbohidratos, 46.

•South Beach Fase 3, 45.6.

•La dieta Atkins de 45 gramos de carbohidratos, 42.3.

La autora del estudio y psicóloga clínica Sherry Pagoto dijo que no hay un punto límite en la escala AHEI por debajo del cual una dieta sería definitivamente considerada como malsana para el corazón. Pero otros estudios han calificado las dietas de baja calidad en las poblaciones en riesgo de enfermedad cardiaca alrededor de los 30 puntos.

"Nos sorprendió mucho el hecho de que Mi Pirámide no quedara ni siquiera entre las primeras tres. Creíamos que sería una dieta modelo porque se basa en las recomendaciones dietéticas del Departamento de Agricultura de los EE.UU.", apuntó Pagoto.

Sin embargo, tener el último lugar no significa que una dieta sea de baja calidad, aclaró. Todas las dietas tienen el potencial de ser saludables y varios estudios han demostrado que causan pérdida de peso, lo que en sí mismo es importante para mejorar la salud cardiaca. Además, obtener el primer lugar no significa que el plan de dieta sea ideal para todos, añadió.

"Aunque el plan Ornish fue el principal, es difícil de seguir para la mayoría de la gente", apuntó Pagoto. El plan Ornish es una dieta muy baja en grasa, baja en calorías, principalmente vegetariana, desarrollada para personas que han sobrevivido ataques cardiacos, explicó.

En su trabajo asesorando clientes en el Centro conmemorativo del peso de la Universidad de Massachusetts, Pagoto dijo que ha aprendido que es importante que las personas puedan cumplir a cabalidad el plan de dieta que seleccionen.

"En una dieta hay que considerar más de un elemento", afirmó.

Las personas que tienen antecedentes personales o familiares de enfermedad cardiaca deben considerar los resultados de este estudio como una guía al elegir un plan de dieta, recomendó Pagoto. Pero también deberían pensar sobre sus preferencias alimentarias. Por ejemplo, a las personas a quienes realmente les gustan los carbohidratos les iría mejor con Weight Watchers que con Atkins, independientemente de este sistema de calificación, aclaró.

Pagoto aconseja a los pacientes mantener un diario de comida de varias semanas para tener una mejor idea de sus preferencias alimentarias e ingesta calórica antes de comenzar una dieta.

La falta de variedad puede ser un desastre de dieta debido al aburrimiento, advirtió Pagoto. La gente con em tiempo se cansa de las limitaciones de una dieta estrictamente controlada o difícil de implementar, apuntó.

A pesar de no estar entre las tres principales, la dieta Mi Pirámide del USDA permite la mayor variedad, dijo.

Sandon afirmó que "lo que encuentro al trabajar con clientes es que la mayoría de la gente tiende a comer los mismos alimentos diaria o semanalmente y que tienen poca variedad. No quieren tener que buscar alimentos especiales o aprender a preparar nuevas comidas que no les son familiares. En general, encuentro que muchas personas en su fase inicial de comenzar un plan para perder peso se sienten más cómodas cumpliendo con un plan de los mismos alimentos la mayor parte del tiempo, pero quieren autorización para comer algo diferente de vez en cuando".

Otro estudio en la misma edición de la revista sugiere que usar productos preparados con aceite de canola en lugar de otros aceites todo el tiempo podría cumplir con los estándares nacionales de grasas sanas. El aceite de canola puede ayudar a disminuir la ingesta de ácidos grasos saturados de los adultos hasta en 9.4 por ciento y aumentar su ingesta de ácidos grasos monoinsaturados en 27.6 por ciento. La ingesta de ácido alfa linolénico aumentaría en 73 por ciento. El cambio no afectaría las calorías, la grasa y el colesterol totales, según los investigadores, de la Universidad de Illinois y de la Universidad estatal de Pensilvania, quienes estudiaron las dietas de más de 9,000 personas.

Fuente: netsaluti.com / medlineplus

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