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Conozca los rasgos que pueden indicar que estamos lidiando con un genio…

Lidiar con los genios nunca ha sido tarea fácil. El mal carácter, la impulsividad y la falta de atención a su apariencia son algunas de sus características que a menudos solemos considerar como defectos o algo contrario a los buenos modales que nos enseñan nuestros padres.

¿Tiene un conocido con estos rasgos? Además de los anotados, un poco flojo físicamente y desordenado, pocos amigos, se acuesta tarde y despierta tarde, no le interesan conversaciones cotidianas… Una persona así es probable que sea un genio.

Pero ahora, una serie de investigaciones sugieren que algunos comportamientos controvertidos y que consideramos indebidos pueden ser en realidad indicios de genialidad o al menos de una inteligencia superior. Aquí les presentamos algunos, para que cada uno de ustedes pueda juzgar por sí mismo la validez de una u otra sentencia.

1. Ser vago

Un equipo de investigadores, dirigido por el doctor Todd McElroy, realizó un curioso estudio. Seleccionaron a 30 estudiantes con tendencia a pensar demasiado (los 'pensadores') y otros 30 que en su vida intentaban evitar cualquier reflexión fuera de sus hábitos cotidianos (los 'no pensadores'). Se les colocó un acelerómetro en la muñeca durante una semana.

Resultó que los días entre semana los 'pensadores' realizaban mucha menos actividad física que los 'no pensadores' y sólo los fines de semana se igualaban en esfuerzo. Otros estudios sugieren que el cerebro humano es capaz de consumir hasta el 20% de las calorías consumidas y hasta 1/4 de la glucosa total que poseemos. ¿Será por eso que los científicos de alto calibre siempre se ven tan delgados? ¿O es que se les olvida comer?

2. Tener el escritorio desordenado

Un grupo de investigadores, liderado por la psicóloga Kathleen Vohs, realizaron una investigación en el marco del cual convocaron a dos grupos de voluntarios a dos oficinas del mismo tamaño, mobiliario e iluminación, pero con una diferencia: una de ellas tenía sus escritorios desordenados y la otra completamente limpios. Les pidieron realizar varias actividades, como donaciones o elegir entre comer una manzana o una barra de chocolate. Resultó que los de la oficina ordenada eran más propensos al donativo y a la comida saludable. En cambio, los de la oficina desordenada eran mucho mejores cuando se les pedía hacer una tormenta de ideas.

Según los investigadores de la Universidad de Minessota, el desorden en los escritorios es un claro indicio de que una persona es inteligente. Como pruebas, entre otros muchos argumentos, aportan imágenes de los escritorios de genios como Albert Einstein, Steve Jobs o Mark Zuckerberg. Todos ellos son un total desastre que de seguro hubieran sido la vergüenza de sus padres al hacerse públicos. Aunque nos resulten más aburridas, aquellas personas que son ordenaditas resultan ser más generosas, concluye el estudio.

3. Tener pocos amigos

¿Por qué las personas inteligentes son propensas a tener pocos amigos? Pues porque por lo general quieren que los dejen en paz y no los molesten con temas cotidianos. Al menos esta es la conclusión a la que llegó el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de EEUU (NCBI) tras analizar los datos de una encuesta realizada a 15.000 personas entre 18 y 28 años de edad por todo el Reino Unido.

"Los individuos más inteligentes se sienten menos satisfechos con su vida si socializan más a menudo con amigos", dice la nota.

4. Hablar solo

Los psicólogos Gary Lupyan de la Universidad de Wisconsin y Daniel Swingley de la Universidad de Pennsylvania realizaron un estudio durante el cual los voluntarios debían encontrar determinados objetos. En ocasiones les pedían que pronunciaran el nombre del objeto en voz alta y descubrieron que este último grupo realizaba la búsqueda más eficientemente.

De hecho, un artículo de Science Daily asegura que esto "no significa que estés loco: hablar solo tiene beneficios cognitivos", así como permite tener mejor memoria ya que activa el mecanismo sensorial del cerebro, centrándose mejor en las tareas y clarificando los pensamientos.

5. Consumir drogas

Los británicos James White, David Batty y Catharine Gale se basaron en otro estudio para concluir que aquellos individuos que en su niñez cuentan con un cociente intelectual (CI) superior a 125, tienen más posibilidades de consumir alcohol y drogas en la edad adulta que aquellos con un CI inferior a 75.

Su metodología consistió en comparar los datos de 6.713 personas que formaron parte del Estudio Nacional de Desarrollo Infantil en 1958. Se les tomó varios datos a la edad de 11 años, entre ellos su CI y se hizo un seguimiento de los participantes al cumplir los 16, 23, 33, 42, 46, y 50 años. A los 42 años, se les preguntó por su consumo de drogas y tiempo después, en 2012, este estudio comparó los resultados de esta encuesta. Ahí pudo comprobarse la correlación entre el patrón de consumo de alcohol y drogas de aquellos que habían obtenido mejores resultados en el test de inteligencia en su infancia.

Pero no se apure en buscar al traficante más cercano: esta correlación funciona solo en una dirección. El consumir drogas, evidentemente, no lo hará más inteligente.

6. Decir palabrotas

La sociedad suele relacionar el uso de vulgaridades con la pobreza de vocabulario de quien las diga. Sin embargo, un experimento realizado por los psicólogos Kristin y Timothy Jay de la Universidad de Artes de Massachusetts indica que esto puede no ser del todo cierto.
Ellos solicitaron a los voluntarios que dijeran tantas palabrotas como les fuera posible durante un minuto. Aquellos que ofrecieron un listado más amplio de respuestas fueron también los que demostraban un vocabulario más inteligente en otras áreas, como nombres de animales o ciudades.

7. Acostarse (y despertar) tarde

El investigador del sueño Philippe Peigneux, de la Universidad de Legia en Bélgica, lideró un grupo de estudio en 2009 que comparaba 15 'aves nocturnas' (se levantan a las 11 de la mañana) con 16 madrugadores (están despiertos a las 7) y se les sometió a un escáner cerebral al comenzar su día. La conclusión a la que llegaron es que la actividad cerebral de los primeros es superior a la de los segundos, al mantener un nivel de alerta mucho más elevado.

La diferencia entre ambos tipos de personas no se nota tanto por la mañana, pero sí al final del día, cuando los nocturnos tienden a ser más propensos al pensamiento.

Para finalizar

Si no te has sentido identificado con la lista, piénsalo dos veces antes de preocuparte. Después de todo, según escribe el investigador de psicología evolutiva Satoshi Kanazawa en su libro 'La Paradoja de la Inteligencia: ¿Por qué optar por la inteligencia no es siempre lo más astuto?', para muchos existe un consuelo: "a la gente inteligente se le da mejor hacer la mayoría de las cosas, pero no las importantes, como encontrar pareja, educar bien a un hijo o hacer amigos".   

Foto de cabecera: Russell Crowe en la película A Beautiful Mind (©IMAGINE ENTERTAINMENT / UNIVERSAL PICTURES / DREAMWORKS).


NdE

Otra característica de los genios que puede agregarse a la lista del artículo es ser miope, al menos de acuerdo a un estudio de la Universidad de Mainz en Alemania.

Los expertos del Departamento de Oftalmología de la institución educativa explican que los miopes suelen tener un mayor nivel educativo y son más hábiles en comparación con las personas que no necesitan anteojos. Agrega que los miopes cuentan con capacidades cognitivas superiores en comparación con los no miopes.

Encuentre detalles adicionales en este artículo y con más detalle en la referencia directa del trabajo científico publicada en ARVO, la revista de la  Association for Research in Vision and Ophthalmology.

Fuente: rian.ru

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