Miscelánea

EL TET repone «La noche de Molly Bloom, bajo la dirección de Elizabeth Abahaca y María Fernanda Ferro en el rol protagónico».

Fotos: Julio César Alcubilla B.-

Antes de detenerme a narrarles la digna escena que nos ofreciera María Fernanda Ferro como protagonista de esta maravillosa puesta y de informarles que en Jazz 95.5 FM podrán escuchar la entrevista otorgada por Elizabeth Abahaca y la misma María Fernanda, deseo distinguir a manera de síntesis informativa la trascendencia y actualidad del texto. Para algunos sensualidad frustrada, o tal vez castrada…y para otros, entre los que me incluyo… el desencadenante de una lectura feminista en torno a lo masculino indiferente.

"James Joyce huyó de Dublín en compañía de Nora Barnacle durante la noche del sábado 8 de octubre de 1904. Había llevado a cabo su primera cita amorosa con Nora, dos años menor y camarera de hotel, el 16 de junio de ese mismo año. El Ulises se publicó el 2 de febrero de 1922, día del cuadragésimo aniversario de Joyce.

El texto básico de la obra es un extenso monólogo interior en el que una mujer,  Marion (Molly) Bloom,  deja fluir libremente sus pensamientos más íntimos en el transcurso de una noche de insomnio. En este discurso ininterrumpido, que en el original de Ulises ocupa sesenta páginas sin ningún signo de puntuación,  pasa revista a su pequeño entorno vital, se recrea en sus recuerdos, formula sus deseos y esperanzas y expresa sus sentimientos y opiniones. Sintetizando frustración o la resignación ante una realidad humana desencantada.

María Fernanda Ferro, nos encarna una Molly Bloom, de impactante factura. En cada uno de sus gestos evoca un discurso pleno de cercanías y análisis introspectivo, trasladado a un riguroso trabajo de fragmentación expresiva. En la que la actriz mas allá de revelarnos su factura académica, destaca con inagotable expresión,  la mediocridad de un personaje con una existencia de pequeña burguesa, revestida de gran sensualidad.

Molly Bloom, inspirada en Nora Barnacle, es la mujer que se expresa con mayor libertad y menor corrección; por eso Molly Bloom, mestiza, expansiva y desinhibida, sigue siendo la heroína indiscutible del siglo XX. Una estimulante mujer de treinta y cuatro años, gibraltareña hija de irlandés y judía andaluza, una mezcla mental y física por demás explosiva. María Fernanda Ferro, interpreta el rol con gran altivez, permitiendo otorgarle al personaje cierto dominio de la sexualidad.

Joyce, se convirtió en el gran revolucionario de la novela moderna al contar la peripecia trivial y urbana de Leopold Bloom en diecinueve horas y media y dieciocho capítulos. Ulises es ante todo, un itinerario irlandés marcado por el exhaustivo avance de las agujas de un reloj narrativo que a cada hora cambia de capítulo y también de estilo. Un mecanismo de alta precisión descriptiva que recorre en el tiempo de una sola jornada y el espacio de una ciudad única los episodios de numerosas vidas malogradas y tristes, trayectorias que se cruzan por azar con otras trayectorias para configurar un mapa humano complejísimo e inagotable.

Algunos críticos señalaron que Ulises era el pasado irremediable, el presente ridículo y trágico y el futuro patético de Leopold y su mujer Molly Bloom, y de su amigo más joven, Stephen Dedalus. Así, Ulises no acaba nunca, o se reinicia en un final feliz que es el principio de otra novela y también de la misma, donde Molly Bloom, al despuntar el nuevo día y culminar su célebre monólogo, acepta vivir su vida de nuevo y casarse otra vez con Leopold, dando el más bello asentimiento al ciclo de una vida ya vivida y todavía por venir: Sí quiero Sí."

Joyce afirmaba, "Molly era la carne que siempre afirma", la otra cara del Mefistófeles de Goethe, "espíritu que siempre niega". Molly entiende su soledad como reacción ante el mundo y a la doble moral política y social de su época.  A mi juicio catapulta reflexiva en el espectador pués vé en ella, el vivir en la impotencia por su ignorancia, soledades, desamparos y deseos incumplidos . Caminos en lo que el  lenguaje escénico se transforma, dando vida al anecdotario de una sexualidad femenina retante, dependiente y por momentos unificadora.

María Fernanda nos permite a través del gesto y la palabra, reconocer recuerdos y fantasías eróticas, recreándonos pensamientos, imaginación y grandes recursos expresivos. Demostrando su gran entrega y hasta autocuestionable estilo.  

La noche de Molly Bloom se estrenó en Caracas en el 2004. producción del TET y la Embajada de España. Participó en el Festival Internacional de Caracas y en el Festival Internacional de Occidente. Este año, decretado por la UNESCO el año de Grotowski, el monólodo viaja a Wroclaw-polonia en donde se va a desarrollar la celebración.

Ficha Artística

Dirección: Elizabeth Albahaca
Molly Bloom: María Fernanda ferro
Leopold Bloom: Ludwig pineda
Música Original, Miguel Noya
Dirección, Producción y Edición de Videoinstalación, Marité Ugás y Mariana Rondón
Realización de Vestuario, Valeria Calzadilla
Realización de escenografía, Freddy Belisario
Operador de video, Héctor Castro
Fotografía, Jesús Sosa
Producción: María Eugenia Romero
Asistente de Producción, Héctor Castro
Producción General, Centro de Creación Artística TET.

El público podrá presenciar esta pieza desde el sábado 04 hasta el domingo 19 de julio, en funciones los días viernes y sábados a las 8:00 p.m., y los domingos a las 6:00 p.m., en la Sala Cabrujas, ubicada en la Avenida Francisco de Miranda con 3º Avenida de Los Palos Grandes, C. C. El Parque, nivel C-1. La entrada tiene un valor de Bs.F 20.

Acerca de Elizabeth Albahaca
Directora internacional Nacida en Caracas (1937), inició su trayectoria en el Teatro Universitario de la Universidad Central de Venezuela (1958/1965) bajo la dirección de Nicolás Curiel. Realiza estudios de interpretación en París (1960) con Edmund Beauchamp, actor del grupo de Jean Louis Barrault del Teatro Odeón. De regreso a Caracas continúa en el Teatro Universitario y forma parte del grupo de danza contemporánea dirigido por Grishka Holguin y Sonia Sanoja. Entre 1965 y 1980 trabaja en el Teatro Laboratorio de Jerzy Grotowski, en Polonia, donde actúa durante varios años en el espectáculo Apocalysis cm Figuris. En Montreal, a partir de 1982, colabora en el teatro de Veille y en el Studio del actor. En Italia, entre 1983 y 1986, trabaja como actriz invitada por el Centro Per la Sperimentazione e la Ricerca Teatrale. Y con el director Luca Ronconi en el espectáculo Medea. Ha sido la principal puestista en escena del TET y merecedora de varios premios y reconocimientos a lo largo de su carrera. Tanto a nivel nacional como internacional. Sus principales montajes son: Ferdydurque, de Gombrowicks; El Proceso de Kafka, primera y segunda versión; Demonios, de Dostoiewski; Señorita Julia, de Strindberg; Esperando a Godot, de Beckett; El Rey se Muere, de Ionesco; y La Noche de Molly Bloom.

Fuente: Julio César Alcubilla B.-www.recordreport.net

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba