Ciencia y Seudociencia

¿Tienen significado los sueños?

Los sueños se originan en circuitos neuronales internos, desconectados de los sistemas "externos".

El contenido de los sueños es mucho más azaroso y aleatorio de lo que se suele creer. Profundamente influenciada por la teoría de la mente de Sigmund Freud, la creencia en el valor psicodiagnóstico e incluso terapéutico de la interpretación de los sueños persiste actualmente. Pero la hipótesis de que el sueño está instigado por el "deseo" no parece que pueda mantenerse intacta después de los hallazgos de la neurociencia.

El sueño (y la vigilia) son estados cerebrales activos, generados y mantenidos por el propio cerebro. Los sueños se producen mientras se duerme, forman parte del descanso de los seres humanos (y también de prácticamente el resto de los mamíferos). Se sueña cuando se accede a un estado neurofisiológico muy concreto, la fase REM (de las siglas "rapid eye movement", sueño con movimientos oculares rápidos). En fase REM se da una pérdida del tono muscular, el sistema cardiorrespiratorio se activa y los hombres tienen erección. De las ocho horas de un descanso medio, entre 1,5 y 2 horas se destinan al sueño REM, aunque repartidas en varios momentos y secuencias. Durante el REM el cerebro presenta tanta actividad como en vigilia, aunque con ciertas diferencias. El sueño es recordado si la persona se despierta inmediatamente después. En condiciones normales prácticamente todo el mundo sueña, aunque sólo se recuerde o pueda narrarse una mínima parte.

Las técnicas de neuroimagen, que permiten explorar en vivo y de forma no invasora el funcionamiento del cerebro, han empezado a poner de manifiesto las áreas implicadas en el soñar: la actividad onírica se desencadena cuando se ponen en marcha "circuitos cerrados neurales", disociados o desconectados de los sistemas que interaccionan con el mundo exterior. Estos bucles cerrados de transferencia de información insertan información sensorial (por ejemplo, visual) con estructuras comprometidas en la consolidación de los procesos emocionales, afectivos, de aprendizaje y de memoria. Se desarrollan así imágenes visuales generadas internamente. El funcionamiento autónomo de estos circuitos, liberados del control voluntario y del chequeo y organización coherente de las estructuras que ensamblan con el mundo exterior, explica la rememoración de recuerdos, las distorsiones en el tiempo, los contenidos y las asociaciones emotivas y afectivas bizarras, la amnesia al despertar o el desvelo automático-reflejo mientras se sueña.

Por tanto, parece que tenemos poco control y memoria parcial y exigua del sueño. Aunque pueda existir cierta relación entre las imágenes vividas, elaboradas o incluso bizarras de los sueños, y la biografía íntima, esta concordancia parece menos sujeta a anhelos personales y más a procesos del desarrollo que se van fraguando con la experiencia. Todo ello con la finalidad de consolidar tendencias innatas, procesos emotivos, afectos, aprendizajes y trazos de memoria. La excesiva interpretación corre el riesgo de ser demasiado subjetiva.

Xaro Sánchez es profesora de Psicología Médica y Psiquiatría en la Universitat Autònoma.

© 2002 – ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

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Fuente: Xaro Sánchez – lavanguardia.es vía digital.el-esceptico.org

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