Miscelánea

Carlota Martínez y César Rojas los dramaturgos que forman para la escena

Por: Julio. C. Alcubilla B. 

Récord Report Internacional en THP.

Cultura/ Ates Escénicas


Carlota Martínez y César Rojas, además de actriz y actor, dramaturgos y docentes, de gran reconocimiento en nuestro país y región, emprenden por vez primera una labor por demás beneficiosa para nuestra cultura y desarrollo: el Diplomado de Dramaturgia en la Universidad de las Artes UNEARTE.

Debido entre aspectos a que "el dramaturgo venezolano se ve en la imperiosa necesidad de revisar y reflexionar sobre la problemática del público o espectador. Mucho mas ahora en los últimos años, con motivo de los cambios a nivel social y cultural, los cuáles han sido tan marcados y tan contundentes."
Ambos personajes me brindaron la oportunidad de una entrevista en exclusiva, en la cual despejamos valiosas interrogantes y profundizamos en amenas reflexiones. La dinámica de la entrevista se basó en una serie de preguntas y comentarios, propuestos a manera de diálogo abierto, para que cada vocero, se sintiese propenso a responder.
Carlota Martínez: 
Concebimos y planificamos este diplomado basándonos para la concepción de su programa en tres enfoques didácticos o módulos. Por mi parte me voy a encargar de todos los procesos creativos y parte del módulo tres referido a las conferencias magistrales. Y César Rojas se encargará de todo lo que es estructura, las herramientas básicas para escribir y ambos iremos compaginando el trabajo, para que los participantes vayan aprendiendo y desarrollando su obra de teatro al final del diplomado.
Pasando al proceso argumental en el cual la obra de arte, experimenta un cambio, en el que una pieza de artesanía se convierte en una obra de arte.
Analizando la trayectoria de la dramaturgia en Venezuela, las expectativas de cualquier estudiante o participante de este diplomado, considerando la realidad país…¿Cuáles son los objetivos a favor de un rescate de la dramaturgia en Venezuela y la posibilidad de la marca país?
Carlota Martínez
Creo que es necesario frente a la problemática que existe, hoy mas que nunca el venezolano está necesitado de expresión como artista. Un artista siempre es un ente individual dentro de un colectivo y como venezolanos nos debemos comprometer con esas licencias que han de validar a ese dramaturgo.

Ese artista venezolano debe rescatar su voz por encima de cualquier cosa, esto está en nuestro horizonte. Y el otro aspecto que me parece relevante es la necesidad de rescatar el imaginario venezolano. Aquí surgen tres interrogantes: ¿De dónde venimos?, ¿Hacia dónde vamos? y ¿Qué somos?. Estas preguntas imperativamente en este momento debemos hacerlas. 
Por otro lado, la situación que hemos estado viviendo, nos obliga a que los venezolanos necesitamos reinventarnos. Respondernos esas interrogantes, renombrarse, para generar nuevamente lo que denominamos sentido de la colectividad.Necesidad de identificación, de identidad. Independientemente de que haya un colectivo que diga que no tenemos identidad.

César Rojas
Por otra parte yo soy un fiel creyente de que mientras los historiadores cuentan la historia a partir de los ganadores, los dramaturgos lo contamos a partir de los perdedores. De los que tienen un sueño, la aspiración de un mundo mejor, y en este momento en las calles de esta ciudad, camina mucha gente que tiene la esperanza de que esto se convierta en el gran sueño que siempre tuvo desde pequeño.
Y nosotros creemos que hay que contarlo, dejarlo como constancia para la siguiente generación. Porque con todo este proceso histórico que estamos viviendo, van a ver grupos de personas que por una razón u otra, no van a querer conversar. Y es la dramaturgia la que está llamada a ser como una herramienta, como un arma para la reflexión. Para que sigamos pensando que si es posible la felicidad en nuestro país.
En esta disertación enmarcada dentro de la Venezuela posible e identidad del venezolano, pueden existir sin embargo, nuevos dramaturgos cuya linea expresiva sea yuxtapuesta a ese enfoque de la esperanza que mencionas. ¿En tal sentido, los maestros siempre tienen la gran meta del rescate de conciencias?. Porque muchas veces la conciencia se matiza de oscuro, de sangre, ¿Cómo alcanzar la evolución?
Carlota Martínez
Cuando hablamos de reinventar, cuando intentamos pensar en la esperanza de la reconstrucción de un país, no hablamos de una dramaturgia ligera, poco profunda. Todo lo contrario, es vernos, es mirarnos sin piel, es hablar desde el dolor. Por ello hablo de la reconquista de la voz, de la que nos expresa realidades, sin corta pisa. Cómo un ser que es de Venezuela, pero que también es internacional, global, del mundo.

Reinventarnos partiendo de lo que somos y de lo que sentimos.
César Rojas
La última división que hubo de los venezolanos, fue la división de los adecos y copeyanos que se llamaban compadres. Esta fue la última definición y se cogieron al país durante un tiempo. Estamos en este momento en esa nueva definición de los venezolanos y creo que quien se muestre realmente en este momento, va a tener oportunidades.
Para poder ver, imaginar e inventar, sus compases de tiempo junto a los que caminan por las calles del mundo. Sevnspiraran en realizar lo que no se ha logrado todavía en este país, que podamos verlo como queramos.
Ahora bien, ¿Cómo se escriben o se han de escribir las letras en la Venezuela actual, en este país en el que el desierto del alma siempre está presente?

Carlota Martínez
Considero que justamente desde la conciencia del desierto, desde lo que somos, en dónde estamos. Porque independientemente de que el dramaturgo crea una realidad distinta en la que está parado. Siempre el referente va a ser su vivencia actual y como ese desierto, cómo esa sombra, cómo esa obscuridad pasan por el, por su alma, por sus sueños: esta es la voz.

Justamente desde allí es de donde va a escribir la persona, porque el teatro está hecho del drama, de la tragedia, de los grandes problemas. De los personajes que están en el borde, en el límite, esto es lo que nutre al teatro.
Los dolores, las preguntas, los sinsabores, las tristezas, también las alegrías y los sueños.
César Rojas
Además me contenta profundamente de que sea de esa manera, que los participantes de este diplomado, sean los que partan de la premisa de que en UNEARTE se haga una carrera de dramaturgia, que hasta ahora no ha alcanzado el éxito. Porque no han habido muchachos que estén dispuestos a perderse el chance de salir al escenario y recibir los aplausos. Ellos necesitan tener además más vivencias y conocimientos.
Una información para poder asumir posiciones que les permitan conversar de la problemática que está en su entorno. En esta oportunidad en el doctorado, tenemos a un grupo de personas que está pensando en el país, que ya no son niños, que son hombres y mujeres con capacidad de argumentar y asumir posiciones serias y esto es muy interesante.

Carlota Martínez
Fuimos los principales sorprendidos, no nos imaginamos que había tanto adulto solicitando el diplomado y esto nos indica la gran necesidad que tiene ahorita el venezolano de expresarse.

Con respecto a tu intervención y en referencia al contenido temático o académico, cuáles fueron los criterios de selección?
Carlota Martínez
Decidimos escoger como tres columnas vertebrales o módulos; consideramos que para poder enseñar, darles herramientas a la gente para escribir una pieza de teatro, no bastaba el módulo de escritura dramática. Era necesario entrar también en un territorio que tiene que ver con el creador directamente.
Es decir, todas esas interrogantes, problemas o conflictos que se le plantean al creador como dramaturgo, en eso que se llama el proceso creador.
Esto se refiere no solamente en como escribo, de dónde he de partir, que tema o temas he de resaltar. El proceso creador también se nutre de todas las personas, textos, ponencias, etc. , en las que se ha pensado al teatro, o en la dramaturgia. Y además existe otro módulo muy importante: la estética.
El proceso creativo en tal sentido, además se nutre de todas las personas, por ello en ese módulo de la estética, a través de un ciclo de conferencias, tocaremos la estética occidental y desde otras latitudes. Es la mirada de lo de colonial, desde donde miro, cuáles son los elementos que configuran mi lenguaje, entre otros aspectos.
Nos parecieron estos tres módulos ideales para un diplomado, suficientes como un primer escalón que nos permita transitar por ese camino de la dramaturgia, después van a venir otras cosas.César y yo, tenemos proyectos importantes, porque sentimos que la dramaturgia es un campo abierto necesitado de investigación.
Es necesario conocer la dramaturgia nacional, es necesario pasearnos por el trabajo de otros dramaturgos. Conocernos acercarnos a su universo.
El dramaturgo es un ser que escribe, pero que necesita dialogar con otro, conocer las corrientes, es decir dentro de un universo tan limpio, han de venir nuevos proyectos.
César Rojas
Vuelvo a repetir, un artista nunca termina de estudiar o trabajar; en tal sentido vamos a otorgar las herramientas para que la gente pueda escribir sus piezas de teatro dentro de los término pueda además asumir sus posiciones. Hablar de los temas que le interesan, sumergirse y atraparnos, hacernos reir o llorar. Que pueda sentir que cuando lo que leen en la literatura, se puede llevar a cabo con un texto que tu haz escrito y en escena, se siente cómo este impacta al público.

Considerando sin embargo que un texto no es el final de nada, este es apenas un escalón para otro, es un texto que va a comprobar otras cosas y además necesitamos que le quitemos esa cobija o ese miedo a la capacidad ese miedo al error, al equivocarse.

Necesitamos equivocarnos tener quizás buenas, muy buenas obras, mucho mejor que las que tenemos en el tapete, pero a la vez que existan equivocaciones, para que la gente aprenda, porque quien no se cae no aprende.
Esto no ha pasado, en nuestra intención como dramaturgos de ser siempre perfectos, de ser siempre buenos, se nos ha impedido la posibilidad de crecer verdaderamente y además de profundizar en el camino. 

Considerando tu respuesta, el teatro venezolano lleva casi dos décadas adentrándose en una exposición mercantilista, olvidando prácticamente al teatro de autor, del verbo hecho estilo y palabra. Hoy por hoy la comedia ligera sexista cautiva al público y la mediocridad en la escena se traduce en entretenimiento. ¿Dentro de este contexto, será que las letras nobles ya no son parte de la dramaturgia venezolana, porque estas no pueden ser aceptadas o comprendidas por el público actual?
Carlota Martínez 
Esa propuesta es muy interesante, importante, la cuál va a ser tema dentro de un momento en el diplomado. Considero que existen públicos y contextos históricos y cada contexto histórico es un público. Sin embargo; en los últimos años el público ha cambiado. Porque nosotros vivimos en lo que se llama la sociedad del espectáculo, siguiendo un poco las ideas de Vargas Llosa. Y el dramaturgo desde los 80 hasta nuestros días, el dramaturgo venezolano se ve en la imperiosa necesidad de revisar y reflexionar sobre la problemática del público. 
Ciertamente, el público ha cambiado, pero el dramaturgo debe tomar conciencia: ¿Realmente, qué está haciendo él cuando escribe‽, ¿Cómo se propone en ese viaje hacia el otro?, ¿Está realmente conscientizado hacia dónde quiere ir?, ¿Está abierto el dramaturgo hacia las sorpresas que le depara el viaje?, ¿Realmente está generando un dialogo o simplemente está escribiendo desde la campana de cristal?
Existe además, otro aspecto importante, la dramaturgia venezolana acusa un momento de gran depresión y estos esfuerzos que estamos intentando, apuntan a dar comienzo, a generar puntos de referencia y comencemos a redefinir el mapa de la dramaturgia venezolana. 
César Rojas
Nuestra labor va más allá de simplemente contar considerando que el mercantilismo ha convencido a gran parte de los nóveles dramaturgos venezolanos, los cuales podrían estar escribiendo grandes obras y que se han dirigido a hacer lo más inmediato, al chiste fácil, lo que permite ganar dinero fácil. 

Y quiero decir que no es ponerse de espalda a ello, porque estos dramaturgos están respondiendo a una situación, a un país y a un momento histórico bien particular. En el que el mercantilismo te dice cuánto tienes, cuánto eres, tratando de jugar ese juego o ser importantes dentro de eso. 

En definitiva, va a pasar muy pronto, porque esas histórias como en el caso de los microteatros, pasan y no quedan en la memoria, porque no tienen incidencia.

Y nosotros queremos apostar al dramaturgo, a esa persona que convoca una idea, un pensamiento, un argumento, una posición, que lo impacta, que lo hace reflexionar, y a las comunidades les abre marices de opinión, que les invita a mejorar la sociedad, a abrir el diálogo, sentirnos reflejados.
Recuerda que nos hemos quedado prácticamente sin una generación que se fué del país. Y tenemos que pensar qué va a suceder con eso grande que viene. Seguirán naciendo generaciones y debemos darles respuestas.

Finalmente, también debemos entender que Venezuela es un país de envidias, personas que apuestan a juicios en forma positiva o negativa y que para una iniciativa como esta, debemos considerar que existen otros creadores de la escena, para los cuales puede convertirse este diplomado en un estigma, en una piedra en el zapato. 

Ambos han declarado que viene proyectos importantes, sin embargo, cuando nos referimos lastimosamente, a la cultura de nuestro país, siempre debemos nadar en aguas turbias, para lograr alcanzar la orilla blanca. ¿Partiendo de esa visión, qué se proponen para lograr esos objetivos?.

Carlota Martínez
En primer lugar, bases muy sólidas, niveles de calidad óptimos. Ciertamente, estamos en un país, en el cuál j
hay mucha envidia, el credo a lo miserable, pero considero que debemos seguir trabajando, echando las bases sólidas, navegar en ese límite, entre las aguas oscuras y las claras.

César Rojas
Es absolutamente lógico, que la gente pueda discrepar de lo que estamos haciendo: no queremos decir que somos la verdad absoluta, estamos abriendo un canal, un espacio, inaugurando para el teatro venezolano, un ligar que no existía, que dejó de existir por alguna razón y que las generaciones anteriores, no se dieron a la tarea de crear, porque estaban muy preocupadas mirándose el ombligo. 

Nosotros apostamos al futuro, queremos ver que otras generaciones puedan pasar el testigo. Desde las posibilidades que tenemos, conocemos y manejamos. Lo que podemos garantizar es que cada uno de los participantes en este diplomado, va a tener por lo menos al terminar, una obra teatral culminada y esto para nosotros para nosotros simbolizará el punto de ataque para seguir en el camino que vamos a trabajar, hacia donde queremos dirigirnos.

Porque ésta es la única manera, ésta es nuestra revolución, es así como se hace la revolución, una revolución en positivo a nivel cultural.

Fuente: Julio César Alcubilla Bonnet.-Récord Report/Artes Escénicas

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