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Ejército surcoreano creó un equipo profesional de StarCraft para contentar al mejor jugador del país

Starcraft es mucho más que una saga de videojuegos en Corea del Sur. Regularmente se organizan torneos en los que se reparten importantes sumas económicas y que son emitidos en directo por televisión. Millones de espectadores siguen en directo las partidas más importantes y los ganadores se convierten en estrellas mediáticas que alcanzan cotas de popularidad comparables a las de los artistas o deportistas más importantes del momento.

El dinero que mueven estas competiciones de StarCraft ha dado lugar a la aparición de una élite de jugadores profesionales que se dedican en exclusiva a participar en dichos eventos. Sus ingresos proceden no sólo de las bonificaciones que generan estos circuitos sino también de los patrocinios que reciben de compañías tan importantes como Samsung, SK Telecom o KT, muy interesadas en ligar la imagen de sus marcas a la de estos jugones.

De todos ellos, el que más fama ha conseguido ha sido Lim Yo-Hwan. Conocido entre sus seguidores con el pseudónimo de SlayerS_`BoxeR`, su nombre de usuario en el juego de Blizzard, ha sido considerado en los últimos años por los lectores de revistas y canales de televisión especializados como uno de los mejores jugadores de la historia.

Manejando a la raza de los Terran, es reverenciado por las innovadoras estrategias que utiliza para vencer a sus enemigos y la creatividad para salir al paso de situaciones de desventaja y ganar partidas que parecían perdidas. Se estima que tiene ingresos anuales que superan los 400.000 dólares, a los que hay que sumar los aproximadamente 90.000 dólares adiciones que recibe por patrocinios.

Su notoriedad llegó hasta tal punto que a principios del 2007, sólo un mes después de haber sido llamado a filas por la Fuerza Aérea de la República de Corea, sus superiores le permitieron montar un equipo profesional de StarCraft con otros exjugadores que también habían sido reclutados para tenerlo contento.

Sus privilegios no acabaron aquí, puesto que a continuación les dieron facilidades para que pudieran entrenar concienzudamente y les inscribieron en la liga profesional de ShinHan, donde participaron en sus torneos como si se tratase de cualquier otro equipo de la jurisdicción civil hasta que Lim Yo-Hwan dio por finalizado su servicio militar en diciembre del 2008.

¿Alguien se imagina a un país de Europa o América permitiendo a un futbolista de élite que, por el motivo que fuese, hubiese entrado en el ejército que siguiese entrenando con su equipo profesional y participando en partidos de Liga o competiciones internacionales? Pues en Corea del Sur es posible…

Fuente: Jose – abadiadigital.com

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