Sociología y comunicación

Miedo a la Tecnología y Sociedad de Riesgo

Recientemente circuló en la prensa local una noticia fascinante y perturbadora: Una mujer del sur de Chile acusó públicamente a dos rostros de la TV de haber insertado dispositivos en su cerebro que le permitían controlar su voluntad a distancia. Según la mujer, mucha gente sabía de esto pero sólo ella se había atrevido a denunciarlos.

Publicidad con LED mostrando al personaje Ignignokt (de Aqua Teen Hunger Force), como fue instalado en Cambridge, Massachusetts. Artefactos idénticos fueron removidos por la policia en Boston el 31 de enero de 2007.

A principios de febrero de este año, todos los mecanismos de seguridad se activaron en Boston (EEUU) al haberse detectado varios dispositivos luminosos instalados en distintos puntos de la ciudad. Los escuadrones anti-bomba fueron llamados y una sensación generalizada de pánico se apoderó de todos. La verdad es que sólo se trataba de una campaña publicitaria de Cartoon Network para una nueva serie de animación llamada "Aqua Teen Hunger Force" (en la foto). Los aparatos fueron descritos por una alta autoridad como poseedores de "una apariencia muy siniestra"

Ambas historias, una proveniente de una pequeña ciudad del sur de Chile y la otra proveniente de una de las ciudades más sofisticadas del país más rico del mundo revelan una trama en común: El miedo a la tecnología.

Parte importante de las transformaciones -vertiginosas, disruptivas- de las últimas décadas parecen configurar un escenario propicio para la proliferación de este temor. Tal como lo sugirió Ulrich Beck, vivimos en una SOCIEDAD DEL RIESGO en la que las nuevas tecnologías juegan un papel clave al introducir formas de producción y convivencia hasta hace poco desconocidas. El hecho de estar permanentemente bombardeados por tecnologías que en poco tiempo están obsoletas o que incorporan elementos demasiado novedosos para el público medio (la ciudadanía) tiene su manifestación en toda clase de aprensiones y desconfianzas: miedo a los teléfonos celulares, a los hornos microondas, a la alienación y ruptura de los lazos sociales producto de la Internet, etc.

¿Y qué pasa entonces? La sociedad se organiza para enfrentar el miedo creciente producido por la modernidad. En este nuevo orden, no basta y de hecho las dos historias anteriores parecen confirmarlo, el simple acceso al poder económico como fuente de reducción del riesgo ( real o potencial). Más bien lo que importa es el acceso al conocimiento, el tener la opción de informarse. Según Beck, la riqueza por si sólo no es suficiente. Aquellos con mayor poder económico tienen más facilidad para escapar de la situación de riesgo, por ejemplo, comprando mecanismos "manos libres" para hablar por sus teléfonos celulares. Sin embargo, para enfrentar un riesgo hay que estar primero consciente de su existencia.

Espacios como la blogosfera, youtube, Wikipedia y, en general, foros de escala global mediatizados por Internet, están permitiendo de manera creciente una ampliación de la base de información disponible sobre casi cualquier fuente potencial de miedo o riesgo. Cada vez que nosotros tenemos dudas respecto de algo "nuevo" (ergo potencialmente riesgoso) recurrimos a Internet para investigar de que se trata. Ciertamente el miedo a la tecnología es una forma más de los temores atávicos que nos acompañan desde siempre: Son miedos contra todo lo desconocido y por tanto no hay cura contra eso. Sin embargo, el contar con una base cada vez mayor de experiencias y "saberes" como los que se han ido acumulando desde configura un escenario único en la historia de la humanidad. Una de las razones que justifican las políticas de masificación del acceso a Internet y las nuevas tecnologías debe considerar este aspecto, quizás poco convencional, pero no por ello irrelevante.

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Fuente: Luis Ramirez – luisramirez.cl

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