Miscelánea y otros

¿Andropausia? ¿Los hombres tienen reloj biológico?

Quizá es una pregunta que nos hemos hecho alguna que otra vez. ¿Tienen los hombres también reloj biológico?
La respuesta es… Si.

A pesar de que la responsabilidad de la fertilidad siempre suele recaer en la mujer, lo cierto es que los hombres también tienen un ciclo de fertilidad.
Su reloj biológico también avanza sin prisa pero sin pausa.

Lo más surrealista de esta situación que ante todo debería parecernos normal es que los hombres suelen negarla.

Estudio sobre infertilidad masculina

El sociólogo de la Universidad de Cambridge, Walther Barnes realizó un estudio sobre la infertilidad masculina.
 Barnes pasó más de 100 horas de seguimiento con los urólogos y expertos en infertilidad en cinco clínicas de fertilidad masculina de Estados Unidos, observando las interacciones diarias con los pacientes y entrevistando a endocrinólogos reproductivos, embriólogos, enfermeras, consejeros genéticos y psicólogos.

Barnes también siguió el tratamiento de 24 matrimonios heterosexuales diagnosticados con infertilidad masculina debido a la baja o nula calidad del esperma. Para su sorpresa, a pesar de tratar a sus esposas durante más de un año y visitar una clínica de infertilidad masculina, más de la mitad de los hombres no se consideraba infértil.

Tanto es así que las clínicas de infertilidad masculina están llenas de hombres fértiles. Al menos, eso eso es lo que los hombres piensan.

¿Por qué se niegan a reconocer su infertilidad?

La hombría, la característica del varón, macho, jefe de la manada, la masculinidad, como queramos llamarlo, parece sobrevolar en el horizonte.

A pesar de estar en el siglo XXI, de haber equilibrado las balanzas entre hombres y mujeres, su masculinidad parece seguir preocupándoles a nivel social ante situaciones tan normales como ser infértil.

Los mitos de la fertilidad

El primer estereotipo que se recoge en el estudio (Conceiving Masculinity: Male Infertility, Medicine, and Identity que verá la luz en mayo de 2014), es que las mujeres harán cualquier cosa para quedarse embarazadas.

El segundo estereotipo es que los hombres evitarán a cualquier costo un tratamiento de infertilidad.

Ninguna de las dos es cierta según se comprobó con los resultados del estudio.

Resultados del estudio

Cuando a las parejas se les ofreció la opción de seguir un tratamiento orientado a la mujer, como la fertilización in vitro (FIV), o bien usar un remedio centrado en el hombre, como puede ser la cirugía, por unanimidad las parejas eligieron la opción que implicaba al hombre en primer lugar, aunque el hombre no necesariamente se considerara "estéril".

Según el estudio, con esta decisión, los hombres mostraban además un sentimiento varonil de proteger a sus esposas más que otra cosa.

Según el Dr. Marc Goldstein, profesor y jefe de cirujanos de medicina reproductiva masculina en el NewYork-PresbyterianWeill Cornell Medical Center, la infertilidad masculina es tan común como la infertilidad femenina.

La infertilidad masculina no debe ser un tabú social

Un problema de educación

Lo cierto es que los médicos se sienten mucho más cómodos hablando de infertilidad con sus pacientes femeninos, principalmente debido al estigma social profundo alrededor de la infertilidad masculina. Los hombres, explica, tienden a asociar la infertilidad con la impotencia (nada más lejos de la realidad) y ven los desafíos de la reproducción como una agresión a su masculinidad, como hemos apuntado antes.

En la antigüedad la infertilidad era siempre, en un 100% de los casos, atribuida a la mujer. Ella era la que "tenía la culpa" de no poder tener hijos. Unicamente en los últimos 25 años más o menos ha sido cuando se le ha prestado atención a la posibilidad de infertilidad por parte del hombre. De hecho, la primera en preocuparse de ir al médico y de hacerse pruebas es la mujer, y, como último recurso, se recurre al hombre.

Para terminar, los científicos apenas están empezando a estudiar los factores que pueden afectar a la calidad del semen, ya que, para empezar, los hombres son reticentes a hablar de su propia fertilidad .

Convencer a los hombres de que también tienen un reloj biológico sería un paso clave en el cambio de las actitudes sociales sobre la infertilidad masculina. La fertilidad de un hombre disminuye también con la edad, al igual que en las mujeres. La diferencia es que los tratamientos de fertilidad masculina son mucho más limitados y no es de extrañar teniendo en cuenta el contexto histórico y social en el que se ha movido este problema.

Hay que eliminar el secretismo que rodea a este tema y conseguir que sea visto como una condición médica (como ha pasado con la impotencia y la Viagra) y no un estigma social.

Fuente: Sarah-LF – laflecha.net

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