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COVID-19: ¿Puede la internet resistir el stress de la pandemia?

La vida diaria ha cambiado para casi todos en prácticamente el mundo entero, debido a la pandemia del COVID-19.

Aparte de muchas otras consecuencias, algunas de ellas seguramente más trascendentales, se ha producido un enorme aumento en el tráfico de internet, lo cual ha generado preocupaciones sobre la capacidad de manejo y recuperación de la infraestructura que permite el funcionamiento de la red de redes.

El motivo central para este incremento de tráfico es la necesidad de colocar en cuarentena a la población, lo cual ha sido implementado por las autoridades locales y nacionales de muchos países. Esta situación de "encierro" ha obligado a las personas a trabajar, estudiar y realizar muchas otras actividades, ahora totalmente, de forma remota.

Los servicios de entretenimiento y mensajería multimedia han experimentado probablemente los aumentos más notables. Incluso en las regiones donde se cuenta con las infraestructuras de red más robustas, empresas como Disney+ y Netflix han aplicado medidas para reducir el uso de ancho de banda y reducir la calidad de la imagen para evitar la congestión de la red. Esto ha sido necesario ya que, entre otros motivos como el aumento de usuarios continuamente conectados, también los suscriptores de uso regular, que antes promediaban alrededor de cuatro horas en una noche de lunes a viernes, ahora han aumentado el uso a hasta 10 horas diarias.

En Europa, Thierry Breton, comisionado de la UE para el mercado interno y los servicios, ha instado a las plataformas de transmisión a reducir la calidad de sus videos para evitar sobrecargas; logrando que escuchen y apliquen medidas Google, Amazon y Netflix. Sony también reportó que comenzaría a ralentizar las descargas de juegos de PlayStation en Europa para administrar el nivel de tráfico.

El uso de sistemas de videoconferencia, e-learning y mensajería digital también está creciendo rápidamente, causando una carga adicional a estas plataformas y generando tráfico adicional.

Y esto se subraya ya que, más allá de la infraestructura para la transmisión de los datos, el lugar más probable para que ocurran fallas en este tipo de aplicaciones es con las herramientas mismas, si no se cuenta con suficientes recursos de cómputo, almacenamiento y/o ancho de banda para aguantar el aumento de volumen y número de transacciones.

Este tipo de fallas ya sido sufrido en el pasado, sin necesidad de pandemias, frecuentemente por problemas intrínsecos de los sistemas instalados en los servidores de los proveedores, aumento real de uso, o, en ocasiones, incluso por ataques DoS. Pero ahora tenemos un aumento general, continuo y global.

Otras plataformas que sufren por los motivos anotados y ahora sienten el stress por el incremento de tráfico, son los manejadores de comercio electrónico o juegos digitales conectados, los cuales, en momentos de incremento desmesurado de tráfico, ven como sus sistemas backend no pueden procesar el volumen de pedidos y/o activaciones de cuenta mucho mayores a lo normal.

Incluso donde la infraestructura tiene suficiente capacidad -por el momento- para lidiar con el aumento de la demanda provocado por el coronavirus, Dexter Thillien, analista senior de la industria en Fitch Solutions, advierte que podría haber problemas en el futuro.

"La gran incertidumbre en el futuro", dice, "es no saber cuánto durará la pandemia, y los cierres a escala nacional que ha causado". Entre otros muchos problemas -como no todos los técnicos e ingenieros pueden movilizarse para dar el necesario mantenimiento in situ- se agregan dificultades a las actividades de mantenimiento y reparación de las compañías de telecomunicaciones, imprescindibles para la regularidad en el funcionamiento de cables de cobre y fibra, plataformas inalámbricas, y otros equipos necesarios para el suministro de banda ancha.
"Con las redes físicas, siempre se necesita hacer una cierta cantidad de mantenimiento", dijo Thillien a CNBC. "Si esto continúa o no por más tiempo es la principal incertidumbre".

Es probable que los problemas varíen desde conexiones caídas hasta descargas lentas o pérdida de alimentación de video. Serán distintos según la región y la hora del día, dependiendo de los patrones de tráfico y la resiliencia de las redes locales.

Incluso si las conexiones domiciliarias son sólidas, no todas las empresas están listas para manejar, por ejemplo, una oleada repentina de empleados que intentan iniciar sesión en la red de la oficina desde el exterior.

Neutralidad de la red

Otra situación de potencial tensión es el tema de la neutralidad de la red, cuyos defensores a ultranza abogan explicando que bajo ninguna circunstancia debe permitirse a los proveedores de red ralentizar ciertos servicios web o priorizar tipos específicos de tráfico.

Thillien, citado antes, anota que, aunque plataformas como Netflix y YouTube están limitando voluntariamente su uso de ancho de banda, "los gobiernos podrían eventualmente pedir a los operadores que prioricen algunos servicios sobre otros en ciertos momentos del día".

El tema, y la situación, son peliagudas, y sirven de oportunidad para conocer y analizar como manejar las realidades en cuanto a los derechos de los proveedores de contenidos y apps/sistemas en línea, los usuarios de las redes, las empresas ISP, y la sociedad en general.

Recomendaciones

David Belson, de Internet Society, ofrece las siguientes recomendaciones para que todos colaboremos con la estabilidad de internet.

• Si es un proveedor de infraestructura, como una red de entrega de contenido, comparta estadísticas de tráfico relevantes, agregadas a escala vertical de país y / o industria.

• Si usted es periodista, puede ser responsable en sus informes y preciso en sus titulares. Cuando una sola plataforma o herramienta, no importa cuán importante, sea brevemente lenta o no esté disponible, infórmela simplemente como eso, no como una interrupción o falla general de Internet.

• Si es un usuario final, busque y marque las páginas de estado de las herramientas y plataformas en las que confía para obtener información actualizada sobre los problemas que puedan estar experimentando. Downdetector también es útil para aprender si otros usuarios también están experimentando problemas similares.

A este último punto, consideramos importante agregar algunos consejos de la Organización de Consumidores y Usuarios (www.ocu.org) de España, para proteger las redes que usamos y mantener estabilidad en nuestras comunicaciones, educación, trabajo y entretenimiento en línea:

• Si tienes línea de teléfono fijo tradicional, úsala. También puedes llamar usando la línea celular normal. Si vas a realizar una sencilla llamada de voz, no uses internet (datos de tu móvil o el wifi de casa).

• Evita enviar archivos adjuntos grandes anexos a tus mensajes de email o de mensajería en línea (WhatsApp, etc.). Si puedes, baja la frecuencia de envío de vídeos, nota que muchas veces tienen ninguna o muy poca trascendencia. Si lo que tienes es pertinente y necesitas enviarlo, considera que puede ser preferible usar un sistema de almacenamiento en la nube (Google Drive, OneDrive, WeTransfer, iCloud, Dropbox…), en vez de repetirlo como anexo a distintos destinatarios (que luego harán reenvío del mismo archivo pesado), así podrás enviar por email o por chat solo el enlace de acceso.

• Si tienes que enviar adjuntos, comprímelos antes o usa formatos menos pesados. Por ejemplo, convierte una presentación Powerpoint a PDF o transforma tus imágenes en formato TIFF a archivos JPEG. También puedes usar programas para la compresión de archivos (como 7-Zip, WinZip y otros).

• Si usas un programa para videollamadas en grupo, comprueba los ajustes para asegurarte que se vea solo a la persona que está hablando en ese momento. Valora si realmente necesitas activar el video o si es suficiente con una audioconferencia. Desactiva el micrófono cuando no estés hablando.

• Evita la reproducción y descarga automática de los videos cuando navegas por internet (revisa los ajustes en tu navegador para evitar el arranque automático de videos y audios). Igual, revisa los ajustes en las redes sociales, Whatsapp, etc., asegurándote que los enlaces a multimedia o los archivos adjuntos de audio o video, comiencen solo si haces clic en ellos. Y, por favor, si reenvías videos a otros, que sea porque realmente merecen la pena.

• Si vas a utilizar streaming durante el día, revisa los ajustes: muchos servicios disponen de un modo de ahorro de datos y permiten elegir entre diferentes calidades (resolución SD, HD, 4K). No siempre es necesario ofrecer o ver máxima calidad, ya que, si el dispositivo es pequeño, una resolución más baja puede ser más que suficiente para verlo bien.

• Planifica las películas y series que quieres ver al día siguiente y descárgalas por la noche. Así no se resentirá la calidad de los videos y ocuparás la red en horas de menor demanda. Cuando las hayas visto, puedes borrar los archivos para liberar el espacio en tus discos. Lo mismo puedes hacer con tus listas de reproducción favoritas de tus podcasts o con tus audiolibros.

Imagen de cabecera: internetsociety.org.

(*) Autor: PT

Fuente: PT (*) – TecnologiaHechaPalabra

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